DS(P) nº 47/1 del 13/11/1986









Orden del Día:




1. Debate de Investidura del Candidato a la Presidencia de la Junta de Castilla y León.


Sumario:






 **  Se inicia la sesión a las once horas veinte minutos.

 **  El Presidente, Sr. Llamazares Fernández, reanuda la sesión.

 **  Intervención del Procurador Sr. Bosque Hita (Grupo Popular).

 **  Contestación del Sr. Nalda García, Candidato a la Presidencia de la Junta de Castilla y León.

 **  En turno de réplica, interviene el Procurador Sr. Bosque Hita (Grupo Popular).

 **  En turno de dúplica, interviene el Sr. Nalda García, Candidato a la Presidencia de la Junta de Castilla y León.

 **  El Presidente, Sr. Llamazares Fernández, suspende la sesión.

 **  Se suspende la sesión a las dieciocho horas cinco minutos, y se reanuda a las diecinueve horas veinte minutos.

 **  El Presidente, Sr. Llamazares Fernández, reanuda la sesión.

 **  Intervención del Procurador Sr. De Fernando Alonso (Grupo Mixto).

 **  Intervención del Procurador Sr. Montoya Ramos (Grupo Mixto).

 **  Intervención del Procurador Sr. Alonso Rodríguez (Grupo Mixto).

 **  El Presidente, Sr. Llamazares Fernández, ruega al Sr. Procurador vaya dando por terminada su intervención.

 **  Continúa el Sr. Alonso Rodríguez.

 **  El Presidente, Sr. Llamazares Fernández, indica al Sr. Procurador que ha pasado el minuto de gracia y le ruega abandone la tribuna de oradores.

 **  Continúa el Sr. Alonso Rodríguez con su intervención.

 **  El Presidente, Sr. Llamazares Fernández, ruega al Sr. Procurador abandone la tribuna de oradores.

 **  Contestación del Sr. Nalda García, Candidato a la Presidencia de la Junta de Castilla y León, a los miembros del Grupo Mixto.

 **  En turno de réplica, interviene el Procurador Sr. De Fernando Alonso.

 **  En turno de réplica, interviene el Procurador Sr. Montoya Ramos.

 **  En turno de réplica, interviene el Procurador Sr. Alonso Rodríguez.

 **  El Presidente, Sr. Llamazares Fernández, indica al Sr. Procurador que ha agotado el tiempo y le pide abandone la tribuna de oradores.

 **  En turno de dúplica, interviene el Sr. Nalda García, Candidato a la Presidencia de la Junta de Castilla y León.

 **  El Presidente, Sr. Llamazares Fernández, suspende la sesión.

 **  Se suspendió la sesión a las veintiuna horas.

pag. 1628




Texto:

(Se inicia la sesión a las once horas veinte minutos).


EL SEÑOR PRESIDENTE (SEÑOR LLAMAZARES FERNANDEZ):

Silencio, por favor. Vamos a comenzar. Silencio, por favor. Se reanuda la sesión. Tiene la palabra el señor Bosque Hita, Portavoz del Grupo Popular.


EL SEÑOR BOSQUE HITA:

Señor Presidente, Señorías. Estamos ante un problema de crisis institucional, creado por la incapacidad del Partido mayoritario en la Región, el Partido Socialista Obrero Español que está tratando a través del mismo de resolver sus propios errores y que de alguna manera nos están arrastrando a todos y a las Instituciones Autonómicas.

La situación no comienza hoy. La situación comenzó hace tres años y medio en la primera Investidura del Gobierno de Castilla y León. Entonces se conocía ya factores significativos en cuanto a la persona que se presentaba como candidato a la Presidencia de nuestra Junta. A partir de entonces, también pudimos conocer no solamente las posibles críticas de la Oposición o de ciertos sectores de opinión, sino que en el seno mismo del propio Partido Socialista ya comenzaron las primeras críticas a esta Junta y a estas personas.

Hoy todo es consecuencia de aquel primer planteamiento, de aquella primera nominación, porque los efectos posteriores eran previamente conocidos entonces por el propio Partido que proponía y después no han hecho otra cosa más que incrementar la responsabilidad de aquella decisión y llevarnos a las consecuencias reales del procesamiento de un Presidente de Gobierno, que yo creo que es insólito, nuevo, único en la Historia de las democracias, puesto que anteriormente a una situación de este tipo se han producido siempre las dimisiones de los afectados.

El mantenimiento del mismo, con todo el respeto a su persona, por parte del propio Partido no ha hecho otra cosa sino empeorar la situación y colocar a las Instituciones en grave peligro de credibilidad y de fortaleza ante el propio pueblo de Castilla y León.

Todo esto, unido a los propios problemas internos del partido mayoritario y a la falta de una clara política enraizada en los intereses y en los sentimientos de Castilla y León nos llevan hoy a esta situación de Investidura. Es cierto que se han utilizado todos los procedimientos para tratar de minimizar las situaciones y las consecuencias. Creo que a todos nos resulta muy fácil de recordar cómo, en cualquier otra circunstancia de cualquier otro partido que no sea el gobernante, los medios de comunicación, día a día, en primera página, reiteran constantemente los defectos, los problemas, las tensiones posibles internas, repito, de cualquier partido que no sea el gobernante. Hemos comprobado, ante una crisis tan delicada y difícil como la de las Instituciones de Castilla y León, cómo todo esto se ha minimizado y prácticamente ha pasado, salvo algunos medios de comunicación privados, ha pasado como una situación prácticamente sin mayor transcendencia.

Nuestro Grupo Parlamentario ha querido que esta crisis no afectase a las Cortes de Castilla y León, a esta Institución; hemos querido preservarla de los efectos de cuanto estaba ocurriendo y hemos querido hacerlo porque, por encima de todo, la preocupación de todos debe estar centrada en el prestigio de las Instituciones Autonómicas que, precisamente por su juventud, requiere la mayor atención, la mayor calidad de cuidados y la mayor disposición para evitar que queden salpicadas ante ninguna clase de circunstancias de partido o personales. No ha sido posible. Hemos contemplado cómo, por parte del partido mayoritario y de quienes tenían responsabilidades en la Junta saliente, se han producido incomparecencias, se han producido suspensiones de las mismas, se ha retrasado se ha impedido de alguna manera el proceso normal del trabajo en estas Cortes. Y nosotros pensamos que todas las Instituciones, especialmente las legislativas, especialmente las legislativas, deben ser Instituciones cuidadas, prestigiadas, mimadas, amparadas por todos los Grupos Políticos, porque en ellas reside precisamente la representación máxima del pueblo y el origen de todo poder.

Responsabilidad de todo ello, a nuestro Grupo no le cabe la menor idea: es el Partido Socialista Obrero Español de Castilla y León.

Y no valoramos personas. Necesariamente voy a tener que profundizar en situaciones que se relacionan con personas concretas, personas concretas que son dignísimas y que todo cuanto diga de ninguna de las maneras puede afectar ni a su dignidad, ni a su capacidad, ni a su inteligencia, ni a su honestidad, ni a su sentido de responsabilidad. Son personas cogidas en situaciones en las que su Partido no han debido utilizar de esta forma y han debido de respetar al tiempo que a las Instituciones, porque al final los efectos son los que estamos viviendo todos. Solamente cabe en estos momentos hacia ellos, hacia quienes resulten afectados por las consideraciones que desde mi Grupo Parlamentario he de hacer, sólo cabe para ellos el reconocimiento de la contradicción en que les coloca su propio Partido.

La crisis debió resolverse seriamente en su momento oportuno. En primer lugar, no debió producirse la primera nominación. Había antecedentes de que podía llegarse a una situación de este tipo. Sí se hizo entonces, a lo largo de los tres años y medio ha habido ocasiones y oportunidades en que, por parte del Partido Socialista, debieron tomarse las medidas adecuadas para evitar llegar a la situación en que hemos llegado. Hoy la situación nos aparece prácticamente como si fuera una especie de puente o de reserva, pero, desde luego, mal resulta. Y es incongruente, por la serie de razones que a continuación vamos a indicar. Parece ser, ya que se ha trabajado con las personas que hemos indicado, que el Partido Socialista

pag. 1629

no tiene hombres públicos en las condiciones adecuadas para poder gobernar Castilla y León.

Si las elecciones son el siete de Junio del próximo año quedan seis meses y medio aproximadamente. Pues, veámoslo, que puede ocurrir. Primero, será necesario ir a la designación de la nueva Junta. Tomarán posesión. Recibirán sus responsabilidades. Se producirá esa anunciada reestructuración de la Administración Autonómica. Comenzarán a conocer los responsables sus responsabilidades, sus funciones. Nos llegará la Navidad. Y no más tarde del mes de Abril, de principios de Abril del año próximo, se disolverán estas Cortes para dar lugar al proceso electoral que las renueve. Consecuencia: quedan tres meses, prácticamente, para poder hacer alguna clase de labor.

Pero todo esto con los Presupuestos del año ochenta y siete por medio. ¿No se querrá que en este tiempo se bloquee el trabajo de estas Cortes con estos Presupuestos, para evitar que las Cortes, en su función de control, puedan de alguna manera seguir dañando la imagen y la credibilidad del Partido Socialista gobernante? ¿No estará plantando una solución electoralista?

¿Y qué pasa con los Presupuestos? No se nos ha dicho. ¿Se van a cambiar los Presupuesto? ¿Se van a modificar?; sustancialmente, porque lo que se nos anunció era una modificación sustancial, requería una modificación sustancial. ¿Se van a retirar los Presupuestos? Son interrogantes que todos nos preguntamos.

Por esta duración, por estas circunstancias, por este escaso tiempo, parece ser que no quedaba otra posibilidad a la nueva Junta que tener que formar, que buscar un Gobierno de continuidad para gestionar con la mejor eficacia, para preparar el relevo de los gobiernos siguientes, del Gobierno siguiente; pero no era posible otra cosa, porque estas circunstancias de crisis y de tiempo no podían plantear de ninguna de las maneras un Gobierno con programa, con modificaciones importantes en los propios Presupuestos -y por otra parte, por ser los últimos de una Legislatura de alguna manera debieron ser consultados con la Oposición-, de contraer compromisos de envergadura, de incluso anunciar la posibilidad de nuevas leyes ante estas Cortes. No es presentable salvo que, saltando por encima de todas estas consideraciones lógicas, que estemos utilizando estos acontecimientos como primer acto electoral para el año mil novecientos ochenta y siete o como cortina que intente hacer olvidar lo anteriormente vivido por las Instituciones, que, por otro lado, está en la mente de tantos y está tan claro que es absolutamente imposible.

Pero parece ser que el Partido Socialista Obrero Español, incluso en su propia crisis, no podía ser congruente, no podía ser serio y honesto políticamente en el planteamiento de las soluciones de la crisis, ni podía ofrecer el candidato adecuado, al margen de la persona, que, en último término, no es otra cosa más que víctima de la situación y del compromiso en que le coloca su propio Partido. Por todo ello, se decide sacrificar intereses de la Comunidad Autónoma a una solución incongruente de partido, se parchea con ella una serie de problemas que no pueden ser ni mencionados, se toman posiciones ante las elecciones de mil novecientos ochenta y siete y se utilizan prácticamente los únicos materiales de que se dispone para construir la nueva solución.

¿Su Señoría no siente, de alguna manera, que ha sido embarcado? Si es así, hay que reconocer su valentía y también su sentido de la disciplina de partido.

Nuestra valoración de la Junta en los tres años y medio que han transcurrido es perfectamente conocida por los constantes pronunciamientos en que mi Grupo ha podido, de alguna manera, hacer constar cuál era la valoración que de la misma hacía, pero el Partido Socialista Obrero Español siempre nos decía..., nos rechazaba estas críticas por inoportunas, por catastrofistas, por sistemáticas, por demagógicas, y no eran ni una cosa ni otra. Ni han sido demagógicas, ni han sido catastrofistas, ni han sido sistemáticas. Recordemos que siempre hemos estado en disposición de cooperación y de ayuda y que cuando ha sido necesario, con discreción, contemplar situaciones que podían haber sido explotadas en profundidad políticamente, desde intereses de partido, nuestro Grupo, con una alteza de miras y con un respeto enorme a las Instituciones de gobierno de Castilla y León, ha sabido retener sus criterios precisamente en beneficio de esta positiva valoración de las Instituciones.

Nosotros entendemos que la propia división interna del partido está llevando a esta serie de situaciones. Ahora se ve confirmada, por otra parte, nuestra constante denuncia; todo esto que se nos ha reprochado de tener estas consideraciones, de inoportunas, de demagógicas, etcétera, etcétera, ahora resulta que nos encontramos con el discurso de investidura de Su Señoría en el que de alguna manera se vislumbran fuertes y duras críticas hacia la propia Junta de la que Su Señoría formaba parte. Y todo eso en razón de que, de alguna manera, se reconocen parcelas de opinión y de oposición que desde mi Grupo se han estado manteniendo. Recordamos la constante forma de repetir ese exceso de gasto que siempre se nos demostraba, de manera indemostrable, que es que era imposible reducir ese gasto, ese gasto corriente; ahora resulta que, por arte de birlibirloque, es perfectamente posible reducir ese gasto corriente.

Ante tanta burocracia como tantas veces mi Grupo ha estado insistiendo y que siempre se nos ha demostrado que era absolutamente necesaria para que las instituciones pudieran funcionar, hoy día parece ser que es posible reducir esa burocracia. Ante el concepto autonómico mantenido permanentemente por nosotros hoy parece encontrarse también una fórmula más aproximada a lo que decíamos.

Todo esto no es otra cosa que una crítica encubierta a la Junta, a su Junta, Señoría, que usted pertenecía a ella. La falta de entusiasmo del reconocimiento a los servicios

pag. 1630

prestados por la Junta anterior parece también que es una manera de subrayar esta consideración del señor candidato hacia la Junta saliente.

¿Y por qué vamos a reducirnos exclusivamente a los criterios expuestos por personas vinculadas a las instituciones, es decir, a la Junta?, ¿o a las Cortes?, si tenemos incluso las declaraciones del Secretario General del Partido Socialista en la Región, donde dice que ahora, ahora, la nueva Junta va a ser más honesta, más eficaz, va a tener menos coste, va a trabajar más y va a ser más rápida en la gestión. Señores, todo esto es demoledor para la Junta saliente; pero es que el candidato era miembro de la Junta saliente.

Dice Su Señoría que va a completar la oferta del programa del Partido Socialista hecho en las elecciones de mil novecientos ochenta y tres. Después de todo cuanto estamos diciendo y cuanto estamos conociendo, evidentemente, no es posible.

No puede olvidar Su Señoría que en la Junta anterior fue Vicepresidente y que en la Junta anterior fue Consejero de Presidencia y de Administración Territorial. Cuanto diga cambiando, modificando todo cuanto anteriormente se ha hecho no parece que sea una posición suficientemente lícita. ¿Es que se autocritica quizá Su Señoría? ¿Y su responsabilidad?

Por ejemplo, estamos ante los Presupuestos para mil novecientos ochenta y siete. Los Presupuestos llegan a estas Cortes después de haber sido aprobados por la Junta en su conjunto. Si algún Consejero no está conforme con los Presupuestos, antes de permitir que progresen con su respaldo el señor Consejero dimite. Pero lo que se ha enviado, dice, solamente cifras muy generales, algo tan curioso como lo siguiente..., y lo digo porque como se habla de la reducción de los gastos corrientes, pues, vamos a ver la historia de los Presupuestos del ochenta y cinco-ochenta y seis y la propuesta para el ochenta y siete. Y nos encontramos con que los gastos corrientes en el año ochenta y cinco eran el cincuenta y dos coma ocho en los Presupuestos, mientras que los gastos de capital eran el cuarenta y siete coma dos. Pero en el ochenta y seis se produce una modificación -modificación curiosa-, porque se incrementa un punto los gastos corrientes y disminuye un punto los gastos de capital -cincuenta y tres coma seis los primeros, cuarenta y seis coma cuatro los siguientes-, pero vamos a contemplar los Presupuestos que el señor Consejero ha aprobado para que vengan a estas Cortes. Y nos encontramos con la sorpresa de que de nuevo vuelve a incrementarse el gasto corriente -pasa al cincuenta y cuatro coma cinco-, mientras que los gastos de capital disminuyen al cuarenta y cinco coma cinco; menos gastos corrientes indiscutiblemente. ¿Cómo es posible esta contradicción?

En Gobierno de continuidad que no tiene otra función que la gestión de seis meses -que, analizados desde el punto de vista en que lo hice anteriormente, prácticamente quedan reducidos a tres meses-, lo que normalmente se hace es conservar el equipo, dar sentido de continuidad y, si los Presupuestos están en marcha de alguna manera, conservarlos, sobre todo si se ha tenido parte en la confección de los mismos y se han aceptado. ¿Cómo es posible que se diga que se van a cambiar ahora?, ¿cuándo?, ¿cómo? Desde luego, cualquier medida, la que quiera que sea, por incongruente que parezca debe de ser urgente y rápida. Al final, parece ser que todo nos va dando la razón.

En un Gobierno de continuidad que ha de hacer una gestión, y cuando se produce en razón de la obligada dimisión del Presidente, lo normal es que se conserve todo lo demás menos el Presidente, para poder hacer frente a este limitadísimo tiempo de vida. Pues, aquí, se cambia todo menos, al parecer, la parcela más criticada, más reconsiderada que el propio candidato ha hecho en su discurso de investidura: es el área de Economía y Hacienda; y, por favor, estoy hablando según informaciones que llegan de todos los lugares y que, por supuesto, si no llegan de todos los lugares y que, por supuesto, si no han de confirmarse yo no tendré ningún inconveniente en rectificar cuanto pueda decir alrededor del tema.

Es criticable la permanencia de esa área después del discurso del Presidente...; con otro discurso hubiera sido distinto, pero con el discurso del Presidente es perfectamente planteable el problema de la continuidad del señor Consejero de Economía, si es que va a continuar, por su política de presupuestos y también por su política sobre la propia financiación de la Autonomía.

En este tema tan grave como es la financiación de la Autonomía se ha aceptado la imposición del Gobierno Central, con unos criterios que se han modificado a peor a lo largo de las discusiones y que hacen daño irreparable a los intereses directos de la propia Comunidad de Castilla y León. Recordemos cómo Canarias, gobierno socialista Señorías, votó en contra de este sistema de financiación... Me van a decir que el que las Comunidades gobernadas por Coalición Popular, pues, se han abstenido, es lógico, tiene que estar en contra. Pero hay una cosa también muy significativa que se va a enlazar con algunas consideraciones que haré más adelante y es la propia posición de Cataluña. Cataluña se encuentra alborozada, se lleva prácticamente más de cincuenta..., casi cincuenta mil millones de pesetas más de los que inicialmente estaban previstos que se llevase. ¡Ahí, eso sí, vamos a tranquilizarnos: hay una promesa del Gobierno Central y una aceptación de nuestra Junta de negociar una posible nueva aportación, de entre seiscientos y mil quinientos millones de pesetas, para ver si es posible que de alguna manera lleguemos hasta la media del incremento de las aportaciones o de la financiación del resto de las Autonomías. Es decir, una Autonomía de las menos desarrolladas que acepta, como el no va más de lo conseguido, llegar si es posible a igualarse con esa media de incremento de la financiación. pag. 1631

Por ese camino, desde luego, no vamos a conseguir aminorar las distancias con las regiones más desarrolladas.

Fondo de Compensación Interterritorial, por ejemplo. Recordemos cuanto alrededor de este Fondo de Compensación se ha producido. Tengo uno datos que creo que..., cuando los encuentre se los diré a Sus Señorías, para que observen los efectos del Fondo de Compensación Interterritorial en relación con la disminución de distancias en el desarrollo de nuestra Comunidad en relación con otras importantes.

Si les parece a Sus Señorías que todas estas noticias, en cuanto a Presupuestos y en cuanto a financiación, no aconsejan que el señor Paniagua no continúe en la Junta, díganme Sus Señorías a qué tenemos que esperar. Señor Paniagua, yo creo que es absolutamente honesto y necesario que diga, desde mi Grupo, que no es posible su continuidad.

Por otro lado, viendo las cosas desde el punto de vista del interés general, estamos pendientes en mi Grupo, también, que se produzca una respuesta a nuestra interrogación sobre que se nos fije, por parte de la Junta, los criterios respecto a la financiación de las Comunidades Autónomas que se sostienen, que se han sostenido frente al Gobierno y cómo se pretende que, a través de este procedimiento, se haga la justicia debida a nuestra Comunidad. No hemos tenido aún respuesta; esperemos que no tarde en producirse.

Pero veamos, señor candidato, cuáles son las responsabilidades propias en relación con la Junta anterior; responsabilidades directas de Su Señoría: Función Pública..., yo no voy a ir más que a unos pequeños detalles y, además, en la medida de lo posible los más cercanos. Por ejemplo, a esa compañía internacional con sucursal española, que se llama "Hay Ibérica" se le hace el encargo de que nos haga un estudio en profundidad del tema de nuestra Función Pública, de nuestros puestos de trabajo, de nuestros funcionarios. El diecisiete de Agosto terminaba el plazo de entrega del trabajo de esta compañía. Lógicamente, si este año era el primero en que había que hacer una Oferta Pública de Empleo debiera de haberse esperado, como es natural, a que esto se produjese. Pues no, señores, desde el mes de Enero se está produciendo esta Oferta Pública de Empleo sin tener para nada en consideración los resultados de este trabajo que para algo se habrá pedido, digo yo.

Aumento de la burocracia en mil novecientos ochenta y seis. Pues, miren ustedes, nada menos que mil trescientos puestos nuevos. Delegados Provinciales, no se ha hablado nada; en el discurso de investidura del señor candidato yo esperaba que se hicieran algunas consideraciones, puesto que se habló de la disminución del gasto corriente, de disminución de la complicación administrativa y burocrática, etcétera, etcétera. Imagino que habrá alguna respuesta para esto.

Se habla, por el contrario, de que desaparezca la Oficina del Portavoz y sus consecuencias provinciales, así como los sistemas de apoyo a la Presidencia. Pero no se queden ustedes satisfechos con esta situación; habrá otros procedimientos para cubrir estas funciones que van a dejar de ser cubiertas por unos organismos que van a desaparecer.

En último término, si se cumplieran estas cosas, es una mínima parte de lo que nosotros venimos pidiendo y que se nos viene diciendo, de manera constante y permanente, que no es posible.

En estos momentos hay doscientos quince altos cargos y gabinetes. Su Señoría en su Consejería en el año ochenta y seis, tenía cuarenta altos cargos y miembros de gabinete. Pues, para el ochenta y siete, en los Presupuestos, figuran cuarenta y siete; hay un incentivo de siete. Bueno, qué decir si en esta sola Consejería tiene más nivel de altos cargos y gabinete que otras tres Consejerías juntas.

¿Se cumplen las condiciones de contratación, de mérito, capacidad, objetividad, profesionalidad, etcétera, etcétera? Pues, vamos a ver. ¿Por qué, entonces, la abogacía del Estado presentó el recurso correspondiente ante decisiones de la propia Junta?, ¿por qué la U.G.T. habla de no limpieza en las oposiciones a guarderías?, ¿por qué los letrados de la Junta no han emitido el informe, que fue aprobado en Comisión en estas Cortes el día quince de Noviembre del ochenta y cinco, sobre legislación aplicada o de aplicación a los contratos administrativos hechos?

Sueldos de altos cargos en el ochenta y cinco, que es lo que se puede controlar porque el Presupuesto del ochenta y seis no se ha terminado y no tenemos la liquidación. Sobre lo presupuestado hay un incrementos del veinte por ciento en sueldos de altos cargos. Alguien dirá: bueno, pero es que esto se refiere porque no se había tenido en cuenta por error los trienios. Bueno, miren, Señorías, el señor Presidente de la Junta no creo que estuviera afectado por el tema de los trienios. Pero qué voy a decir, qué va a decir la oposición si el propio P.S.O.E. ya ha criticado todas estas cosas.

Sobre Administración Territorial y Autonómica, la Ley, que ya popularmente se llama "Ley Nalda"..., por supuesto, afortunadamente es bastante distinta del primer intento de aprobación de una Ley Nalda; de todas maneras le queda mucho por acercarse. Pero, lo que ayer nos decía Su Señoría verdaderamente quiere decir que hay un giro de concepto, de criterio, hay un acercamiento a nuestras tesis. Cuando usted habla de Corporaciones Locales, ¿está utilizando esa denominación genérica con lo cual se está, de alguna manera, camuflando la consideración adecuada de las Diputaciones?, ¿está usted hablando sólo de Ayuntamientos?, ¿o está hablando de Diputaciones y de Ayuntamientos? Consideraciones que de alguna manera es necesario que se expliquen y clarifiquen. De todas

pag. 1632

formas, si hay un cambio de posición, ¿está usted seguro que su partido le apoya en ese cambio?

La burocracia en estos momentos es más lenta, es más compleja y, en muchos aspectos, tiene hasta dos canales paralelos para resolver los problemas. Su reforma supone, desde luego, una reforma administrativa, una reorganización administrativa de la Junta, y supone, si es que no le hemos entendido mal, transferencias a Diputaciones y Ayuntamientos, y delegaciones de funciones a Diputaciones y Ayuntamientos, y, desde luego, una decidida y enérgica tarea de desburocratización.

En cuanto a promesas personales eran muy ambiciosas, pero de todas las maneras vamos a decirlas. Su Señoría, el dieciséis de Noviembre del ochenta y tres decía: "La Consejería va a intentar, y lo vamos a hacer con la ayuda de todos los ciudadanos, el programar un nuevo diseño de Castilla y León para lograr, en un futuro próximo, que esta Región pueda despegar de la situación menesterosa en que se encuentra en este momento". La realidad de hoy es que nuestra Comunidad cuenta con una renta inferior, relativamente, a la que en aquellos momentos constaba.

Luego, si hablamos de..., éstas eran responsabilidades directas, las compartidas con el resto de la Junta. Está el problema del sucursalismo, está perfectamente claro que la Junta, a lo largo de todo este tiempo, se ha movido orientada por los intereses que se indicaban desde Madrid -y luego vamos a verlo además en unas consideraciones que al caso voy a hacer y que acabo de recibir de la contemplación de la televisión regional-, y además, por si fuera poco, también hay una subordinación directa de la Junta, del Gobierno de Castilla y León, a la Ejecutiva Regional del Partido. Esto es algo que la prensa nos lo ha traído incluso hasta con fotografías.

Pero hay algunos ejemplos también importantes en relación con las intenciones manifestadas ayer. Comunicaciones; pues, no cabe la menor duda de la necesidad de comunicar todas nuestras tierras, pero, ¿dónde estaba esa buena voluntad cuando ustedes se opusieron rotundamente a que esto pudiera llegar a Madrid? No sé, no me atrevo a decir que estuvieran cumpliendo los deseos que le habían sido indicados desde el Gobierno Central, pero el hecho concreto es que sirvieron ustedes concretamente a los intereses del Gobierno Central, pero no a los intereses de la Comunidad de Castilla y León.

Habla del Plan de Carreteras, bueno, no quiero entrar en mayores detalles, pero todos sabemos perfectamente que el Plan de Carreteras adolece, en primer lugar, de un mal planteamiento de financiación que además no se está cumpliendo como estaba previsto. ¿Lo va a resolver Su Señoría en seis meses?

La Ley de Fondo de Compensación. Se rechazó en su tiempo nuestra propuesta también de que estas Cortes se pronunciasen para que con la fuerza del pronunciamiento de un Parlamento se pudiera ir hasta el Gobierno Central, diciendo que había que considerar los criterios expuestos en la Ley de Financiación de Comunidades Autónomas, y cuando esto se tradujese en su interpretación en la Ley del Fondo de Compensación Interterritorial, se tuviera en cuenta una interpretación adecuada a la filosofía, que marca la Constitución, no que se falseara la filosofía de la Constitución, que es lo que se está haciendo.

Y también ha participado en la aceptación de los procedimientos de financiación que el Gobierno Central ha establecido para las Autonomías; otras no han sido tan dóciles como ésta.

Por otro lado, con la responsabilidad que Su Señoría tenía en Administración Territorial, no puede olvidar que hay un artículo en la LOFCA, que es el número 15, que habla de que, cuando no se disponga de recursos precisos para alcanzar el nivel medio de prestación de servicios, el Estado, en sus Presupuestos, consignará las cantidades adecuadas. Quisiéramos conocer las gestiones y los planteamientos y las respuestas recibidas del Gobierno Central ante los requerimientos de la Junta en ese caso. Sabe Su Señoría, que como consecuencia de los efectos del Fondo de Compensación Interterritorial tal y como está resuelto -y voy a utilizar datos aportados por el Gobierno de Madrid, por supuesto no se tienen más que hasta el ochenta y cuatro, son tres años: ochenta y dos, ochenta y tres, ochenta y cuatro; el ochenta y cinco no se tiene todavía calculado y el ochenta y seis menos todavía-, las posibilidades, el nivel de desarrollo de Castilla y León ha disminuido en una décima. Dirán que no es mucho, pero, claro, si lo comparamos con el crecimiento de Cataluña o del País Vasco que, claro, regiones enormemente subdesarrolladas han conseguido crecer en ese tiempo, uno coma ocho Cataluña y dos coma uno País Vasco, me parece que ya podemos empezar a pensar que algo grave está ocurriendo con ese Fondo de Compensación del que tantas veces hemos hablado nosotros.

Podíamos entrar en la participación de tantas y tantas acciones. Solamente recordar que, cuando Su Señoría hacía mención a los temas de la Consejería de Educación y Cultura, que de todo cuanto habló precisamente habló de temas que no son de competencia de nuestra Comunidad. No sé si eso quiere decir que, en la medida de lo posible, van a reclamarse con urgencia la asunción de competencias para poder hablar de las mismas.

Hablaría, pues, yo qué sé, de Agricultura; ¡cuánto se puede decir!, cuanto se puede decir señor Consejero. Cámaras Agrarias, por ejemplo; ¿qué se va a hacer? ¿Se va a pedir la asunción de competencias por parte de nuestra Comunidad para hacer frente al problema gravísimo que va a crear, si se aprueba la Ley de Cámaras

pag. 1633

Agrarias que está en tramitación en estos momentos en el Parlamento Central?

En el plan contra incendios, muy importante y muy interesante cuanto dijo; absolutamente cierto, nadie puede modificarle un sólo punto. Solamente ocurre lo siguiente y es que en el año mil novecientos ochenta y seis se habían presupuestado seiscientos veinte millones de pesetas. ¡Ah!, pero para el ochenta y siete se han presupuestado seiscientos ochenta millones de pesetas; hagan ustedes la transformación de pesetas sesenta y seis a pesetas sesenta y siete y verán ustedes como prácticamente es la misma cantidad; no creo que con la misma cantidad se pueda hacer nada distinto de lo que ya se hizo. Hoy aquí sí que hay que hacer cosas y cuestan dinero, desde la limpieza y guardería de montes hasta repoblación, adquisición de material de defensa, dotaciones, etcétera, etcétera..., si es que...

Sanidad. ¡Qué diríamos! También responsabilidades compartidas. Vivienda, usted nos habló de vivienda. Bueno, todos conocemos el fracaso rotundo del Plan Cuatrienal de Viviendas. Habrá alguna posible solución para todo ello.

La reforma administrativa que nos propone sería válida si se contara con tiempo para ello, pero Su Señoría sabe que es perfectamente claro que, sólo con acomodar esta reforma administrativa y hacer encajar las piezas y comenzar a funcionar, se agota el escaso tiempo que nos queda. Por otro lado, esa reforma administrativa sería cierta si verdaderamente empezasen a disminuir organismos que no fueran sustituidos por otros, pero que es que en este caso son sustituidos por otros.

Resumiendo. Por todo cuanto he dicho no es usted el candidato y no porque usted no reúna condiciones. He dicho al principio que todo cuanto pudiera decir no afectaba en absoluto ni a la consideración ni al valor de las personas, sino a las circunstancias en que le coloca su partido. Usted presenta un programa irrealizable en estos momentos, hay una serie de contradicciones, no tiene usted respaldo adecuado de su propio partido, hay una provisionalidad manifiesta que usted no ha aceptado pero que está ahí; hay que reconocer que solamente tiene una posibilidad, que es la de hacer una buena gestión y administración. Y decía antes que, viendo la televisión, había recibido una información que para mí ha resultado, en principio, sorprendente; luego después perfectamente congruente con cuanto conocemos. Preguntaban al señor Secretario General Regional del Partido que si es verdad que no contaba usted con suficientes apoyos en el partido y todos hemos podido conocer que usted cuenta con perfectos apoyos: el del señor Alfonso Guerra, el de Ministros del Gobierno y el de altas autoridades del Partido Socialista en Madrid. Pero señor, ¿y los apoyos a nivel regional?; si existen, ¿por qué no se dice?, y si no existen, ¿por qué se le nomina? ¿Comprenden por qué hablamos de sucursalismo?

Su programa. Pues, es bonito, es declaratorio, es demagógico, es electoralista, es aparentemente conciliador con la Oposición; pero, si se profundiza, mientas no se clarifiquen cosas esa conciliación no aparece. Quiere aparecer que no es un programa de transición; sí lo es. No habla una sola vez de progreso y una sola vez sí habla de solidaridad: en la lucha contra incendios.

En las supresiones de organismos, ¿ha contado usted con los directamente afectados? No me refiero funcionarios; hay sectores sociales y económicos que pueden quedar afectados por todo ello.

Miren ustedes, esto que usted nos dice es como eso que pasa con los malos estudiantes: todo el curso de veraneo y unos días antes de los exámenes finales en el mes de Junio, unas cuantas noches en vela estudiando y metiendo codos, se pretende aprobar el curso. Pero esto se lo digo a usted, pero se lo digo también al Partido Socialista Obrero Español en Castilla y León: lo que no se ha hecho en tres años y medio no es posible intentar hacerlo en unos mermados seis meses como dijimos anteriormente.

Repetimos una vez más: por sus responsabilidades en la anterior Junta, por la incongruencia del planteamiento con que se va a dar por su partido solución a esta crisis, por todo ello, repetimos, y con todo el respeto a su persona, no es el candidato adecuado. Así parecen creerlo importantes sectores del Partido Socialista, anteriores miembros de la Junta, altos cargos de la misma. Si es mentira todo esto, por favor, dígaseme, demuéstreseme y yo rectifico con gusto, porque me gusta siempre ser justo con todas mis apreciaciones.

De su discurso olvida que, para la precaria situación en que se encuentra, lo primero que tiene que hacer es poner los pies en el suelo y no estar en las nubes. Tiene que tener conciencia de sus limitaciones y no son limitaciones personales, repito; sus limitaciones vienen del tiempo que le queda, de la autoridad con que puede ejercerlo por las precarias ayudas que tiene -por muy importantes que sean las de Madrid, parece que también, de alguna manera, tendrá usted que considerar su propia posición-, por la clase de respaldo que viene de estas escasas ayudas dentro de la Comunidad y porque su función no puede ser otra cosa más que gestora y administradora hasta que pueda usted entregar, en debida forma, el gobierno de esta Comunidad a quien corresponda después de las elecciones, que nosotros pensamos, dirán ustedes que ilusionadamente nada más, creemos que justificadamente, que seremos nosotros.

Pero para todo eso, puesto que debe de ser consciente de sus limitaciones, nosotros entendemos que debe buscar apoyo y comprensión. Para ello debe limitarse a lo lógico y debe de limitarse a lo posible con una humildad realista, y con esta humildad realista pedir las ayudas necesarias, pedir comprensión para la posición en que se encuentra y ofrecer la mejor disposición para recibir los apoyos o las ayudas que yo le aseguro que, provenientes

pag. 1634

de mi Grupo serán serias, honestas y exclusivamente dirigidas a la mejora de las circunstancias de nuestra Comunidad.

Pero no ha pedido usted eso a nadie, ni a los sectores económicos, o sociales, o políticos de la Comunidad, pero tampoco lo ha pedido a los Grupos representados aquí, y recuerde Su Señoría cómo, de manera constante, mi Grupo ha estado ofreciendo siempre una leal colaboración, siempre que esto no significase para ustedes que la leal colaboración consistía en aceptar sin más cuanto ustedes nos fueran a proponer; esta oferta nuestra se ha repetido siempre y se repite hoy. Hace escasos días el señor Aznar repetía esto también: ofrecía colaboración para ayudar a la resolución de la crisis. Nosotros estamos dispuestos a apoyar para un planteamiento de Gobierno honesto, serio y limitado a las posibilidades que usted tiene en estos momentos y siempre que haya una leal correspondencia por su parte. Así le reiteraríamos nuestro apoyo -por supuesto, por Castilla y León, no por el Partido Socialista que parece ser que le ampara, según dice-, para remediar en la medida de lo posible la postura de los tres años. Usted tiene ambiciones de tratar de preparar la asignatura pendiente en los últimos días de curso antes de examinarse; bueno, no tendríamos inconveniente en ayudar a reparar todo lo que a lo largo de tres años ha podido ser, desde luego, porque entendemos también que esta crisis debe resolverse y el partido que le sostiene a usted no tiene otra solución al parecer.

Pero, para ello, antes, señor candidato, debe definirse como un Gobierno de simple gestión pero rigurosa, debe reconocer sus responsabilidades, debe admitir su corta provisionalidad, debe de romper las contradicciones que hemos indicado. Hablar de todo para no resolver nada, hacer un planteamiento aparentemente pragmático pero que no significa otra cosa más que una continuidad incluso incrementada posiblemente de la burocracia. Una autonomía que luego parece que quizá pueda quedarse sólo en cierta descentralización, unas carreras administrativas que se sustituyen por la libre designación, una continuidad que luego se aparece aquí como rectificación y reforma, nos parece todo la misma letra de antes pero quizá con distinta música.

Crítica de la Junta; por favor, fue parte de ella. Reforma o retira los Presupuestos; si los había aprobado anteriormente. Reduce el gasto corriente; pero si es que crece. Si Su Señoría está en condiciones de poder contestar afirmativamente a los requerimientos que mi Grupo le hace, entonces, mi Grupo estaría dispuesto a votarle favorablemente. De otra manera, lo sentimos, pero no podrá tener el voto favorable de nuestro Grupo. Muchas gracias.

(Aplausos).


EL SEÑOR PRESIDENTE (SEÑOR LLAMAZARES FERNANDEZ):

Muchas gracias. Tiene la palabra el señor Nalda García.


EL SEÑOR NALDA GARCIA:

Señor Presidente, Señorías. En primer lugar, yo quisiera dar una palabra de agradecimiento al Portavoz del Grupo Popular por todas las palabras de aliento personal que ha vertido, porque realmente, a lo largo de todo su discurso, si las hubiera ido entresacando, pues, hubieran sido francamente favorables a una inmensa mayoría, al menos, de las ideas que ayer, pragmáticamente según usted, se vertieron en el discurso de investidura; pero tengo que hacerle una advertencia inicial, y además yo creo que la opinión pública me conoce de otra manera: He sido de las personas que no he necesitado jamás el empacho final para aprobar un examen; esto es conocido. Es más, soy de los que normalmente he ido trabajando día a día para aprobar con normalidad, con una cierta dignidad a veces, las asignaturas. De todas formas, creo que esa forma de ser la he mantenido y me parece que esta asignatura a la que todos..., y yo como candidato me he estado brindando a Sus Señorías, creo que también la aprobaré con el mismo margen. Y de verdad no tengo ninguna preocupación por el empacho final, porque creo que a lo largo de estos ocho meses, que son más, usted reconoce que son más incluso de lo que muchos cursos escolares, pues creo que tendré suficiente tiempo para poder aprobar muchas de esas cosas que aquí se han dicho ayer.

Pero es más. Yo le diría, señor Bosque Hita, no se preocupe. Si ustedes están tan seguros de que son los que van a recibir el testigo, pues, hombre, deberían aplaudir precisamente el que yo siguiera en las nubes, no debería de haberme reconvenido por eso, sino haber dicho: vamos a apoyar a este chico, porque cuanto más alto se suba posiblemente el batacazo será mayor, y que me hubiera dejado cometer errores, porque eso les va a beneficiar. Yo, señor Procurador, creo que es precisamente todo lo contrario lo que les preocupa, y por eso es su intento durante todo el discurso, no de dar un modelo alternativo de Comunidad, porque aquí no ha habido, por parte de su Grupo, un modelo alternativo de Comunidad -cuestión a la que ya nos tienen totalmente acostumbrados por otra parte-, aquí lo que ha habido es un intento de desprestigio de una institución, para mí..., yo no voy a decir sagrada, pero sí una institución a la cual pertenezco y a la que pertenezco conscientemente, sin ningún interés ni mediato ni inmediato nunca, y que siempre se dedicó a ofrecer al pueblo español una mejora en las condiciones de vida de todos los ciudadanos; me estoy refiriendo, por supuesto, al Partido Socialista Obrero Español, del cual me declaro orgullosamente ser militante del mismo. Haber colaborado con todos mis compañeros en la construcción de una alternativa para este país que ha permitido consolidar las libertades y la Democracia, que ha permitido también, al mismo tiempo, responsabilizarme en el cumplimiento de unos objetivos y poner en marcha..., y yo creo que esto es lo que tanto al candidato y Presidente actual como a mí ahora como candidato nos unió, como quedé ayer perfectamente claro, que es el programa, que son las ideas, que es el proyecto de los socialistas el que ofreció a Castilla y León en mil pag. 1635

novecientos ochenta y tres, que recibió un respaldo mayoritario y a ése es al que estrictamente me debo y orgullosamente subo a esta tribuna..., por supuesto, como usted muy bien dice, sabiendo que estoy embarcado, pero la cuestión no es el saber que estás embarcado. La cuestión más importante es saber que te toca llevar el timón y a mis compañeros, a todos ellos, les toca remar para seguir adelante con el objetivo que nos habíamos marcado.

Dicho esto, que en el fondo viene a condensar todo su discurso, quiero ir desgranando, al menos reflexionando, sobre alguno de los punto que ha ido..., no sé, contando o reiterando a lo largo de su intervención.

El tema de la crisis institucional. Yo creo que eso es todo lo contrario lo que se ha producido. Lo que se ha dado muestras es de unas Instituciones consolidadas, de unas Instituciones capaces de soportar una posible crisis, en un momento dado, del tipo, del rango y de la altura que se quiera. Creo que eso es lo que aquí se ha demostrado; y en eso, Señoría, ha colaborado usted también, porque recuerdo que éramos partícipes ambos en la Junta de Portavoces de esta Cámara, yo representando al Gobierno, usted representando a su Grupo Parlamentario. Yo creo que allí en aquellas reuniones de la Junta de Portavoces se quedó muy claro cuál era la continuidad de las Instituciones, cuál era el vigor de estas Instituciones y cómo realmente también las Cortes y también la Junta de Castilla y León habían podido y han sabido superar una situación que era nueva y que, sin embargo, en otros países europeos es carta de naturaleza de todos los días y no pasa nada, y no pasa nada porque realmente, lo mismo que aquí, las Instituciones han seguido funcionando. Lo que pasa es que las Instituciones funcionan, pero no al interés particular de cada uno de nosotros. Hombre, posiblemente a mí me hubiera interesado que hubiera comparecido no sé qué Consejero o no sé cuál alto cargo. Pero, evidentemente, y todos éramos conscientes y creo que eso es el verdadero valor de las instituciones en la democracia, tienen que comparecer aquellas personas que en un momento dado pueden coger compromisos y pueden responder a esos compromisos frente a las Cortes.

En ese sentido, quiero decirles, para que no tengan ningún trauma ni se preocupen por ese cronograma que nos ha hecho Su Señoría un poco acortado en el tiempo, que en cuanto el Gobierno esté constituido pedirán todos los Consejeros su comparecencia en las Comisiones respectivas, para explicar, puntual, y les den cumplida satisfacción a todas Sus Señorías de las líneas concretas de decisión que vayan a tomar en el próximo período.

Yo creo que no es bueno, ayer me lo decía uno de sus colegas, usar ese método..., que no sé cómo me dijo que se llamaba, creo que se llamaba el método de "Hollendorg", en resumidas cuentas, en nuestras casas, por aquí, por estas tierras, se suele decir el "diálogo de sordos"; yo creo que no es bueno eso, no es bueno que ustedes digan una cosa y nosotros digamos otra y aquí ninguno nos escuchemos. Porque no es bueno que aquí se diga que nosotros tenemos unos problemas internos, que no están visibles, que no se cumplen en la realidad, que hay un todo solidario del hacer de nuestro partido, y no se tenga en absoluto nada respecto de otras crisis, que yo no voy a andar en ellas ni siquiera las voy a citar; solamente quiero decir que existen, que se cuentan, que aparecen. Por favor, seamos sobre esto mucho más discretos, porque "en todas las casas -fíjese-, cuecen habas", en algunas a calderadas; pero realmente, por favor, no intenten proyectar hacia otros aquellos problemas que tienen ustedes internamente. Dejen que la institución, que el partido político..., y eso no es sucursalismo, eso es simplemente que lo que reconoce la Constitución como formadores de la opinión política del pueblo español actúe en consecuencia, y es que los partidos políticos tienen que tomar decididamente sus responsabilidades. Y eso no es sucursalismo; eso es simplemmente, vuelvo a repetir, ejercicio del principio constitucional que dice que los partidos políticos son los que forman la mayoría y la voluntad política del pueblo español.

Los plazos, lo he citado. Creo que les ha acortado excesivamente; al final, evidentemente, mi curso de nueve meses me le quedaba reducido escasamente a un mes; yo creo que vamos a tener alguno más. Y usted me decía: "llegan las navidades". Y yo le digo, un poco en todo de broma: ¡hombre! y, por favor, los Reyes, los Reyes Magos; y resulta que a lo mejor podemos tener algo, algún cierto grado de conexión con este proyecto mágico, que usted decía que era el proyecto que yo presenté ayer, y casualmente, pues, somos premiados por los Reyes, también, con ese tiempo, ese tiempo suficiente que Su Señoría no ha querido concederme. Yo de verdad les insisto que hay tiempo, que muchas de esas actuaciones son actuaciones inscritas justamente en el período que toca correr y que me va a tocar gobernar; que algunas de ellas, por supuesto, se proyectan mucho más allá, pero yo creo que ésas que se proyectan más allá no están hipotecando en absoluto ningún futuro de ningún partido político que concurra a la arena electoral y revalide la voluntad del pueblo en las próximas elecciones de mil novecientos ochenta y siete. Yo creo que se están cerrando determinadas cuestiones y yo ayer, al final de mi discurso, si ustedes se daban cuenta, decía "y desde él se pueden proyectar hacia otras iniciativas"; ¡ojalá! sean ustedes, porque también de esa manera se estará demostrando la estabilidad de las instituciones, pero no queda..., no me queda remedio que decir que, evidentemente, lo que nosotros pretendemos es que quien se consolide, quien vuelva a coger el testigo, sean gentes de nuestro Partido Socialista Obrero Español.

Y por eso no se preocupe Su Señoría, no vamos a bloquear en absoluto los Presupuestos de mil novecientos ochenta y siete. Yo creo que ayer quedó bastante claro y me parece que sin ningún ánimo de no consensuar o de

pag. 1636

no acordar, que dice Su Señoría..., dice "se tendría que haber acordado con la Oposición"; pero, por favor, ¿dónde se tiene que acordar con la oposición más que dentro de las paredes de esta Cámara? Por lo tanto, los Presupuestos, dentro del debate Parlamentario presupuestario, serán acordados; algunas enmiendas serán recibidas, otras serán rechazadas, pero éste es el juego de la concurrencia de pareceres diferentes y esos pareceres diferentes, en algún momento dado, unos triunfan y otros pierden, pero eso no puede decirse que no acuerda con la Oposición. Lo que ocurre es que se acuerda dentro de los marcos democráticos y parlamentarios.

Le digo más. Ayer yo decía que estudiaría el Gobierno cuáles serían los modos y formas mejores para adecuar el Presupuesto a la realidad que estaba exponiendo y decía "con la colaboración de Sus Señorías"; por supuesto, con la de todas Sus Señorías, ése es el punto fundamental. Y creo de verdad que, si esa colaboración existe, esas modificaciones pueden realizarse con muy poco costo sobre..., es decir, costo temporal, sobre el calendario ya establecido por esta Cámara.

Me hablaba de algunas de mis implicaciones en la gestión anterior y sobre todo hacía una valoración negativa de la posible continuidad de los responsables de la Consejería de Economía y Hacienda, y los metía, en cierto modo, en un carro que es el de decir: ustedes son responsables de la financiación autonómica, ustedes son responsables -y a mí en particular usted me lo podía decir mucho más directamente-, de parte del articulado o de los parámetros que se usan en la Ley del Fondo de Compensación Interterritorial y hay algunas otras cosas. Y quiero decirle que sí, pero que me siento también realmente satisfecho de esa implicación mía en..., tanto en lo que significa la Ley del Fondo de Compensación Interterritorial como lo que va a significar la nueva financiación autonómica. Miren, Señorías, donde se acuerda la financiación autonómica, en definitiva, no es en el Consejo de Política Financiera -el Consejo de Política Fiscal y Financiera es un órgano de consenso entre responsables de Economía y Hacienda-, donde se acuerda esto es las Comisiones Mixtas. Yo les ruego, y tomen nota porque hay unos representantes de su Grupo que algunas veces no acuden, yo les ruego que el día veintisiete, tomen nota, el día veintisiete hay Comisión Mixta, el próximo día veintisiete. Entonces, en ese momento se va a ver si realmente lo que ustedes hoy han vertido aquí sin mayor contrapeso, y no tengo tampoco ninguna gana de desilusionarles en lo que ustedes han dicho, va a ser o no realidad. Les puedo asegurar que, por ejemplo, un tema muy importante, que también Su Señoría ha citado pero que no lo ha ligado a la financiación, es precisamente uno de los puntos que a nosotros más nos ha preocupado. Miren ustedes, la financiación autonómica -¡fíjense! lo que voy a decir..., y no es verdad que vaya a ser eso-, se podría cerrar como se quisiera salvo con una condición: que dentro de un período oportuno -período oportuno que se fija hasta mil novecientos ochenta y ocho y que, por lo tanto, entrará en mil novecientos ochenta y ocho-, se pusiera en marcha el artículo 15 de la Ley Orgánica de Financiación de Comunidades Autónomas. Pues, miren ustedes, ha sido a propuesta de Castilla y León, consta en las Actas del Consejo de Política Fiscal y Financiera, y ha sido asumido por el gobierno de la Nación y ha sido apoyado también por otras Comunidades Autónomas, el artículo 15 de la LOFCA va a ser una realidad en el plazo prudente, posiblemente, de un año. Y es un tema que puede parecer, a lo mejor, a los no entendidos, y me permitirán por eso que lo explique, que puede parecer que no tenga importancia. Miren, ese artículo significa los fondos necesarios para la nivelación en servicios mínimos en todas las Comunidades Autónomas. Por eso el que les diga que se podía cerrar como se quisiera, siempre que el artículo 15 de la LOFCA fuese una garantía de que su cumplimiento se iba a implementar. Y yo creo que esa garantía se va a tener, se tiene ya desde las Actas del Consejo, pero es más: va a constar también en el Acta de la Comisión Mixta de Castilla y León con el Gobierno del Estado.

Creo que por eso es por lo que, de verdad, mis participaciones en esas actividades y las participaciones también del Consejero de Economía y del conjunto del resto de los Consejeros de la Junta son una participación solidaria y una participación positiva sobre el hacer y sobre la gestión para esta Comunidad.

Con eso me permito hacerle una valoración que ustedes han hecho negativa, y que yo creo que en cualquier otro país habituado más posiblemente a estos cambios y a estas situaciones o a situaciones análogas, pues, puede que lo valoren de otra manera a como lo hacen Sus Señorías. Ustedes dicen "es que no hay continuidad", aunque luego a lo largo de su disertación ha parecido que todo era continuidad y que lo único que era mi discurso era una cortina de humo para envolver o para cambiar la música -creo que ha dicho usted la misma letra con distinta música-, ya es algo el que la música sea diferente, yo creo que ya es importante tener distintas músicas. Y lo mejor por eso, porque hay distintas músicas, hay distintas formas de llevar la orquesta, hay, pues..., personas, las primeras figuras a lo mejor de alguna orquesta, que no se adecuan convenientemente a la batuta del director; eso, lógicamente, en cualquier país, pues, está en el respeto plural tanto a la decisión de unos para que digan que no siguen con la batuta de su director como también el respeto al propio director, entiendo yo, de que pueda hacer los cambios que estime oportunos en su equipo. Esta es la cuestión y eso es como hay que valorarlo. Esto no es una valoración de una crisis, es la valoración de un procedimiento normal de ejecución; cuando hay un cambio en el responsable de la orquesta algunos de los que tienen unos ciertos grados de responsabilidad pueden no sentirse a gusto. Entonces, lo que hay que ser es muy respetuoso con esas decisiones y, por lo tanto, acogerlas, agradecerles toda la labor y toda la

pag. 1637

colaboración que han tenido con uno y después, también, seguirles pidiendo que mantengan la misma estrecha colaboración, la misma estrecha dedicación, el mismo esfuerzo, desde otros puestos, pero el mismo esfuerzo que han puesto desde esas tareas de Gobierno, porque al final quien está detrás de todo ello, aunque a Su Señoría le parezca que es el culpable, quien está detrás es ese Partido Socialista Obrero Español.

Ha dado usted luego algunos datos y yo creo que no responden totalmente a la realidad. Por ejemplo, cuando usted ha hablado de que nuestra Comunidad Autónoma ha seguido perdiendo..., bueno, pues, tengo que decirle y voy a darle una serie que me imagino que ustedes la tendrán como bastante fiable, no voy a dar el Instituto Nacional de Estadística, que coincide con ella, pero para que ustedes estén mucho más tranquilos, las series históricas del Banco de Bilbao dicen que la productividad, el incremento de productividad en nuestra Comunidad Autónoma hasta el año ochenta y tres, y en los períodos setenta y nueve-ochenta y tres, ha crecido por encima de la media con que crecía el resto de la Comunidad Nacional. Bueno, pues, yo creo que eso se tiene que ver. ¿En qué se ve? Evidentemente, y no creo que haya que salir ni ser muy ciegos para salir a nuestros medios y a las calles y ver que, realmente, el nivel de renta en esta Comunidad Autónoma ha crecido también por encima de la media nacional. Por ejemplo, el crecimiento anual acumulado de Valor Añadido Bruto en España ha sido del doce coma noventa y siete, mientras que en la Comunidad de Castilla y León es del trece coma sesenta y cuatro.

Y creo que..., le he debido entender mal, pero usted ha dicho: ¡hombre!, cuando vemos que unas "Comunidades Subdesarrolladas", creo que se ha confundido y ha sido el léxico, del nerviosismo del hablar que siempre nos producen estos micrófonos; como Cataluña y el País Vasco crecen el uno coma cero cuatro y nosotros..., o el uno coma cuatro, y nosotros crecemos aproximadamente el uno, ha dicho usted, o algo así. Bueno, yo creo..., quiero decirle que la dinámica económica no es una dinámica de un día, que los deterioros económicos, la depauperación de un territorio de siglos -no me voy a referir a los últimos años-, de siglos, la no incursión por el camino de la historia de muchos de nuestros antepasados en estas tierras de Castilla y León, no lo podemos resolver con ninguna varita mágica ni tampoco con que yo me suba a esta tribuna y preconice un plan ideal de actuación. Lo que nosotros tenemos que hacer desde esta tribuna yo creo que es un poco lo que les ofrecí ayer a Sus Señorías. Hay que establecer un crecimiento sostenido, pero para establecer ese crecimiento sostenido yo creo que tenemos que preguntarnos todos, todos, y en eso la colaboración también de Sus Señorías, la colaboración de los agentes sociales a los que me tendré que dirigir de ahora en adelante, pero que hasta ahora yo no he podido nada más que dirigirme a mis colegas de las Administraciones Locales, los agentes sociales también tendrán que colaborar en poner los pasos, los fundamentos, para ese crecimiento sostenido. De ahí..., no sé si ésa sería la parte de las nubes, de ahí mi llamada a la Universidad, mi llamada a aquellas personas que en este momento y más preocupadamente pueden estar, desde la esfera del intelecto, en cuáles sean las soluciones futuras para la colectividad, porque es sólo a través de eso como podemos, en el fondo, producir y programar actividades que renueven la confianza de nuestros ciudadanos y que les permita salir de la situación menesterosa en que, evidentemente, han transcurrido durante muchos años. Pero quiero asegurarles, y yo creo que en eso todos los ciudadanos son conscientes, que ha habido muchos esfuerzos realizados a lo largo de estos años y que ha mejorado sensiblemente el nivel de bienestar de esta Comunidad Autónoma.

Los datos que ha facilitado usted respecto de mi Consejería no quisiera yo en este momento entrar en ello, entre otras cosas porque me parecería, por mi parte, arrogante y pretencioso. Miren, si..., fíjese, casi voy a pecar de ello. Si en alguno de los aspectos ha habido en esta Cámara un mayor grado de consenso entre los Grupos Políticos -y hemos tenido luego, también un mayor grado de acercamiento con los que desde diversas o desde diversos idearios políticos gestionan en las Administraciones Públicas-, son las dos leyes que he tenido el honor de presentar ante esta Cámara: la Ley de Función Pública -por supuesto contando con el beneplácito en muchos de los temas, posiblemente los más enriquecedores sin lugar a dudas, yo se lo concedo que sea así, de Sus Señorías-, y la Ley de Relaciones, está en un trámite de desarrollo y, evidentemente, he tenido que realizarlo desde una postura crítica, una postura crítica coherente con lo que le decía al principio, con que no soy de los de aprobación al final de los cursos, una postura crítica porque me gusta saber y yo mismo autocriticarme autocensurarme, posiblemente, en algunas de las limitaciones que yo mismo me he impuesto. Pero le tengo que decir que esa Ley de Relaciones está teniendo un franco y colaborador apoyo por las Corporaciones Locales que se están viendo afectadas.

¡Si no hay ningún giro!, señor Bosque Hita; siento tener que desilusionarle en eso. Usted ha citado un párrafo de uno de mis discursos o de mis charlas en esta Cámara. Si ustedes repasan todos los habidos en la Comisión de Administración Territorial de estas Cortes y los producidos también en los Plenos de esta Cámara verán que el hilo del discurso ha sido siempre el mismo: nuestra Comunidad Autónoma se incardinará, crecerá, se hará sangre y carne en nuestros ciudadanos, siempre que sepamos aglutinar alrededor de la Comunidad Autónoma a todas las Administraciones Locales que tienen una incidencia y un marcado protagonismo en las esferas más próximas al ciudadano. Ese ha sido continuamente el leit motiv de mis intervenciones. Por lo tanto, el hilo se ha mantenido; puedo en eso también darles la razón en alguna de las cuestiones que se me critican, en el que una vez que

pag. 1638

veo el horizonte soy bastante cabezota para seguir manteniendo el rumbo para llegar a ese horizonte y, por lo tanto, hemos llegado a él. Se ha llegado a tener esa Ley de Relaciones y esa Ley de Relaciones es la que yo les decía ayer que tendríamos que justificar y que acelerar para que fuera posible el mayor grado posible de cumplimiento antes de las próximas elecciones. Y usted me preguntaba: "¿contará para ello con el apoyo del Partido Socialista Obrero Español?" Por supuesto, pero si eso era uno de los puntos programáticos del programa de mil novecientos ochenta y tres. Lo que ocurría es que si yo no hiciera eso estaría renunciando a una de las parcelas más importantes y más queridas de nuestro partido. Y se va a contar, por lo tanto, Señoría, con ese apoyo.

Y le digo más. Yo creo que también por las..., algunas manifestaciones que se me hacen llegar, también se va a contar para su dinamización y para el cumplimiento de ese objetivo con el apoyo de las Corporaciones Locales, estén servidas por quien estén servidas, porque al final y después de los debates de esta Cámara, yo también soy coherente con las cuestiones que usted ha planteado al final y sé que nos va a unir en el servicio al ciudadano mucho más que los términos que nos separan.

Mire, sobre otros aspectos que usted ha citado, pormenorizando posiblemente el número de funcionarios, de la acción pública en concreto respecto de la Oferta de Empleo Público y si tenían que estar o no las relaciones de puestos de trabajo previamente aprobadas, yo quiero decirle que creo que Su Señoría confunde realmente los planos, porque además yo ya lo he explicado en esta Cámara y he explicado que hubo un acuerdo del Consejo de la Función Pública, en el que están representadas todas las centrales sindicales y la Administración de la Comunidad, por el que se vio que era positivo que no se esperara a las relaciones de puestos de trabajo, porque ése es un tema mucho más delicado y que debe de llevar el tiempo pausado que sea preciso y que, sin embargo, no se puede paralizar a la Comunidad Autónoma, y como no se podía paralizar a la Comunidad Autónoma, de conformidad con las plantillas de presupuestarias aprobadas por Sus Señorías en los Presupuestos de mil novecientos ochenta y seis, se construyó la Oferta de Empleo Público que está teniendo lugar por los cauces que la Ley de Función Pública establece.

Y quiero hacerle una valoración, porque usted ha hecho una valoración negativa, en el sentido de que se encargó a una empresa..., por cierto, que como era internacional a usted le ha parecido mal. Yo lo que quiero decirle es que es una empresa que ha concurrido con otras al concurso para la clasificación de puestos de trabajo y que lo está realizando de conformidad, pero con la prudencia necesaria para que esto no produzca ninguna perturbación en su aplicación al conjunto del personal al servicio de la Administración de Castilla y León. Por lo tanto, los informes de esta empresa consultora serán incorporados con las relaciones de puestos de trabajo y serán sometidos, en el Consejo de la Función Pública, al conocimiento, al debate, a la discusión, incluso si es necesario a la modificación de las centrales representativas, sindicales, representativas de los intereses laborales. Yo creo que eso le puede tranquilizar a Su Señoría, pero creo que también y por si acaso le quedara alguna inquietud respecto del Plan de Función Pública quiero asegurarle que esas relaciones de puestos de trabajo y esa clasificación de los puestos, así como el nuevo sistema retributivo pensamos puede ser realidad antes de finalizar la primavera de mil novecientos ochenta y siete, con lo cual todos nuestros funcionarios podrán ver perfectamente consolidadas su situaciones, podrán también tener el reajuste y el equilibrio en niveles, coeficientes, etcétera, tanto de los órganos de la Administración Central como de los órganos de la Administración Periférica. Pero eso sólo se puede hacer si contamos con el esfuerzo, el trabajo de todos, también la colaboración de esta Cámara. Yo creo que en eso la vamos a lograr, en eso se han dado pasos ya, importantes, y creo que en ello también estarán Sus Señorías de acuerdo con mi valoración.

No quiero contestarle, por supuesto, a ninguna de las otras valoraciones que usted ha hecho, respecto de personas que incluso no pueden defenderse en esta Sala o respecto de aquéllas que, pudiéndolo, estimamos mejor en la prudencia del silencio, revestirnos de la dignidad suficiente para poder continuar, en nombre del Partido Socialista Obrero Español, al frente de la Comunidad Autónoma por los ocho meses próximos; pero estén seguros Sus Señorías que haremos todo lo posible para que sea también en las próximas elecciones. Muchas gracias.

(Aplausos)


EL SEÑOR PRESIDENTE (SEÑOR LLAMAZARES FERNANDEZ):

Tiene la palabra el Señor Bosque Hita.


EL SEÑOR BOSQUE HITA:

Señor Presidente, Señorías. Voy a hacer una consideración alrededor de la advertencia con la que comenzó su respuesta..., bueno, debió haber sido respuesta, creo que no lo ha sido, a mis palabras.

Su Señoría es posible que, personalmente, haya aprobado siempre las asignaturas con un trabajo continuado y constante, pero yo juzgaba también al Partido Socialista, no a usted solo. Y usted solo, dentro de las funciones que el Partido Socialista le afecta, no puede de ninguna manera hacer resaltar por encima de todo las virtudes personales propias, porque éstas vienen condicionadas por la propia circunstancia del partido al que sirven.

Insiste usted en los ocho meses. Bueno, yo he hecho un calendario muy sencillo. Si las elecciones tienen que ser el siete de Junio, según personas autorizadas por el Gobierno Central, quiere decir que son cinco meses del año que viene más mes y medio del presente; son seis meses y medio, no son ocho. Ustedes podrán tratar de querer alcanzar todo el tiempo posible, pero son seis pag. 1639

meses y medio y en seis meses y medio tiene usted unas Navidades; si tiene usted que hacer todo lo que pretende hacer, que es cambiar la estructura de la propia Junta en una serie de asuntos importantes, hacer asumir las nuevas responsabilidades, encajar esa organización, esa Administración y empezar a funcionar, y ¿qué pretende usted hacer a partir de primeros de Abril cuando se disuelva esta Cámara?, porque no va a tener ni siquiera el control ni el respaldo de un Parlamento donde es mayoritario. No creo que ese tiempo pretenda también usted crear nueva política, ni desarrollar programas importantes; no puede usted hacer otra cosa más que gestionar seriamente lo que se le entrega.

Nuestro interés en todo momento ha sido exclusivamente el de Castilla y León, no ha habido por nuestra parte ningunos planteamientos de aprovechamiento partidista, que en muchos momentos hubiéramos podido hacerlo y siempre nos hemos resistido a ello; no voy a mencionar aquí recuerdos incluso de incitaciones de su propio partido haciéndome constar que por qué no tomábamos ciertas medidas que tenían interés para lo que usted estaba gestionando dentro de la Comunidad. Y nos hemos negado rotundamente a participar en esa clase de situaciones.

Que no hemos presentado alternativa; pero explíquenme ustedes cómo pueden pedir a una Oposición que haga una alternativa de Gobierno para seis meses, que quedan reducidos a tres. Por favor, ustedes pueden no ser serios pero nosotros sí lo somos.

No tratamos de desprestigiar a nadie. Tratamos de decir clara y concretamente cuál es la objetiva situación y realidad del momento que viven nuestras Instituciones hoy.

De sucursalismo, para qué vamos a hablar. Creo que hemos dado absolutas pruebas de lo que estábamos diciendo. Está el tema del Fondo de Compensación, está el tema de los Ferrocarriles, está el tema de la afectación de las imposiciones de Madrid en la financiación, están montones de situaciones, que hemos repetido siempre se han presentado y que las hemos repetido en esta Cámara. Si eso no es sucursalismo lo normal hubiera sido que hubieran ustedes, en defensa de los intereses de Castilla y León, planteado una posición como la que ha mantenido Canarias y Canarias no es de las más perjudicadas.

La verdad es que creo que Su Señoría no ha entendido nada de lo que le he dicho. En primer lugar, porque no me ha respondido prácticamente a nada y, en segundo lugar, porque decirnos a nosotros que siempre han estado concordando porque las cosas se han aprobado en esta Cámara, las leyes se han aprobado en este Parlamento con la mayoría correspondiente, por favor; que han aceptado algunas enmiendas que podían valer, por favor, señores, ¿eso es concordar?, ¿eso es pedir colaboración?, ¿eso es ir a resolver los problemas comunes de la Comunidad, importantes, contando con las fuerzas políticas antes de plantear aquí, por el procedimiento de mayoría, la aprobación de las leyes?

Y también nos reprochan a nosotros que en el Consejo de Política Fiscal y Financiera somos parte en la afectación de la financiación que se nos ha hecho, porque participamos en una Comisión Mixta. Bueno, señores, esto me parece que no tiene ni siquiera la posibilidad de ser medio presentado ante nadie.

El artículo 15 de la LOFCA no tiene nada menos que una vigencia de seis años, aproximadamente. Bueno, a mí me parece muy bien que dentro de un año vayan ustedes a tratar de empezar a ponerlo en marcha, pero, ¿qué han hecho en los seis años que han transcurrido hasta ahora?, ¿no les parece a ustedes que es natural y lógico que estemos permanentemente insistiendo en este problema?; seis años es mucho tiempo para que no se haya planteado.

Bueno, no cabe duda que las situaciones de crisis se producen en todos los regímenes democráticos, en todos los países del mundo y en todas las épocas y circunstancias, pero yo le rogaría a Su Señoría -y lamento que me obligue a entrar de nuevo en el tema-, yo le rogaría a Su Señoría que me indique en qué momento y circunstancia un Presidente de Gobierno ha sido procesado siendo Presidente de Gobierno.

Sí, nosotros estamos, como todos los Grupos Políticos, como es natural, necesitados de aceptar todo cuanto se resuelva por procedimientos democráticos. Nosotros, no cabe la menor duda que estamos obligados también a respetar las decisiones políticas que tomen las personas vinculadas a responsabilidades y que no quieren seguir vinculadas, pero también estamos en nuestro derecho de valorar, porque tiene una valoración política, de valorar esas posturas y esas posiciones; no nos lo discuta, por favor.

Hablamos del Fondo de Compensación Interterritorial y no no sé si Su Señoría no lo ha entendido o no lo ha querido entender. El Fondo de Compensación Interterritorial es un Fondo que crea la Constitución precisamente para hacer que las Comunidades menos desarrolladas acorten distancias en relación con las más desarrolladas y para eso la Ley Orgánica de Financiación de Comunidades Autónomas establece unos criterios que, cuando se traducen después en la Ley del Fondo, resulta que los criterios quedan gravísimamente deformados para los intereses de Castilla y León. Porque cuando habla del criterio de población en la LOFCA, la Ley del Fondo resulta que lo transforma de otra manera distinta, de tal forma que es..., que el tema de renta per cápita y luego se transforma en la Ley del Fondo en una consideración alrededor de la población, con lo cual las más pobladas reciben mucho más. Pero más todavía. Todos los demás criterios establecidos en la Ley Orgánica de Financiación la Ley del Fondo, a la hora de su aplicación, dice "y los que queden por encima de la media no se les aplica este criterio", menos ¿cuál?, el que perjudica gravemente a

pag.1640

Castilla y León: el de la renta, que al transformarla en una renta de relación con la población resulta que nos perjudica y ahí, entonces, es cuando no se hace la aplicación de los que quedan por encima de la media. Pues, muy bien. Si el Fondo se ha creado para eso, si el Fondo está para acortar distancias, señor Consejero, señor candidato, entonces, lo que es necesario es que sus efectos sean de acercamiento. Me está usted hablando con unos datos de productividad, me habla usted con unos datos de renta relativa, etcétera. En primer lugar, los que me da son del año ochenta y tres del Banco de Bilbao y estamos en el ochenta y seis, eso lo primero. Pero, en segundo lugar, lo único que nos puede valer, si estamos hablando de los efectos de la Ley del Fondo es de los efectos de la Ley del Fondo, y la Ley del Fondo, aplicada años ochenta y dos, ochenta y tres y ochenta y cuatro produce los efectos que le digo. Y lamento que en la discusión, que no me puse nervioso, no entendiera usted el tono de ironía con que dije "las subdesarrolladas Comunidades Autónomas de Cataluña y País Vasco".

De todas las maneras, los datos que nos ofrecía, sean del ochenta y tres, no valgan para desdecir lo que los propios datos del Gobierno me han proporcionado en orden de los efectos de aplicación del Fondo de Compensación Interterritorial, utilizando los datos que usted me da. Mire, hay un instrumento que lo mide perfectamente: es la calle. La calle es quien dice si vive mejor o vive peor, si tiene más o tiene menos, y sobre todo dígame Su Señoría dónde está la renta de nuestros agricultores.

Toda la teoría de la Ley de la Función Pública está perfectamente conocida, pero, bueno, de eso a la aplicación de la Ley ha mucha distancia. Yo he dado unos datos, yo he dado unas circunstancias, a eso no se me contesta; se me habla con la filosofía de la Ley, que podrá ser acertada o desacertada, pero el hecho concreto es que la filosofía aplicada a la realidad no se corresponde en absoluto.

Bueno, ya sabemos que se va a regular la situación de los funcionarios antes de que termine la primavera del ochenta y siete. El día siete de Junio son las elecciones autonómicas, Señorías; no parece que sea mala época para terminar de hacer una función que de alguna manera, pues, si es acertada, pues, por lo menos no desprestigia.

Señoría, yo hubiera preferido que me hubiera respondido a aquella serie de requerimientos y a aquella serie de datos con una serie de aportaciones adecuadas que hubieran podido, de alguna manera, desmontar cuanto yo le he dicho. Desgraciadamente, y con sentimiento, le digo que no ha habido nada de eso; lo lamento profundamente y como lo lamento profundamente, y no ha habido posibilidad de encontrar una fórmula por la cual mi Grupo pudiera respaldarse en razón de las consideraciones que anteriormente le hemos hecho, tengo necesariamente que reiterarle la indicación anterior: no podemos votar a su favor. Muchas gracias, señor Presidente.


EL SEÑOR PRESIDENTE (SEÑOR LLAMAZARES FERNANDEZ):

Muchas gracias. Tiene la palabra el señor Nalda García.


EL SEÑOR NALDA GARCIA:

Señor Presidente, Señorías. En primer lugar, también desde el no darles el agradecimiento a la postura de su Grupo, porque eso para nosotros significa un estímulo en las tareas que venimos haciendo. Por lo tanto, el no también tiene una carácter positivo y por eso se lo agradezco.

Algunas pequeñas cuestiones. He vuelto otra vez a reiterar el tema del tiempo y, claro, dice las Navidades, o sea, desgraciadamente, algunos en Navidades trabajamos, bueno, pues, tendremos que trabajar en Navidades, tendremos que hacer un mayor esfuerzo a lo mejor también con el turrón al lado, pero habrá que hacerlo. Lo que no podemos es, porque llega la Navidad o porque llega la fiesta, abandonar lo que son nuestras responsabilidades, nuestras tareas, nuestro compromiso con los Castellanos y Leoneses. Por lo tanto, tiempo, Señoría, hay tiempo siempre que se quiera sacar ese tiempo.

Mire, el tema que ha citado sobre el artículo 15, yo quisiera que usted repasara la Ley Orgánica de Financiación. En la Ley Orgánica de Financiación se establecen dos mecanismos: un mecanismo transitorio de financiación y un mecanismo definitivo de financiación. Resulta que los años que usted ha citado son de mecanismo transitorio y, por lo tanto, el artículo 15 forma parte del mecanismo definitivo de financiación. Y es, pues, en este momento, cuando se aprueba el mecanismo de financiación, cuando hay que implementar el artículo 15 y no antes. Por lo tanto, Señorías, no ha perdido el Gobierno de la Nación ni los que le antecedieron, porque también tienen su responsabilidad en tal caso, no, no, no han perdido ninguno de ellos el tiempo; se está haciendo en tiempo y forma cuando es debido, justamente cuando se empieza a funcionar con el sistema definitivo.

Ha citado un tema que a usted le es grato, el tema del Fondo de Compensación Interterritorial. Yo no voy a repetir aquí los debates que usted y yo tuvimos ya en otra Cámara, ni le voy a recordar tampoco otros parámetros, porque a lo mejor resulta que esos sí eran perjudiciales para Castilla y León. Pero usted ha citado uno, y yo aquí claramente manifiesto que es precisamente ese parámetro, el parámetro renta, el único..., salvo, por supuesto, el tema de la extensión, pero que es por una ponderación mucho menor -en cuanto a ponderadores el que más contribuye es el parámetro renta-, es el que más beneficia a Castilla y León, porque el reparto se hace inverso de la renta, es decir, a menor renta mayor proporción de reparto. Claro, yo no sé si Su Señoría se da cuenta de que en aquel debate en el que también usted intervino los compañeros y señorías representantes de un partido catalán precisamente lo que atacaron fue eso. Lo que se ataca de la Ley del Fondo es que el ponderador de

pag. 1641

la renta es mucho, es muy grande y, por lo tanto, hay una descompensación de esos territorios respecto de los territorios más desfavorecidos desde el punto de vista renta. Ahora, claro, que Su Señoría tiente otros parámetros que..., a los cuales tiene excesivo cariño, que ya una vez le demostramos que eran bastante erróneos, pues, en fin, ¡qué le vamos a hacer! El hecho real es que la Ley del Fondo está ahí, la Ley del Fondo ha servido para compensar no solamente en nivelación de servicios, que ha logrado una serie de dotaciones de infraestructura que de otra manera hubiera sido imposible, sino que también ha sido un mecanismo muy importante para la solidaridad entre las tierras de España.

Finalmente, ha dicho usted que para ver si esos parámetros que nosotros usamos, usan los economicistas, de los valores añadidos, de las medias ponderadas, etcétera, si éstos son válidos hay que salir a la calle. Perfecto, Procurador señor Bosque Hita, vamos a salir a la calle, usted mismo lo ha dicho, muy pronto, dentro de siete de ocho meses, si es posible y si es ésa la fecha, el día siete de Junio. Yo creo que la calle lo va a decir: entonces, en las urnas nos vamos a ver. Muchas gracias, señor Presidente.


EL SEÑOR PRESIDENTE (SEÑOR LLAMAZARES FERNANDEZ):

Muchas gracias. Se interrumpe la sesión por diez minutos.

(Se interrumpe la sesión a las dieciocho horas cincuenta y cinco minutos, reanudándose a las diecinueve horas veinte minutos).


EL SEÑOR PRESIDENTE (SEÑOR LLAMAZARES FERNANDEZ):

Tomen asiento Sus Señorías, por favor. Se reanuda la sesión.

Por el Grupo Mixto, tiene la palabra el señor De Fernando Alonso.


EL SEÑOR DE FERNANDO ALONSO:

Señor Presidente, señoras y señores Procuradores.

Señor candidato, convendrá conmigo en que estamos ante una investidura no muy normal. Yo, dadas las circunstancias que se han venido dando, la califico de una investidura sorpresas e inquietudes, sorpresa e inquietudes que empieza, en primer lugar, por la solución dada por el Partido Socialista Obrero Español a la crisis como consecuencia de la digna dimisión del señor Madrid. A mí no me preocuparía ningún problema de crisis del Partido Socialista si no estuviese convencido de que tal y como lo han resuelto el perjudicado va a ser el pueblo Castellano-Leonés, porque se prevé un cambio sustancial en todos los órganos administrativos. Yo le rogaría al señor candidato a la Presidencia, y pronto Presidente de la Junta, que hiciese lo imposible para que esto ocurra con el menor daño posible al pueblo Castellano-Leonés.

La segunda sorpresa de esta investidura viene, para mí, por su discurso de ayer y, lógicamente, a él es al que después me referiré. Y por si poco eran las sorpresas en estos ocho o diez días que llevamos viendo, ayer oímos todos las declaraciones de su Secretario General del Partido en Castilla y León; tampoco voy a entrar en ese tema, porque yo estoy aquí sólo y exclusivamente para contestar a su discurso de investidura.

En el año ochenta y tres, cuando se presentaba el candidato señor Madrid, yo al contestarle le decía, en primer lugar, que dado su discurso tenía que referirme más a lo que no había dicho, intencionadamente o no, que a lo que había dicho. Un poco de eso me ocurre con usted, aunque entiendo que usted ayer tenía menos programa que explicar porque, lógicamente, era continuar el programa que en el año ochenta y tres nos presentaron completo. Usted ha dicho que venía a culminar la terminación de ese programa; yo le querría preguntar si en esa culminación van temas pendientes como la potenciación de los ferrocarriles no radiales, la creación del Fondo de Compensación Regional, la Ley de Servicios Sociales, la formación del Consejo Económico-Social, la red sanitaria que iban ustedes a crear jerarquizando desde los hospitales hasta el centro de salud local; cuando el año ochenta y cuatro la pregunta que hice al Consejero de Bienestar, diciéndole si se tenía hecho un estudio sobre los centros de salud y adscripción a los hospitales, puesto que no iban a coincidir con las provincias, y se me contestó que aún no estaba hecho ese estudio.

Por otra parte, usted nos dijo o hizo un discurso en el que nos habló de continuidad con correcciones y nos habló de un Gobierno no de transición. Lo que ocurre, señor Nalda, es que las correcciones que usted nos anunció parecía que no provenían del Partido Socialista. Es decir, durante varios años en la discusión de los Presupuestos hemos mantenido el excesivo gasto en Presidencia, el excesivo gasto de la Oficina del Portavoz, otros temas que luego al sectorizar diré, porque son referidos a su discurso, y usted ayer nos viene a dar la razón. Yo, por eso, esas correcciones y esa continuidad no me encajan, por más que releo su discurso de ayer lo que más bien parece es un desmarque completo y absoluto del Gobierno anterior.

Usted nos habla de que no va a ser un Gobierno de transición; yo diría que qué hay que entender por un Gobierno de transición. Han estado hablando de los meses que le va a tocar trabajar, de si vienen las Navidades o los Reyes; lo que es cierto es que en Abril habrá una convocatoria de elecciones. Estamos en Noviembre: no nos ha aclarado usted..., aunque creo que sí, porque nos dijo ayer que todo lo que pensaba hacer lo iba a hacer con un ligero retoque, retoque -fueron sus palabras-, de los Presupuestos presentados. Mire usted, o no estudió bien lo que dijo o lo que dijo no lo puede hacer con un retoque; tiene que hacer un cambio sustancial de los Presupuestos, pero de los Presupuestos de una forma que cambien sustancialmente Presupuestos de cada Consejería, cosa que, por enmiendas, difícilmente vamos a hacer. Mi duda ahora se me plantea porque usted no lo ha aclarado: ¿van a retirar los Presupuestos presentados y

pag. 1642

presentar unos nuevos? Con lo cual, si esto es así, nos vemos al mes de Marzo, como mínimo, sin tener unos Presupuestos y en Abril se convocan las elecciones. ¿No va a retirar usted los Presupuestos? Entonces, perdóneme, señor candidato a Presidente, que dude mucho de lo que los trabajos que haga esta Cámara se vayan a respetar. Vamos a hacer un trabajo en la Cámara, de enmiendas, que se nos está prohibido pasar de una Consejería a otra. Si usted quiere hacer lo prometido cuando llegue la Junta, por acuerdo de la Junta, va a trasvasar de una Consejería a otra; quiere decirse, señores Procuradores, que el trabajo va a ser baldío, no digo otra palabra porque sería mucho peor.

Y concretando ya en su discurso, por tanto, como estábamos hablando de transición, yo creo que quiera usted o no es un gobierno de transición, gobierno de transición que debió hacerse con el menor coste, coste para el Castellano-Leonés como le he dicho antes, y, desgraciadamente, si la cadena de dimisiones o ceses continúa va a haber un cambio administrativo sufrido por todos.

Entre sus prioridades que ayer nombró eché de menos, porque además le conozco, no nombró la culminación del desarrollo estatutario. Usted sabe que nos quedan cosas pendientes en el Estatuto y algunas ligadas a la Consejería que usted dejó. Me extrañó; espero que en la réplica me aclare usted si está dispuesto, como prioridad absoluta al desarrollo estatutario las leyes que quedan pendientes, unas por leyes u otras por decretos, de cumplir lo que el Estatuto nos exige.

Fundamentalmente, usted se centraba en dos temas: cooperación y descentralización. Señor Nalda, dicho así dicho por don José Constantino Nalda fuera de este micrófono, yo le tendría que decir que estoy de acuerdo con usted. Pero dicho por el candidato del Partido Socialista aquí, perdone usted que no tiene credibilidad para mí, porque me han demostrado hasta ahora que así es. Hablamos de cooperación y colaboración en dos sentidos: con el Gobierno Central y con las Entidades Locales. ¿Qué está ocurriendo con el Gobierno Central y nuestra colaboración? El año pasado en los Presupuestos se lo dije: el Gobierno Central está tratando a la Junta de Castilla y León, que no a otros Gobiernos, de la misma forma que la Junta está tratando a las Entidades Locales, les está diciendo lo que tienen que hacer.

En unos presupuestos escasos como tenemos el año pasado se han destinado más de cien millones a solucionar problemas del INSALUD en los cuales no tenemos competencia. En los Presupuestos de este año me supongo irán otros cien millones para solucionar problemas del INSALUD en los cuales no tenemos competencias. Es decir, nosotros estamos haciendo aquello que el Gobierno Central es incapaz de cubrir. ¿Qué están haciendo con las Diputaciones? Pues, mire usted, que a través de convenios hasta ahora, al existir la Ley de Cooperación, las Diputaciones me ayuden a sacar aquello que yo no puedo, pero que el éxito y la propaganda es de la Junta y del Gobierno de la Junta.

¿Qué ha pasado con la primera puesta en práctica de la Ley de Cooperación?, en la cual sabe usted que colaboré activamente, que la voté a favor y dije que era la mejor ley posible, aunque no la mejor ley que habíamos perdido la oportunidad histórica, por no participar el Grupo Popular, en haber sacado quizá la mejor ley de España en ese sentido. Pero, claro, viene la aplicación y la ley que habla de cooperación, de delegación y de transferencias, que como cumpliremos el Estatuto, usted empieza a aplicarla por cooperación pero, ¿de qué forma? Bueno, los Presidentes de Diputaciones y los diputados provinciales lo pueden saber, no hace falta ningún político en las Diputaciones Provinciales, con los funcionarios basta, porque les marca usted y su Delegado Territorial a dónde y cómo debe ir el dinero; eso no es una cooperación, eso es una imposición.

Habló usted extensamente de la Función Pública..., veo que se me acaba el tiempo. Yo le felicito señor Nalda y estoy convencido de que usted sí va a querer aplicarla. Yo quiero recordarle una frase que usted me dijo en una Comisión, ante una Proposición No de Ley que yo presenté, exigiéndole a usted, como Consejero de Presidencia, la obligación de hacer cumplir la Ley de la Función Pública y por lo menos de intencionalidad política que todos los Grupos habíamos demostrado aquí a mediados de Diciembre, para que los cambios que se hayan producido en Enero, usted con habilidad aquel día me dijo: "cada palo que aguante su vela". Espero, señor candidato a la Presidencia, que muy pronto le traeré aquí alguna interpelación sobre el mismo tema, quizá más generalizado, y espero que entonces usted no me conteste eso y diga que usted, como Presidente, es el palo que aguanta todas las velas.

Habló de mejorar la gestión, yo le felicito también, creo que su voluntad es hacerlo; quisiera recordarle el año entero que se tira alguien para recibir una subvención, el... autónoma y tarda catorce meses en recibirlo, etcétera, etcétera. Como usted ha prometido agilizarlo, mi enhorabuena si lo consigue.

También mi enhorabuena por su intervención en lo forestal. Sabe usted que quizá ha sido mi obsesión a lo largo de todos estos años en la petición de más dinero para los Presupuestos. Apunte usted señor Nalda, que tendrá que duplicar, por eso decía que las ligeras correcciones no sirven, como mínimo duplicar para lo que usted dijo ayer.

Habló usted también dentro del sector agroalimentario, pero yo creo que los agricultores de esta Región que hayan leído o puedan leer su discurso se van a quedar muy tristes, porque usted no le dijo una sola palabra de política propia agraria que va a hacer la Junta. Mire usted, yo cada vez que en los pueblos van y dicen: no, están viniendo de la Delegación Territorial a hablarnos de Jóvenes Agricultores, de la agricultura de montaña; ésa es pag. 1643

la política nacional agraria, ésa es la política del Gobierno Central. ¿Qué política agraria propia de la Junta se va a hacer en el sector lácteo, en el sector de saneamiento ganadero, que nos urge ante la Comunidad? En el sector de regadíos, si vamos a seguir programando pantanos donde no hay ni río, ni hay vasos, etcétera, etcétera, haciéndolo sobre el mapa en vez de sobre el terreno.

Finalmente, porque ya el tiempo..., me quedan bastantes cosas por decirle. Yo le quisiera decir, señor Nalda, que desde la simpatía personal y la admiración que tengo por usted, si solamente me hubiese hecho caso de sus planteamientos en cuanto a las reformas, tendría que haberle votado sí. Pero usted terminó mal, usted terminó pidiéndonos a los Procuradores el voto afirmativo para culminar el programa socialista. Como yo estoy convencido que lo mejor que puede haber para esta Región es que no se culmine ese programa tengo que votarle en contra.

Por otra parte, usted dijo que todas las medidas iban encaminadas a conseguir el Plan de Desarrollo Regional. Plan de Desarrollo Regional, le recuerdo una vez más, que le hicieron en contra de un criterio aprobado por unanimidad de esta Cámara, que en un debate de la Región y una propuesta del Grupo Mixto se aprobó que ese Plan de Desarrollo Regional se hiciese por todas las fuerzas políticas y sociales de la Región conjuntamente. Eso dijo la resolución; ustedes lo hicieron solos, nosotros lo votamos en contra; como consideramos que es malo no podemos contribuir con nuestro voto a que se llegue hasta la consecución del Plan de Desarrollo Regional. Pero tenga usted en cuenta una cosa también señor Nalda. A lo largo de tres años y medio todos aquí nos hemos conocido; usted sabe que yo como Procurador y como representante del Centro Democrático y Social hemos colaborado activamente, apoyando unas veces, criticando otras o votando en contra, pero siempre con una meta: lo que considerábamos mejor para la Región. Así va a seguir usted disponiendo de nosotros. Muchas gracias.


EL SEÑOR PRESIDENTE (SEÑOR LLAMAZARES FERNANDEZ):

Muchas gracias. Tiene la palabra el señor Montoya Ramos.


EL SEÑOR MONTOYA RAMOS:

Señor Presidente, señoras y señores Procuradores. No es éste, ciertamente, el momento oportuno para proceder a una investidura, cuando nuestro mandato está finalizando y cuando debiera ser más momento de hacer balances, pero debemos aceptar las circunstancias. Y deslindando además actuaciones políticas de personales, yo querría aprovechar también esta circunstancia para decir a Demetrio Madrid que me alegraré cuando su problema tenga un final feliz, al mismo tiempo que quiero hacer un reconocimiento a su humanidad y a su espíritu dialogante, puesto de manifiesto en todos los años en que hemos tenido la suerte de coincidir o de disentir, más bien de disentir, en nuestra vida política.

Esta investidura es además muy particular, porque no se trata de un candidato de una nueva formación política, no hay nueva mayoría, sino sólo un cambio de persona dentro de un programa único, un mismo partido, han formado parte, tanto el señor Nalda como el señor Madrid, han formado parte de ese mismo partido, de ese mismo gobierno y han acudido a las elecciones generales autonómicas juntos.

No ha dicho..., o como ha dicho muy bien el señor Nalda en su discurso de lo que se trata es de cumplir un programa socialista, puesto en evidencia -esto lo añado yo-, en sus insuficiencias en estos tres años de Gobierno. No es trasladable, por tanto, la votación de Tordesillas. Existen suficientes matices diferenciales. Entonces, se trataba de aceptar un programa cuyo valor se suponía; hoy ya se conoce el resultado de su aplicación y el programa se ha demostrado insuficiente, razón por la que no le puedo apoyar, aunque el candidato me ofrezca la misma o, si quiere Su Señoría, superior credibilidad que el señor Madrid; no es un problema personal.

Quizá sea injusto condicionar mi voto a una opción de gobierno con la que el señor Nalda no se ha identificado, pero no puede bastar la buena voluntad y la sinceridad que yo he querido encontrar en el candidato, en su discurso de ayer, para que, sin una desvinculación más clara del programa original, yo pueda otorgarle mi voto. Y a pesar también de algunos atisbos voluntariosos de correcciones, como la supresión de organismos innecesarios, que valoro positivamente aunque todavía me parezcan insuficientes.

Es preciso, sin embargo, analizar el programa expuesto bajo el prisma del programa anterior del Gobierno, del programa socialista autonómico y de las innovaciones introducidas, y siempre a la luz de los problemas pendientes que yo voy brevemente a repasar.

Primero, la conciencia autonómica, que hoy, y es mi opinión, es menor que hace tres años. Se ha perdido la ilusión autonómica en lugar de incrementarse; estamos asistiendo impasibles a la sublimación del sentimiento autonómico en otras regiones que, con menor razón para ello que nosotros se llaman nacionalidades o incluso naciones, mientras nuestras gentes siguen diciendo "voy a Castilla y León" cuando se dirigen a una oficina de la Junta. Esto es para muchos Castilla y León: una simple reorganización administrativa. Los enfrentamientos institucionales tan frecuentes no han contribuido a otra cosa, y aunque la culpa de estos enfrentamientos me refiero, no siempre ha sido de la Junta, o si se quiere a veces ni culpa ha tenido, se ha mostrado, sin embargo, incapaz de evitar estas situaciones como era su obligación política. El señor Nalda ha expuesto la necesidad de cooperación. Yo espero que no sea demasiado tarde.

Paso por alto el tema irresoluto, quizá irresoluble, de la Capitalidad por no ser materia de la Junta, sino de estas Cortes, aunque también es cierto que echo en falta

pag. 1644

una definición por parte del candidato por la importancia que tiene para el desarrollo autonómico.

Y Cantabria y Rioja. Nuestro Estatuto obliga a considerar con carácter prioritario los convenios de cooperación con aquellas Comunidades Autónomas. Pues, bien ¿qué se ha hecho? Nada ¿Qué hay del programa del candidato sobre todo ello? Ni una sola palabra. Y el mandato estatutario es reflejo del pensamiento de quienes como yo mismo entendieron que hay que respetar, sí, la voluntad de cántabros y riojanos, pero hay también que intentar cambiar las voluntades para que se integren en esta Región como Castellanos que son.

Otros dos problemas que se han agravado: el sucursalismo y el centralismo. Cada vez dependemos más de Madrid, no contamos en las decisiones importantes, porque si contáramos el Fondo de Compensación Interterritorial, las decisiones del Consejo de Política Fiscal y Financiera serían otras, o, si se quiere, las decisiones de la Comisión Mixta de Transferencias. Y no se cerrarían sin replicar esos mil kilómetros de líneas férreas, aquéllos que además tienen mayor sentido social -paradoja de un gobierno socialista-, y además contribuyen al desarrollo de comarcas deprimidas, diciendo encima, como se ha dicho en este Hemiciclo sin enrojecer, que son contrarias a los intereses de nuestra Comunidad. La sintonía con el Gobierno Central es conveniente, pero teniéndola desde una situación de fortaleza que no se ha producido nunca.

Comprendo la alegría catalana con la nueva financiación autonómica, pero no comprendo, en cambio, cómo podemos sentirnos satisfechos nosotros. Tomando como base los datos que han sido publicados estos días por los periódicos, nos corresponden veintiuna cincuenta por pesetas por habitantes a los Castellano-Leoneses, mientras que a Canarias -Gobierno Socialista que ha votado en contra-, corresponden treinta y ocho pesetas por habitante, por ejemplo, y han votado en contra.

Y el centralismo. El centralismo replegado por la Junta ha sido brutal: no me canso de denunciarlo. Yo no cuestiono al candidato, como me ha preguntado alguien, por ser de Valladolid, pero tendrá que superar el síndrome de Valladolid, el del centralismo. Nuestra Conciencia regional no avanza y no es del todo ajeno a ella este síndrome de Valladolid. Las inversiones realizadas en edificios centrales, el aparato funcionarial existente, los nuevos organismos creados, el Instituto de Desarrollo, la Administración Pública, la Agencia de la Juventud, etcétera, todos tienen su sede en el área metropolitana de Valladolid y se impone un cambio de rumbo de ciento ochenta grados. Nuestra autonomía no puede consistir en Valladolid y ocho provincias menores. Hoy es preciso venir a Valladolid, en cambio, a resolver muchos problemas para los que antes no se iba a Madrid.

Para el programa económico del señor Nalda, el señor Nalda se ha remitido al Plan de Desarrollo; no es suficiente; el P.D.R. nació mal. Debió ser el reflejo colectivo de levantar nuestra Región y se convirtió en un documento oficialista, que ni siquiera ha cumplido el trámite de ser aprobado por estas Cortes. Carece del compromiso institucional de las fuerzas sociales y económicas, como por iniciativa del Grupo Mixto fue aprobado por unanimidad en esta Cámara. Hace falta un Plan de Desarrollo que engarce los problemas reales con un compromiso de gobierno mucho más definido, estableciendo prioridades. El Desarrollo Regional no se producirá si falta el esfuerzo y la ilusión de los dos millones y medio de Castellano-Leoneses.

La generación de riqueza es una necesidad imperiosa a la que no se ha referido el señor Nalda, porque los datos regionales son escalofriantes. He consultado una encuesta de población activa del primer trimestre de mil novecientos ochenta y tres y la he comparado con la de la misma fecha de mil novecientos ochenta y seis y éstos son los datos. Mientras España la población activa aumentó el tres con tres por ciento, en Castilla y León sólo el uno tres por ciento, a pesar de que nuestra población por kilómetro cuadrado es casi la tercera parte; pero los realmente activos disminuyeron el dos con ocho por ciento. Y los parados, que en el conjunto nacional aumentaron un veintiocho por ciento, en la Región pasaron de ciento quince a ciento cincuenta y ocho mil, es decir, un treinta y seis con nueve por ciento más; con cifras parciales que todavía son más desfavorables, en provincias como Zamora el paro aumentó el setenta y dos por ciento, el setenta y uno en Segovia, más del cincuenta en Valladolid y Palencia, etcétera.

En el informe económico que acompaña al Presupuesto para mil novecientos ochenta y siete se incluyen datos sobre el Valor Añadido Bruto y la Renta Interior Neta, aunque desgraciadamente no hay datos posteriores a mil novecientos ochenta y tres. Pero hay un párrafo lapidario: "la participación de nuestra Región en el Producto Nacional desde mil novecientos ochenta y cuatro muestra un deterioro paulatino, como consecuencia del menor ritmo de desarrollo operado en la Región". Desearía saber que este ritmo se ha invertido en este trienio, pero tengo personalmente mis dudas.

En el mismo informe puede leerse la renta per cápita; en todas las provincias es inferior a la nacional. Pero si acudimos a la fuente, a la publicación del Banco de Bilbao, comprobamos que los zamoranos, por ejemplo, tienen ingresos inferiores a la mitad que madrileños, mallorquines o alaveses. Para corregir este deterioro económico, para generar riqueza, hace falta imaginación por parte del Gobierno y participación de todos en el esfuerzo. Ni imaginación he creído ver en el programa ni alcanzo a comprender cómo se va a producir la confianza necesaria en empresarios y trabajadores para alcanzar la meta económica necesaria.

Le agradezco al señor Nalda un matiz de su discurso y que es una novedad en esta Cámara: ayer no estuvo triunfalista y esto puede ser un principio de acuerdo.

pag. 1645

El tiempo me impide, como sería mi deseo, hacer un análisis y preguntar sus soluciones para problemas planteados en el sector agrario, industrial, minero, etcétera, aunque quedan graves preguntas en el aire. ¿Será posible variar la tendencia industrial que ha disminuido en este trienio en dos mil puestos de trabajo?, ¿cómo vamos a mejorar las comunicaciones con los ferrocarriles parados?, ¿qué política de medio ambiente cabe mientras no exista una red de depuración que convierta en ríos o que ahora son cloacas?, ¿cómo superaremos el impacto económico producido por la entrada en la Comunidad Económica Europea, cuando nuestras importaciones han pasado de representar -datos del plan financiero de la Ley de Presupuestos-, del tres sesenta y ocho por ciento del conjunto nacional en mil novecientos ochenta y tres al dos cuarenta y tres por ciento en mil novecientos ochenta y cuatro?, ¿por qué no se trae a esta Cámara el definitivo Plan de Carreteras? Ninguna definición he oído tampoco sobre Riaño o sobre la regulación del Arlanza, definiendo, como sería necesario, inmediatamente, los embalses alternativos al Pantano de Retuerta.

La creatividad cultural está bajo mínimos. La acción cultural de la Junta ha sido, en muchos casos, de empresario de espectáculos, ruinosa además, y carente de interés formativo, haciendo un pésimo uso de los efectivos humanos de la Consejería de Educación y Cultura. Y en relación al deporte, debía hacerse ya un plan orientado a la Olimpiada del noventa y dos.

Quisiera haber oído una precisión que no he escuchado: el criterio sobre el apoyo a los nuevos centros universitarios que yo relaciono con el problema universitario burgalés. No hay ciudad en ninguna Comunidad Autónoma de la importancia de Burgos con tal penuria de centros universitarios.

El difícil equilibrio entre la Junta, Ayuntamiento y Diputaciones no está logrado, aunque la preocupación por resolverlos haya sido el hilo conductor del señor Nalda en su discurso y lo valoro positivamente; como valoro también positivamente le supresión de una Consejería y la Oficina del Portavoz. Los Delegados de Administración Territorial y los de la Consejería suprimida supongo que irán detrás y así empezaremos a superar la importante carga que significa los más de doscientos altos cargos hoy existentes. La Administración Autonómica requiere, evidentemente, toda la atención que le ha prestado Su Señoría, porque hay que dotarla del ritmo de que carece, pero nada se alcanzará si se actúa como hasta ahora. No existe en los funcionarios el orgullo de pertenecer a la Comunidad Autónoma y sería interesante hacer una encuesta para conocer cuántos funcionarios desearían, si pudieran, ser transferidos de nuevo a la Administración Central.

Su Señoría ha entendido, y lo ha entendido muy bien, que no basta con promulgar una Ley de la Función Pública, hay que ponerla en práctica con objetividad, sin que trascienda aquel espíritu de persecución contra los cuerpos de funcionarios, que yo no pude siquiera quitar el preámbulo de la Ley y que yo todavía no alcanzo a comprender cómo el señor Nalda defendió a ultranza. La objetividad consiste en profesionalizar la Función Pública, respetar los méritos de los más de quince mil personas que componen la plantilla autonómica, igualar las retribuciones de los órganos centrales y los periféricos, etcétera, y terminar de una vez por todas con que los contratados cobren más que los funcionarios, no sólo por la injusticia que supone sobre los que han hecho su ingreso en la Administración por la vía reglada, sino por su efecto desmoralizador.

Yo espero, y con esto termino, que estos meses del mandato de Su Señoría sean suficientes para llevar a los funcionarios la serenidad, la confianza y la ilusión necesaria para que su trabajo tenga la remuneración añadida de la satisfacción personal.

En resumen, existen todavía diferentes o suficientes diferencias entre las convicciones políticas del señor Nalda y las mías, tantas como separan al socialismo del liberalismo progresista con cuya filosofía yo me identifico. Es difícil que estas diferencias políticas puedan salvarse y yo pueda apoyar el programa expuesto. Y tampoco pretendo, teniendo en cuenta mi modesta representación, que su programa se modifique hasta el punto de satisfacerme a mí y a los que piensan como yo en Castilla y León que, evidentemente, somos muchos menos que los socialistas. Pero de la misma forma que yo espero que el señor Nalda, tan pronto como sea investido sin mi voto, gobierne para todos los Castellano-Leoneses quiero también decirle aquí, públicamente, que aunque no cuente con mi voto en su favor en este momento, y aunque con una vehemencia no menor que la suya yo defienda ahora y en el futuro mis propias ideas, nunca mi postura será la de obstrucción y en todos aquellos puntos de confluencia, que procuraré incluso reforzar, mi esfuerzo estará siempre al servicio de la Región, sin dejar de defender dentro de ella los intereses de los burgaleses, gracias a cuya confianza estoy en esta Cámara. Muchas gracias.


EL SEÑOR PRESIDENTE (SEÑOR LLAMAZARES FERNANDEZ):

Muchas gracias. Tiene la palabra el señor Alonso Rodríguez.


EL SEÑOR ALONSO RODRIGUEZ:

Señor Presidente, señoras y señores Procuradores. Decía Miguel de Cervantes "más lástima una onza de deshonra pública que una arroba de infamias secreta". Tan sólo una onza, digo yo, y aún sin probar, han acabado con la vida política de don Demetrio Madrid. Es verdad que lo sentimos. Por eso, antes que nada deseo manifestar nuestro agradecimiento por los servicios que ha prestado a la Comunidad de Castilla y León y también lamentar el poco apoyo de los que deberían haberle apoyado; no quisiera para mí ni para ninguno de ustedes tener que decir algún día la expresión del profeta Zacarías: "yo fui herido en la casa de los que me amaban". No quiero seguir por este

pag. 1646

camino, porque no quiero..., por respeto a la figura del Presidente saliente.

Y sin más preámbulos paso al tema que nos convoca. Mi intervención tendrá dos partes: en la primera una valoración sobre el programa presentado ayer por el candidato a Presidente, el señor Nalda. Y la segunda, nuestro pronunciamiento respecto a su candidatura.

Globlalmente, considero que ha sido un buen discurso, una buena teoría y con muchas cosas dignas de alabanzas y apoyo por nuestra parte y también lagunas o silencios, algunas graves, otras menos graves. Me explicaré.

Estamos muy de acuerdo en que lo importante es conseguir lo que puede denominarse vertebración de la Comunidad, término referido a la cooperación entre Administraciones y Corporaciones de esfuerzos, dando cuerpo al amplio marco jurídico de que disfruta hoy nuestra Comunidad. Nos parece absolutamente positivo la colaboración con las Diputaciones Provinciales y Ayuntamientos de más de veinte mil habitantes; estamos dispuestos a colaborar en ello.

Para conseguir el objetivo final de un auténtico servicio a la Comunidad de Castilla y León propone el señor Nalda los principios de objetividad, profesionalidad, publicidad y mérito. Absolutamente de acuerdo con esto. A estos criterios yo le añadiría uno más a fin de hacer posible los enunciados explícitamente: añadiría el de colaboración. La profesionalidad exige colaborar con las personas o instituciones que realmente valen o pueden aportar un servicio profesional, independientemente de que pertenezcan a un partido u otro; evidentemente, a ustedes les corresponde marcar las pautas, pero es necesario la colaboración. Esto mismo le exige la publicidad, es decir, el carácter abierto y transparente de la gestión, la profesionalidad y la objetividad.

El objetivo final no es obtener un rendimiento social o económico para los gestores, sino un servicio a la Comunidad del que ha de poder contar con la aportación de los mejores profesionales y las mejores instituciones, aunque estén adscritos a otras agrupaciones políticas y sobre todo si no pertenecen a ninguna en concreto. ¡Ojalá! lo de usted, lo que usted se propone llegue a ser verdad, porque son persistentes los rumores en nuestra sociedad de que la Administración Pública puede convertirse o se ha convertido ya en una finca particular; son muchos los que suelen aludir a algún caso concreto de su experiencia particular.

También consideramos muy acertada la pretensión de otorgar competencias y exigir responsabilidades. Es muy importante tener criterios claros, pero también lo es el de otorgar la capacidad de decisión a los gestores directos, es una prueba de confianza en ellos, permite una gestión más rápida y eficaz que ha de complementarse con un dar cuentas que impida abusos.

Consideramos también importantes las oficinas de información administrativa, de cara al ciudadano, pero es mucho más importante el ofrecer servicios principalmente de infraestructura. No se puede dar información sobre lo que no se tiene o se hace. ¿Para qué crear oficinas de información agraria si se carece de una infraestructura de investigación agropecuaria de cara a la selección de semillas, de productos agrícolas adaptados a nuestra geografía y que puedan competir en el Mercado Común? ¿Qué se está haciendo en este sentido? ¿Qué estudios hay, por ejemplo, sobre la industria del mueble que afecta a muchos núcleos de la provincia de Valladolid, cuyo diseño ya no está a la altura de lo que hoy es vendible? ¿No corresponde a la Junta el coordinar esfuerzos desde el diseño y financiación hasta promoción y comercialización? Es cierto que corresponde al sector privado, pero cuando algo afecta a toda una Región es preciso crear una infraestructura de planificación y colaboración. Son muchos los ejemplos que pueden aducirse. Lo que quiero decir es que no se puede comenzar la casa por el tejado; antes de crear lo que no se ve, los centros de información, hay que crear lo que no se ve..., antes de crear lo que se ve, quiero decir, los centros de información, hay que crear lo que no se ve: los servicios reales, la creación de programas y su ejecución. Hace falta mucha gente y no se puede contratar a todos los necesarios, pero sí es necesario el régimen de colaboración con especialistas y gabinetes de estudio.

También nos parece acertada la elección de objetivos preferenciales y evitarse actividades no estrictamente necesarias y no aconsejables con la escasez de recursos, pero esto ha de compaginarse con una fluidez en la Administración de los mismos, ya es francamente bochornoso que en esta Comunidad, en la que tanto está aún por hacer, hay que devolver dinero a la Administración Central del Estado porque no hemos sabido gastarlo, o que haya que hacer inversiones inútiles y gravosas con el dinero con el único propósito de cubrir el cupo de Presupuestos.

Consideramos también muy acertada la unificación de aquellas Administraciones que intervengan en los procesos de creación de empleo, a fin de obtener un mejor aprovechamiento de recursos, una simplificación del servicio burocrático y una reducción de gastos.

También consideramos positiva la intervención coordinada en la defensa de la naturaleza, pero el objetivo no es sólo impedir o paliar los deterioros, el objetivo ha de ser primordialmente positivo, creador. No basta atender a los incendios; un plan más global y urgente es el de la repoblación forestal, a fin de impedir la erosión progresiva de nuestras tierras, y crear cortinas de protección forestal en nuestros campos tan azotados por los vientos. Así se está trabajando en muchos países de Europa. ¿Es que tendremos que seguir repitiendo que los Castellanos, que el castellano es enemigo del árbol, porque como dice y advierte el dicho popular "quita tierra y no da pan"? La repoblación forestal es un trabajo urgente, no requiere una mano de obra cualificada y proporciona mucho empleo. pag. 1647

Respecto a sanidad y cultura estamos de acuerdo en lo beneficioso de la descentralización en orden a ofrecer un auténtico servicio social. En este sentido, considero que el objetivo no ha de ser el de socializar entidades u organismos, sino socializar servicios, los proporcionen entidades públicas o privadas. Todo lo que funciona bien y ofrece un buen servicio a la sociedad merece la pena que se apoye, particularmente, cuando cuentan con medios económicos propios deficientes y dedican su atención a los sectores sociales más desprotegidos. En este sentido, creo que es importante la palabra colaboración, exigir responsabilidades y controlar sí, pero colaborar.

Respecto a la actuación cultural, creemos que a los órganos públicos no les corresponde primordialmente crear cultura, sino ofrecer los medios para que los ciudadanos puedan crear y formar culturalmente a otros. A nosotros nos corresponde apoyar las iniciativas válidas allí donde se produzcan. Los organismos públicos deben cumplir una función subsidiaria allí donde sea necesario. La función de un Gobierno no es hacer cultura, sino promoverla. Usted habla de descentralización de la cultura en una escala que va desde el Gobierno Central a la Autonomía y de ésta a las Corporaciones Locales. Yo le sugiero descender un peldaño más y bajar desde las Corporaciones Locales a las asociaciones ciudadanas o populares.

En toda Europa se habla de recuperar el espacio social y cívico limitando los ámbitos de presencia de lo estatal o gubernamental. Esto nada tiene que ver con lo privado, sino precisamente con la autonomía de lo público, de lo social, ciudadano, popular, frente al Estado.

Respecto al tema de la sanidad también consideramos acertado su discurso. Me permito una sugerencia: se discute hoy si hay que dar preferencia a una medicina de investigación altamente tecnificada o más bien a una medicina de servicio social. En economía, usted sabe mejor que nadie que no hay milagros; si con los presupuestos se prima una, va en detrimento de la otra. Considero necesario lograr un equilibrio para lo que es necesario una coordinación y control de recursos. Tiene que empezar a desaparecer de los fondos de los hospitales esos aparatos que son nuevos y no están en uso.

Consideramos también que en su programa de presentación, como el que usted ha hecho, señor Nalda, no se pueden tocar todos los temas. A pesar de ello, queremos hacer notar su silencio sobre dos temas particularmente importantes en estos tiempos en que vivimos: el tema de la tercera edad y el tema de los jóvenes marginados.

Las personas mayores sencillamente viven, a Dios gracias, pero honradamente hay que decir que todavía no se ha tomado en serio una planificación específica de servicios y atención a este colectivo tan importante, en el que dentro de muy pocos años ingresaremos nosotros y que cada vez es más amplio.

El otro tema es de los muchísimos jóvenes de la periferia de nuestras ciudades, con escasos medios adquisitivos y sin apenas posibilidades de trabajo, y nuestra sociedad tecnológica y consumista les invita, y tienen derecho, a disfrutar de las mismas cosas que puede disfrutar un ciudadano normal. Para ello, frecuentemente no pueden contar con más medios que la delincuencia que tanto preocupa a los ciudadanos. Es necesario un plan conjunto de educación especial y trabajo especial para la prevención de la delincuencia y rehabilitación de aquéllos que con muy pocos años han caído en ella y viven en ella. No podemos dejar que su vida quede sentenciada nada más iniciarla.

Vayamos con otro punto. Estamos de acuerdo con el carácter beneficioso que representa para Castilla y León, así como para toda España, el ingreso en el Mercado Común. Como habían pronosticado algunos expertos, y hoy puede comprobarse en los agricultores y ganaderos, la integración en el primer momento no es beneficiosa para una zona con las característica agrarias, agropecuarias de la nuestra. De todos nuestros productos hay excedente en el Mercado Común, los derivados de la leche, los vinos y cereales. Esta es una cuestión muy importante. Reconocemos el esfuerzo que se ha hecho de cara a la presentación de proyectos para la obtención de subvenciones de los distintos organismos de la Comunidad Económica Europea, pero el trabajo primordial de la Junta no es el de hacer estudios económicos para mendigar ayudas -y que no falten-, sino hacer estudios que planifiquen agrariamente y de investigación de productos y técnicas de producción nuevas que puedan ser promocionadas por la Junta, a fin de que nuestro campo pueda ser competitivo en Europa.

Quiero pasarme algunos temas porque veo que va llegando el tema... Me restan muchos más temas, pero los dos principales sería la vertebración de Castilla y León y la relación con el Gobierno de la Nación.

Un tema candente y aún no cerrado es el de la vertebración y unidad de Castilla y León en una misma Comunidad Autonómica. Es conocido el descontento de un sector social de León, descontento que no podemos desoír. Todos sabemos que el mapa político de nuestra Comunidad Autónoma se hizo más bien desde arriba, porque en verdad era más bien escasa la conciencia nacionalista. Se dio la paradoja de que se construyó una nacionalidad sin apenas nacionalistas. Prescindiendo de los motivos que indujeron a la vinculación de estas dos regiones en una única Comunidad, lo que quiero señalar es que ésta es una asignatura pendiente y que no corresponde al Gobierno Central el determinar, sino a los Castellanos y Leoneses a quienes concierne directamente el tema. Nosotros somos los que hemos de decidir y sancionar definitivamente si queremos una Comunidad o dos, si queremos vertebrar definitivamente Castilla y León o preferimos una separación amistosa, con buenas relaciones de vecindad. Lo que está claro es que no puede construirse una Comunidad sólida si a las lógicas diferencias

pag. 1648

entre las distintas opciones ideológicas de los partidos hay que añadir sistemáticas oposiciones regionales. Creo que en beneficio de la convivencia es necesario que el pueblo de Castilla y León se pronuncie sobre el tema, al menos explícitamente nunca se lo han preguntado. Sea cual sea el resultado será lo que la mayoría considere más conveniente y eso es lo que importa; esto beneficiaría a todas.

Respecto al segundo tema o al segundo punto, le diré, señor Nalda, que he escuchado con mucho interés el inicio de su discurso... Al inicio de su discurso señalaba, en un breve párrafo, que el tema de las relaciones de nuestra Comunidad Autonómica con el Gobierno Central de la Nación lo dejaba para el final. Esperé.


EL SEÑOR PRESIDENTE (SEÑOR LLAMAZARES FERNANDEZ):

Ruego a Su Señoría vaya dando por terminada su intervención.


EL SEÑOR ALONSO RODRIGUEZ:

Un minuto, señor Presidente.

Esperé al final de su discurso y no oí más que silencio sobre el tema, salvo unas palabras genéricas que en modo alguno acentúan la palabra descentralización como la ha acentuado en otras partes de su discurso.

En mi calidad de representante de portavoz de un partido nacionalista considero este tema particularmente importante, sobre todo cuando, como he explicado al principio, abrigamos serios temores de lo que realmente significa este cambio de Presidente y de Gobierno a tan sólo unos meses de las elecciones. Le agradecería particularmente que explicara el carácter de nuestra vinculación o descentralización respecto al Gobierno Central. Hablar genéricamente sobre este tema es poco menos que decir nada para los tiempos que corren en la política nacional del Gobierno del partido que usted representa.

Ya he terminado mi valoración de su discurso, señor Nalda, pero permítame, antes de concluir, manifestar mi agrado por la supresión de la Oficina del Portavoz. Mi postura ha quedado clara a lo largo de las intervenciones que han tenido lugar durante estos últimos tres años. Le felicito.

Paso a manifestar ahora la intención del Partido Nacionalista de Castilla y león ante la propuesta de investidura de don José Constantino Nalda como Presidente de la Junta. Siento de veras que mi pronunciamiento no sea del agrado de usted, señor Nalda, pero es cuestión de principios. Aunque el programa lo considero aceptable teóricamente -y ojalá se cumpla en muchos de sus aspectos-, aunque valoramos positivamente la capacidad de gestión del candidato, sin embargo, dado el carácter nacionalista de nuestro partido, nos separa particularmente el tema de las relaciones en el Gobierno Central, tema en el que vemos encuadrado también el de la innecesaria y onerosa dimisión del anterior Presidente. No se nos oculta el intento del Gobierno Central de controlar y sujetar desde Madrid a las Autonomías y nos tememos mucho que usted haya sido llamado a representar el papel de fiel servidor de sus intereses centralistas del Gobierno de la Nación, legítimo, aunque...


EL SEÑOR PRESIDENTE (SEÑOR LLAMAZARES FERNANDEZ):

Señor Alonso Rodríguez...,


EL SEÑOR ALONSO RODRIGUEZ:

Un segundo, señor Presidente.

... aunque ...


EL SEÑOR PRESIDENTE (SEÑOR LLAMAZARES FERNANDEZ):

Ha pasado el minuto de gracia. Ruego abandone la tribuna de oradores.


EL SEÑOR ALONSO RODRIGUEZ:

La postura del Partido Nacionalista será de abstención.


EL SEÑOR PRESIDENTE (SEÑOR LLAMAZARES FERNANDEZ):

Por favor, abandone la tribuna de oradores... (parte de la intervención sin micrófono).

Tiene la palabra el señor Nalda García.


EL SEÑOR NALDA GARCIA.:

Señor Presidente, Señorías. Ya había indicado a los tres Portavoces que han tenido el uso de la palabra que procuraría realizar dos bloques dentro del Grupo Mixto, incluso, pues, por agilización del debate. Entonces, en este momento paso a contestar a los tres oradores que han, que me han precedido, empezando por el señor De Fernando y en el orden realmente en que se han ido produciendo las intervenciones.

Inicialmente ha hecho una valoración sobre sus sorpresas e inquietudes y hacía una..., planteaba un tema que sí que creo que deba de darle cumplida satisfacción, porque parece..., con toda la sinceridad lo exponía ante la Cámara, y es si la posible crisis, la posible sustitución en la Presidencia de la Junta de Castilla y León sería algo que fuese a pagar el pueblo castellano-leonés. Yo quiero dejar perfectamente claro -y con esto también contesto algunas otras cuestiones planteadas en alguna de las intervenciones-, que la voluntad expresa tanto en mi discurso de investidura como ahora en este momento ante Sus Señorías es la de la culminación, como muy bien dice usted y como digo también yo en el discurso, del programa ofrecido por los socialistas en mil novecientos ochenta y tres. Por lo tanto, eso quiere decir que si en aquel momento ese programa contó con la mayoría del pueblo castellano-leonés, ese pueblo castellano-leonés va a verse cumplidamente satisfecho en sus ilusiones y en sus aspiraciones y a ello, no le quepa a usted la menor duda, voy a entregar, como les decía ayer, lo mejor de mi mismo. Y es evidente que eso se puede hacer estableciendo..., como usted mismo señalaba y usted mismo indicaba, incluso me instaba a algunas correcciones; luego, por lo tanto, la continuidad es compatible con aquellas correcciones que sean precisas para a lo mejor acelerar más ese cumplimiento del programa y eso puede ser una corrección, o incluso para implementar algunas otras

pag. 1649

actividades que no hayan podido realizarse hasta la actualidad.

Y con eso quiero indicarle que la línea de actuación planteada ayer con carácter genérico tienen que inscribirlo dentro de la misma línea de austeridad que se ha mantenido reiteradamente por la Junta de Castilla y León ante esta Cámara. Lo que ocurre es que, evidentemente, esas líneas de austeridad pueden sentirse o afectarse, o verse modificadas en función también del responsable que tenga, en un momento dado, que presentar ante ustedes el conjunto global de la acción de Gobierno. Yo creo que todas Sus Señorías permitirán y convendrán conmigo en que al menos esa persona que tiene que hacer de nuevo, o que tiene que ponerse o asumir unas responsabilidades de andadura de este Gobierno Regional, pueda tener la posibilidad de ajustar convenientemente esas medidas para que conduzcan a mayor grado de austeridad en función de los criterios que el nuevo Gobierno establezca.

Y creo que se confundió. Ayer, si relee usted el discurso, no dije en ningún momento la palabra retoque, la palabra retoque sobre los Presupuestos. Hablé de modificaciones presupuestarias y dije también que, contando con la colaboración de Sus Señorías, podríamos estudiar qué modificaciones presupuestarias fuesen las más convenientes para que el presupuesto tuviera la adecuada tramitación, su adecuada aprobación e incluso, posteriormente, la adecuada gestión que creo que eso es lo más importante para Castilla y León. Por lo tanto, yo creo que dentro de eso es como hay que inscribir el acuerdo y que en ningún modo podemos establecer a priori, en este momento, cuál sea el mejor procedimiento. Yo estimo que el procedimiento dentro del curso normal establecido por la Cámara puede tener cabida sin tener que hacer ninguna otra cuestión de mayor calado, aunque Su Señoría puede entender que sí, es decir..., de todas formas lo que sí que quiero que quede perfectamente claro es nuestra disposición para estudiar con ustedes, con la Cámara, cuál sea el mejor procedimiento que nos lleve a ajustar el presupuesto del ochenta y siete a las nuevas previsiones que tenga el Gobierno que presida.

Me ha pedido que..., sobre algunos temas estatutarios y usted me dice que le extrañaba dada mi condición particular. Pues, yo le tengo que decir claramente, por si acaso, por si no ha quedado perfectamente explícito en mi discurso, que se dará prioridad al cumplimiento del Estatuto, pero en todos sus términos, en todos sus términos. Porque el Estatuto de Autonomía de Castilla y León hay que entenderlo dentro del paquete constitucional que informa el Estado y, por lo tanto, desde esa perspectiva habrá también que realizar los desarrollos que sean oportunos del Estatuto y en esa..., en la medida que ello sea preciso yo creo y sé que lo voy a contar con la colaboración de Su Señoría; por ejemplo, en alguna de las leyes que usted ha citado y que yo mismo ayer también cité, aunque, evidentemente, dentro del conjunto general del discurso pueden haber pasado desapercibidas, pero algunas de ellas, sobre todo aquélla que tiene una mayor incidencia sobre los aspectos sociales y que, por lo tanto, va a afectar a una población posiblemente más necesitada, va a tener rápida y adecuada respuesta, me imagino, con el acuerdo también de esta Cámara.

Ha tenido una valoración que..., yo no me gustaría que siguiera insistiendo sobre ella y le voy a razonar por qué. Ha entendido, o por lo menos cree como negativo el que desde la Comunidad Autónoma se colabore aportando financiación a determinadas actividades que desarrolle el Estado dentro del territorio de la Comunidad Autónoma. Mire, mi opinión es todo lo contrario. Mi opinión es que si realmente los responsables de la Comunidad Autónoma estamos dispuestos a que mejoren, en todos sus indicadores y sus frentes, las necesidades o las prioridades de la Comunidad no debemos hacer ascos a la colaboración sea con quien sea y en las condiciones que sean precisas, todo ello si redunda en beneficio de colectivos importantes. Yo me atrevería a decir si Su Señoría hubiera estado en el caso de la Junta de Castilla y León, si se hubiera negado a facilitar una colaboración al INSALUD, por ejemplo, para poner en marcha determinados servicios asistenciales en un espacio territorial de la Comunidad particularmente sensible, lo cual conllevaba a un retraso en el programa, mientras que la colaboración de la Junta ha hecho realidad que esos ciudadanos de ese territorio puedan tener una asistencia correcta mucho más pronto. A mí me parece que se pueden decir unas cosas, pero realmente en el momento en que uno tiene la responsabilidad de atender a los ciudadanos en sus aspiraciones, en ese momento hay, a veces, que perder algunos pruritos para dedicarse con entrega y con seguridad a la resolución de los problemas. Quiero afirmar, por si ayer no quedó suficientemente claro, que la Junta de Castilla y León que presida estará siempre dispuesta a mantener esa misma línea de actuación. Cualquier actividad, aunque sea competencia de la Administración del Estado, que para que su implementación en la Comunidad pueda adelantarse, pueda rectificarse, o pueda acomodarse a los intereses de la colectividad de Castilla y León, necesite el apoyo de esta Comunidad y de esta Junta tendrá el apoyo de la Junta.

Mire, algunas de las afirmaciones que ha hecho respecto del desarrollo de la Ley de Relaciones no coincide exactamente con la opinión que consta en las actas, que es público y notorio puesto que se ha dicho ante los medios de información, que tienen los responsables provinciales que han acudido ya a las reuniones del Consejo de Cooperación de Provincias; no coincide en absoluto su valoración. Es posible que a lo mejor usted no posee datos completos sobre la materia pero yo también le tengo que dar, que abundar sobre el discurso de ayer en que tampoco yo estoy satisfecho del cumplimiento total que estamos haciendo. Y es más, les voy a decir una frase textual. En una de las últimas reuniones se decía por uno de los Presidentes de Diputación allí presentes que estaban satisfechos y que, bueno, que esto era el inicio del camino y que se iba por buen camino.

pag. 1650

Cuando yo intervine le dije: mire, de lo que podemos estar satisfechos es que estamos poniendo los jalones de dirección, estamos indicando el camino, pero todavía no hemos entrado en él. Esa es la postura real y ésa es la postura realista de ayer de mi discurso y de lo que yo ahora quiero transmitirles sobre esas afirmaciones por usted realizadas.

Recibo, por supuesto, con satisfacción, que eso siempre le agrada a uno, cuantas felicitaciones y enhorabuenas, y con esto también contesto a todos los demás que lo han hecho, se han producido por los tres intervinientes. Pero el hacer cumplir la legalidad fue ayer una frase expresa de mi discurso. Yo creo que dije exactamente algo así como que todas aquellas pautas o comportamientos que se alejasen del cumplimiento de la legalidad serían corregidas. Por lo tanto, yo creo, señor De Fernando, que ahí tiene usted un cierto grado de satisfacción.

El señor Montoya Ramos ha hecho una intervención a la que yo no estaba acostumbrado, y ésa es la verdad, porque en el fondo siempre, desde su postura liberal y en principio como buen liberal, es en cierto modo optimista. Sin embargo, lo de hoy ha sido no el liberal progresismo, sino el liberal catastrofismo. Yo creo que desde esa postura es muy difícil que nos podamos entender. Es posible que a usted, bueno, le agraden determinadas formas de ser de mi carácter -y se lo agradezco también-, pero no podemos debatir sobre unos datos que han sido totalmente tergiversados; unas veces se usaban datos absolutos, otras veces datos relativos. Le voy a dar uno simplemente, uno, "como muestra bien vale un botón" dicen en nuestras tierras. Miren, la financiación por habitante que usted decía..., y como ha dicho la cifra y esto ha salido y me imagino que lo conocen los ciudadanos yo quiero también quedarla aquí perfectamente clara. La financiación por habitante que se propone para mil novecientos ochenta y siete supone para Castilla y León del orden de veintitrés mil pesetas por habitante. Eso sí que es correcto, no las veintitrés que usted decía, veintitrés mil. Y ahora diríamos, bueno, ¿y eso en qué orden nos coloca? Pues, fíjense, en el orden tercero de las Comunidades Autónomas del 143; es decir, la primera Comunidad es Extremadura, la segunda Comunidad en pesetas por habitante Castilla-La Mancha, la tercera Castilla y León y luego siguen el resto, que se las podía dar también a Su Señoría para que lo tuviera.

Pero yo creo que ése sí que es un comportamiento solidario, yo creo que en eso sí que la financiación también, de las Comunidades Autónomas, no solamente es la Ley del Fondo, sino el conjunto general de la financiación autonómica está cumpliendo el principio de solidaridad. Y, por favor, no me mezcle usted las pesetas por habitante de las Comunidades del artículo 143 con las pesetas por habitante de las Comunidades del artículo 151, entre otras razones porque usted mismo sabe que el nivel competencial es totalmente diferente. Nuestra Comunidad, por ejemplo, no tiene todavía la transferencia de Educación y es un paquete muy importante siempre de la actividad del Estado. Y tampoco nuestra Comunidad tiene la transferencia de la Sanidad General, el INSALUD, que también es otro paquete muy importante de la actividad del Estado. Por lo tanto..., sin embargo, si quieren les voy a dar las pesetas por habitante de Cataluña, pero ¡ojo!, sabiendo que Cataluña tiene todo ese paquete de competencias, competencias en Educación y Sanidad para cuatro millones largos de habitantes, casi cinco millones de habitantes. Cataluña tiene treinta y seis mil pesetas por habitante. Bueno, yo creo que, cuando las cifras se dan deben de darse con corrección. Entonces, yo, por favor, no quisiera entrar en ese debate minucioso de la cifra, porque posiblemente pudiéramos todos confundirnos.

Yo creo que éste es un planteamiento de fondo político, yo creo que usted ha estado hablando continuamente de la modernidad y hablaba desde su postura, según dice, progresista. Es que desde esa misma modernidad es desde la que hay que entender el discurso pronunciado por mí ayer.

Cuando usted habla de las universidades. Mire usted, los criterios de las Universidades no hay que irse a criterios localistas, lo que hay que irse es a criterios de capacidad de investigación de esas Universidades, lo que hay que irse es a criterios de funcionalidad de la Universidad, lo que irse es a criterios de valor añadido que entregan esas Universidades. Y yo creo que en eso, si lo discutimos fríamente y sin el calor de esta sala, a lo mejor llegamos a muchos acuerdos, porque para ello no hay que inventar nada y usted lo sabe. Simplemente tenemos que traer algunos modelos que parece ser que funcionan en esos mundos de Dios y donde jamás se plantearon esos tratamientos localistas. Sí que se planteó una Universidad eficaz, no solamente transmisora de enseñanzas y productora de títulos, sino una universidad capaz de producir ideas, de entregar nuevas orientaciones, de producir un nivel de calidad en la investigación al que todos los universitarios de este país estamos aspirando. Pero lo que ocurre es que el desperdigamiento, esto no puede conducir nunca a la eficacia. Hay que conducir a la eficacia por las vías precisamente que otros pueblos han andado antes y eso sí que es hacer modernidad. Por lo tanto, señor Montoya, yo le pediría que, lejos de buscar matices localistas en las personas, en los grupos, busquemos la eficacia en las gestiones; empiece a abandonar los síndromes de no sé dónde, porque hay otros síndromes también. Yo creo que debemos perder de vista toda esta situación, porque con eso usted al final a lo que conduce a la gente es al desasosiego, al desánimo, y luego dice, hombre, cómo van los empresarios, cómo van a producir, pero si en la letra de su discurso es imposible que usted produzca la confianza necesaria porque lo está viendo todo con unos cristales cubiertos de humo, de manera que lo veo absolutamente negro; desde esa perspectiva, señor Montoya, le pediría de verdad que empezara

pag. 1651

por lo menos a ir matizando, a pasar a un gris en su color de gafas, porque ya ahí, dentro de ese gris, pues, a lo mejor todos pegábamos el empujón y de verdad aparecía ese esfuerzo solidario que permita salir a esta Región adelante.

Hay algunas cuestiones que ha planteado el señor Alonso Rodríguez, en las cuelas realmente, es decir, en todas aquellas que ha coincidido, pues, evidentemente, yo paso, pero sí que me gustaría hacer dos matizaciones.

Se ha afirmado una vez que ha habido que devolver no sé qué cantidades, yo no sé cuáles serán sus datos, porque no ha sabido gestionar o porque no ha podido o porque..., no sé cómo lo ha dicho Su Señoría, la Junta de Castilla y León materias transferidas o créditos transferidos. Tengo que afirmar con toda la rotundidad que eso no ha ocurrido nunca. Por el contrario, hemos incorporado, y Sus Señorías lo conocen, muchos créditos que, no gestionados en tiempo y forma en su debido momento por los ministerios o los gestores correspondiente, se han incorporado a los presupuestos de la Comunidad Autónoma. Primera cuestión que yo quería, por lo menos, quedarle perfectamente clara.

Segunda cuestión. Yo creo que en este momento el mapa autonómico hay que decir claramente que está cerrado, porque así lo establecen las sentencias del Tribunal Constitucional y por otra razón Señoría: porque cerrado este tema nos pondremos a trabajar todos juntos para sacar una colectividad, que está por encima de los intereses particulares de cada uno de nosotros, sacarla adelante de su situación de siglos. Ese es el problema ésa es nuestra Comunidad: Castilla y León juntos, porque forman una unidad solidaria desde hace miles de años y desde ese momento y desde esa actitud hay que ponerse a trabajar solidariamente juntos para sacar todo el territorio de la Comunidad adelante.

Finalmente, yo quiero terminar con una matización muy breve, que es un poco al hilo de una de las palabras o de las frases dichas por el señor De Fernando. Se lo he dicho al Grupo Popular, se lo digo a ustedes también. Los que me digan no en la investidura agradecido también a ello, porque eso también lo entiendo positivo para nosotros y para nuestro Grupo. Los que dicen abstención también agradecidos a su postura, porque en ningún momento sé que van a renunciar, ni unos ni otros, a ese aspecto crítico que ustedes han estado desarrollando hasta aquí. Pero, mire, de verdad, si iban a decir sí por mi humilde persona no lo digan, porque yo aquí no soy más que una persona a la que el Partido Socialista Obrero Español le encomienda en un momento dado una tarea. Y es esa tarea ese programa, el que yo deseo llevar a cabo y en función de él es en el que deseo que ustedes se pronuncien con total libertad. Muchas gracias, señor Presidente.


EL SEÑOR PRESIDENTE (SEÑOR LLAMAZARES FERNANDEZ):

Muchas gracias. Tiene la palabra el señor De Fernando.


EL SEÑOR DE FERNANDO ALONSO:

Señor Nalda, voy a contestarle por el orden en que me ha hecho referencia.

Habla usted, en primer lugar, de la crisis y yo creo que no me ha entendido lo que yo le he dicho. Usted dirá la crisis..., y voy a decirle sus palabras textuales: "que después será la voluntad expresa la culminación del programa socialista"; eso ya lo sé yo, eso ya lo he dicho yo, que usted lo dijo en último lugar. Mi preocupación por la forma en que el Partido Socialista Obrero Español ha hecho esta crisis no es por la culminación o no del programa, ¡ojalá! ¡ojalá!, que eso llevase a la consecución... terminación del programa. Mi preocupación es por lo puramente administrativo. Y le he dicho que a ver si usted tiene el acierto de parar alguna cadena más de dimisiones, o de nuevos nombramientos de los que entren, porque a mí no me preocupa el aspecto político que ustedes en su programa, sea Consejero más de un sector o más de otro; me da igual. Lo que me preocupa es el ciudadano que tiene pendiente durante doce meses de cobrar una subvención y ahora se le retrase otros doce, me preocupa el ciudadano que tiene pendiente algo puramente administrativo. Y lo dije al principio de mi intervención: si esta crisis producida por la digna dimisión del Presidente, señor Madrid, se hubiese resuelto con la Presidencia, pues, esto no habría ocurrido. El problema es las consecuencias posteriores y eso es mi preocupación.

Ha dicho usted luego una cosa totalmente contradictoria en su discurso de ayer. Ayer, y lo he dicho antes, usted se desmarcaba, pero bastante claramente, de la línea de actuación del Gobierno anterior y viene usted ahora a decirme que el Gobierno que forme va a seguir con la misma línea de austeridad; apañados estamos, señor Nalda, ahí sí que tiene usted una grave contradicción. Si de algo hemos acusado aquí, en estas Cortes, todos los Grupos de la oposición era de falta de austeridad. Y usted ayer empezó diciendo: voy a suprimir el órgano asesor del Presidente, voy a suprimir la Oficina del Portavoz, es decir, los gastos que considerábamos..., y ahora viene usted a decir que van a seguir en la misma austeridad; apañados vamos.

Cuando yo he dicho ligeros retoques, no, usted dijo la palabra ligeras modificaciones. Mi preocupación hoy sigue sin contestarme. Yo creo que no se pueden hacer apaños en las Cortes en los Presupuestos. Usted presenta una refundición de dos Consejerías, usted nos va a presentar, si continúan esos Presupuestos, una discusión de unos Presupuestos que van a ser imposibles de cumplir y le he dicho que yo a ese juego no me ofrezco. Según la Ley de Presupuestos y cada vez que hemos querido intervenir se nos ha contestado que era siguiendo igual que la Ley Presupuestaria española. Bueno, yo me niego a participar en un juego de acuerdos donde nos vayamos a saltar la ley, dónde aquí, por no retirar los Presupuestos, vayamos a cambiarlo. Usted puede hacer dos cosas: retirar los Presupuestos y presentar otros nuevos

pag. 1652

por Consejerías, o si entran en discusión, tal y como están los discutiremos tal y como marca la ley y no caben más apaños.

Yo comprendo su problema. Si usted los retira hasta Marzo no los va a tener; un mes para aplicarlos. Si no los retira, se lo he dicho antes, imposible; usted necesita, para lo que dijo ayer, para lo que apuntó, mil millones más de pesetas en Agricultura. Claro, usted puede tener la salida de que luego la Junta de Consejeros acuerda el trasvase; bueno, pero es que si eso lo vamos a pensar de antemano yo me niego a trabajar en los Presupuestos.

Me ha hablado de los servicios sociales, que cuando yo le he dicho, de las cosas pendientes que le quedaban, yo le aconsejaría, señor Nalda, que el anteproyecto de ley o el borrador de ley que haya lo retire, por su propia filosofía. Parece, a mi entender, difícil de entender que una Ley de Servicios Sociales dirigida por un partido, propuesta por un partido socialista parta de una filosofía política de que en Castilla y León no hay pobres. Mire usted, ésa es la filosofía del anteproyecto que ustedes tienen; retírelo, empiécelo, cambie de filosofía y contará con nuestro apoyo.

Y hay una cuestión, dos cuestiones me quedan, señor Presidente, se me está acabando el tiempo. Una, mire usted, me ha dicho la opinión de un Presidente de Diputación o representante y la asumo. Yo comparto la suya, señor Nalda, estamos en el inicio, no en el buen camino. Desde luego, yo le puedo decir una cosa: sin saber quién ha sido ese Presidente de la Diputación, si hubiese sido del C.D.S. yo le hubiese dicho "dedíquese a funcionario". Un señor que es capaz de decir que estamos en el buen camino de cooperación, llamándole usted... porque no sabe distribuir el dinero que va de aquí, que se lo... con su Delegado, dedíquese a funcionario, señor Presidente. Estoy más bien con usted, estamos en el inicio, pero un inicio, señor Nalda, que cuando se hace una descentralización administrativa es con un criterio central: ahorrar costos, y la sorpresa en los Presupuestos del ochenta y siete es que en su Consejería de Presidencia va un aumento de costos en personal para atender el servicio de centralización; curioso. Señores, no descentralicemos; si nos va a costar más dinero a los castellano-leoneses no... Así viene, señor Nalda, en sus Presupuestos: aumento de personal para atender a los servicios de cooperación con las Diputaciones. O sea, que ahora que descentralizamos servicios nos cuesta más dinero.

Finalmente, le diría que no comparto su opinión en cuanto a la colaboración del Estado, del Gobierno, no del Estado, bajo sus premisas. Yo quisiera verle si el Gobierno de la Nación fuese de un Grupo distinto al suyo. Estamos en una lucha permanente, lucha leal, Instituciones Autonómicas-Gobierno a la hora de las transferencias. En Castilla y León todos reconocemos nuestra escasez de recursos y no tenemos para atender lo nuestro, y vuelvo a decir: más de cien millones al año se dedican a lo que el INSALUD debía hacer. Hombre, mire usted, si yo hago un esfuerzo hágalo usted; no, el INSALUD se ahorra todo y todo lo ponemos nosotros.

Finalmente, señor Nalda, quizá no me entendió cuando yo le dije a José Constantino Nalda fuera de aquí, fuera de aquí, yo le hubiese creído la totalidad de las cosas que dijo. No era distinto que mi voto fuese por ser el señor Nalda o el candidato del partido socialista. Lo que le dije: señor Nalda, como partido y por sus actuaciones han perdido nuestra credibilidad, permítame que al menos me quede la duda que en aquello que usted ha dicho está totalmente de acuerdo conmigo, o yo con usted, dude porque lo ha dicho en este estrado, como candidato del partido socialista, no como José Constantino Nalda. Muchas gracias, Presidente.


EL SEÑOR PRESIDENTE (SEÑOR LLAMAZARES FERNANDEZ):

Muchas gracias. Tiene la palabra el señor Montoya Ramos.


EL SEÑOR MONTOYA RAMOS:

Señor Presidente, señoras y señores Procuradores. El señor Nalda me ha acusado de hacer catastrofismo, me ha llamado liberal catastrofista y no sé qué cosas más. Señor Nalda, yo no he hecho catastrofismo, no no he hecho catastrofismo. Yo he señalado unos datos que usted no me ha contradicho más que en un punto, en la financiación autonómica. Efectivamente, yo he dicho unas cifras que se referían a miles de pesetas por habitantes y yo he dicho pesetas, tiene usted razón. Esto no desvaloriza, sin embargo, que la financiación por habitante en nuestra Región sean veintidós mil quinientas o veintitrés mil, como usted ha dicho, y sin embargo, en Cataluña, usted también lo ha dicho, son treinta y seis mil, yo no lo he señalado y también sé que allí tienen otras competencias a través del artículo..., asumidas a través del artículo 151. Yo no sé si Canarias también es otra Comunidad Autónoma que ha ido por el 151, a lo mejor yo tengo un lapsus en estos momentos y me parece que no, y yo tengo unos datos publicados por la prensa, que tampoco sé si son ciertos, tampoco sé si son ciertos porque no tengo más fuente de información: "El Norte de Castilla", tengo aquí los datos. Y en Canarias, para una población que yo he apreciado según las estadísticas de un millón y medio aproximadamente de personas, tiene sesenta y ocho mil pesetas, sesenta y ocho millones quinientas sesenta y siete mil pesetas, según datos de "El Norte de Castilla"; a lo mejor están equivocados, a lo mejor Canarias no fue por el 143 y fue por el 151, a lo mejor Canarias tampoco tiene gobierno socialista. Yo no sé, a lo mejor yo estoy equivocado, pero yo le he señalado estos datos comparativos con una simple comparación y, sin embargo, los canarios votaron en contra, votaron en contra. A mí me parece que esto es digno de señalarse y yo lo quiero señalar.

Nada me ha dicho, en cambio, de los datos que le he dicho sobre el paro, que yo he tomado como comparación el primer trimestre de las encuestas de población activa del Instituto Nacional de Estadística, porque las del segundo pag. 1653

trimestre eran más desfavorables. Y además si yo hubiera utilizado las del segundo trimestre ha habido un cambio de sistema y hubieran estado deformadas, por eso he utilizado las del primer trimestre del sesenta y tres..., del ochenta y tres y las del primer trimestre del ochenta y seis; si hubiéramos tomado las del segundo eran todavía más desfavorables, el paro ya no era el treinta y seis con nueve por ciento de aumento sino el cincuenta y tres y pico. Entonces, estos son los datos; ahora, señalar estos datos..., usted me dice que "usted es un pesimista". Pues, mire usted, a lo mejor yo soy más optimista que usted, Señoría, que no se ha atrevido a tomar estos datos. Yo me he atrevido a tomar estos datos y yo quisiera que usted entendiera que en mi pesimismo lo que hay es un atisbo de esperanza. Yo lo que he querido decir es que esto es lo que hay que superar y que yo lo que quiero y lo que deseo es que el Gobierno que usted va a presidir lo supere. Hay esta esperanza, hay esta esperanza al recoger estos datos en mí; si usted no lo ha sabido ver, si usted, por el contrario, prefiere esconder la cabeza debajo del ala y huir de la realidad, pues, yo lo siento mucho, pero yo he querido tomar unos datos, apoyarme en ellos, en los mismos que me he apoyado para decir que la población activa en el sector industria ha disminuido en este período en dos mil personas. Estos son los datos del Instituto Nacional de Estadística; pueden estar mal. Yo, si usted lo quiere, le dejo los datos como han sido tomados y usted tendrá la ocasión de comprobarlos, pero no me diga que yo los tergiverso, porque yo no he tergiversado ningún dato.

Me ha contestado a muy pocas cosas más. Yo planteo aquí una serie de problemas; el tiempo de que dispongo es muy corto y lo he tenido que hacer deprisa y he tenido que dejar puntear alguno de ellos. Usted me ha cogido el tema de la Universidad y me ha acusado de falta de modernismo, porque la Universidad hay que hacerla con criterios funcionalistas, me ha dicho, hay que tener en cuenta el valor añadido, hay que tener en cuenta los modelos que funcionan para una Universidad eficaz. Entiendo que todo eso hay que tenerlo en cuenta y no se lo discuto, pero al mismo tiempo, hay unas demandas, hay unas demandas de centros universitarios en sitios concretos de nuestra ciudad, de nuestra Autonomía, que no se oponen a estos principios o yo entiendo que no se oponen a esos principios, que de alguna forma tienen que ser atendidas no por nosotros, sino por la Administración Central, pero también de alguna forma nosotros tenemos que presionar a esta Administración Central para que lo atienda.

Nada me ha dicho de los ferrocarriles, que es otro tema del cual nosotros tenemos que presionar a la Administración Central y que no podemos cruzarnos de brazos por esos mil kilómetros de ferrocarriles cerrados. Si decir esto es ser pesimista, pues, sí, yo soy un pesimista. Pero a mí me parece que es mucho más pesimismo el que demuestra Su Señoría cuando dice, nos decía ayer en su discurso..., yo no tengo aquí la frase textual, pero nos hablaba algo así que los castellano-leoneses vivirán y gozarán en tanto en cuanto existan, el mejor funcionamiento de las Administraciones Autonómicas, una cosa así creo que nos decía usted en su discurso de ayer. Bueno, yo, sin embargo, no tengo esa confianza que usted tiene en el buen funcionamiento de la Administración Autonómica, que no quiere decir que no lo desee que funcione, pero que no es suficiente porque la vida y el gozo de los castellano-leoneses están en muchas más cosas además de en el buen funcionamiento de la Administración Autonómica. Y ahí se diferencia, pues, también mi espíritu liberal de su espíritu más centralista, más intervencionista, más paternalista si quiere; ahí está la creencia en una acción pública, en una actuación privada, que es lo que yo digo que he echado en falta en su discurso, que no se cuenta con los millones, con los dos millones y medio de castellano-leoneses, a los que se les dice: ustedes vivirán mejor y ustedes gozarán en tanto en cuanto la Administración Autonómica que nosotros vamos a dar va a ser mejor. Y yo digo, señor Nalda, no es eso; habrá que procurar a que estos castellanos-leoneses vivan y gocen mejor porque nosotros les vamos a ayudar a ese esfuerzo, que van a hacer ellos también, para conseguir esa vida digna y ese goce de esa felicidad que tanto usted como yo les deseamos.

Y pocas cosas más, pocas cosas más me ha contestado Su Señoría de todo lo que yo he apuntado en mi breve intervención. Comprendo que es una breve intervención que he tenido que hacer, pues, con cierta ligereza, porque el tiempo, la premura del tiempo me lo exigía, a lo mejor con alguna imprecisión como ésta que me ha señalado, pero que no hay ninguna imprecisión en los fundamentos, en lo básico, no hay ninguna imprecisión. Y que a mí me hubiera gustado haber escuchado de su boca esa esperanza que usted dice que a mí me falta y que yo he querido esta tarde y aquí venir a buscarla y encontrarla justamente en el programa de Gobierno que usted, con ese equipo que va a formar, nos pueda ofrecer. Nada más y muchas gracias.


EL SEÑOR PRESIDENTE (SEÑOR LLAMAZARES FERNANDEZ):

Tiene la palabra el señor Alonso Rodríguez.


EL SEÑOR ALONSO RODRIGUEZ:

Señor Presidente, señoras y señores Procuradores. Señor Nalda, yo voy a repetir una frase que solía decirme con mucha frecuencia don Claudio Sánchez Albornoz: "Castilla y León vive un proceso pintoresco y grotesco". Yo le digo a usted, extrapolando más o menos el sentido, que aquí no hay nada cerrado y para mí considero cerrado el proceso autonómico de Castilla y León en las nueve provincias; iría a más: a Logroño y Santander si en eso usted..., estamos de acuerdo.

Pero, bueno, el hecho viene así. Si a usted le dicen que hay que organizar de que León sea independiente usted acepta y no me diga que no, porque yo tengo..., al lado suyo hay algún Consejero que le ha puesto pues muy mal pues es un íntimo amigo. Vamos a hablar claro y sincero.

Todavía aquí no tenemos la Capitalidad de la Comunidad de Castilla y León y eso es preocupante, porque miles de funcionarios todavía no saben dónde comprar su piso de vivienda, porque el día menos pensado se la

pag. 1654

pueden llevar a Burgos y no pueden hacer una inversión que consideran para toda la vida. Aquí no hemos cerrado todavía cuál es la Capitalidad de Castilla y León y nos obliga el Estatuto, en la primera sesión creo recordar, nos obliga a tomar el acuerdo sobre la Capitalidad, por tres cuartas partes que aquí es difícil que se pongan de acuerdo..., aunque aquí todos van a ganar las elecciones, porque hace cosa de pocos meses aquí había un Procurador de mi Grupo que su partido iba a ganar las elecciones y sacó lo mismo que los nacionalistas, muy pocos votos... y todo el mundo, ustedes estaban preocupados de que ganara. Vamos a ser sinceros.


EL SEÑOR PRESIDENTE (SEÑOR LLAMAZARES FERNANDEZ):

Silencio por favor.


EL SEÑOR ALONSO RODRIGUEZ: Y

Y usted no es un militante simple del Partido Socialista, señor Nalda, olvídeselo. Desde mañana que usted -esperemos y deseemos para que esto no se alargue mucho en el sentido, en el bochorno que estamos dando a nivel de fuera de la Comunidad de Castilla y León-, es el Presidente de la Comunidad y es el Presidente de todos los castellanos y cualquier falta que usted cometa, que sea pública, nos afectará a todos los castellanos; no lo olvide. No puede ser un simple miembro del Partido Socialista, es el Presidente de la Comunidad de Castilla y León; en su casa será marido pero fuera de casa es el Presidente de la Comunidad.


EL SEÑOR PRESIDENTE (SEÑOR LLAMAZARES FERNANDEZ):

Silencio, por favor. Recuerdo a la Cámara que la dignidad de la Cámara no solamente depende de quien tiene el uso de la palabra, sino también de quien escucha. Puede continuar.


EL SEÑOR ALONSO RODRIGUEZ:

No hay duda de que el estatus social de cada persona va unido al comportamiento y al cargo que ocupe en cada circunstancia. Yo me refería en buen aspecto que usted, cuando va a casa, es padre de familia y es miembro de una Comunidad cerrada; cuando sale a la calle, se sube en el coche oficial y va a la Junta es usted Presidente de toda la Comunidad, eso quiero indicar que va al sentido de mis palabras; hay personas que a lo mejor, pues, no están capacitadas para comprender lo que quería decir, pero es en ese sentido de la palabra, que usted... Bueno, que yo siento envidia, envidia, cuando hablo con un Presidente de una Comunidad de primera como es Cataluña, y yo he cenado con el señor Presidente de la Comunidad, Pujol, y con un miembro ministro de su gobierno, el señor Ordóñez, y cuando el señor Ordóñez le dijo "cómo me dirijo a usted, como venerable o como presidente..." o tal, dice "a mí me da lo mismo que te dirijas como quieras, yo sé que soy el Presidente y como tal me comporto".


EL SEÑOR PRESIDENTE (SEÑOR LLAMAZARES FERNANDEZ):

Señor Alonso Rodríguez, se le ha terminado el tiempo. Abandone la tribuna de oradores, por favor.


EL SEÑOR ALONSO RODRIGUEZ:

Vale, gracias.


EL SEÑOR PRESIDENTE (SEÑOR LLAMAZARES FERNANDEZ):

Tiene la palabra el señor Nalda García. Silencio por favor.


EL SEÑOR NALDA GARCIA:

Muchas gracias, señor Presidente, Señorías. Muy brevemente para contestar, por la cordialidad y la cortesía, a algunas de estas últimas intervenciones.

Yo creo que el señor De Fernando coincidirá que algunos de esos ejemplos que ha puesto no son de hoy, algunos de esos ejemplos es posible que puedan empezar a tener soluciones, pero son problemas que vienen arrastrándose y muchas veces no debidos a voluntad de ningún modo de los responsables de la Junta. Hay otras causas que usted conoce también, y otros defectos que hay que corregir y que habrá que intentar hacer el esfuerzo para su corrección.

Mire, yo creo que en cuanto al tema de la modificación presupuestaria, que sigue insistiendo y que ya me promete, pues, el cataclismo de su no colaboración, tengo que decirle, evidentemente, que está haciendo unos apriorismos sin ningún justificado previo, sin ninguna cuestión que lo pueda justificar. Y está además viendo malas intenciones por todos los sitios o que alguien le va a intentar a usted manipular, usar. Es decir, yo creo que todo eso es bastante dramático lo que usted plantea, pero en modo alguno obedece ni a la realidad de lo expuesto por mí ayer ni lo que he dicho tampoco hoy en esta tribuna.

Me da unos consejos que le agradezco. Hombre, si somos a veces tan ocultistas y oscurantistas, pues, me extraña que usted ya conozca el anteproyecto de ley, de verdad, o algo ha ocurrido; o es que somos excesivamente transparentes a veces y tenemos suficientes lazos y conexiones. Yo lo que le puedo asegurar, señor De Fernando, es que ese proyecto de ley, cuando llegue a esta Cámara como tal proyecto, vendrá de conformidad con lo que ya han aprobado estas Cámaras y que ya existe en la legislación que nosotros mismos nos hemos dado para todo ese sistema donde se impliquen las relaciones entre Administraciones.

Le vuelvo a agradecer lo que decía. Dice, bueno, es que la actitud del Partido Socialista me ha hecho que yo haya perdido la confianza. Perdóneme que le diga: es que para mí el CDS todavía no la ha ganado.

Señor Montoya, dos aclaraciones. Realmente, la población activa regional, yo le voy a decir, es una cantidad muy pequeña, minúscula, pero ha crecido, del segundo trimestre del ochenta y uno al segundo trimestre del ochenta y seis, en diecisiete mil setecientas personas, en todo el ámbito de esos trimestres. Por eso le estoy diciendo que no se pueden utilizar cifras parciales; usted trae unas, yo otras, y ¿qué?, aquí al final, ¿quién se entera? Usted me enseña un papel, yo le enseño otro. Mire, de verdad, lo que tenemos que hacer sobre esas cifras, en lugar de apedrearnos con ellas, es sentarnos a reflexionar sobre si ellas están realmente reflejando la realidad de la Región. Y ayer hice un llamamiento claro en el cual tienen que intervenir los agentes sociales y tienen que intervenir agentes económicos. Y ese llamamiento claro creo que nos puede dar la solución de si todas esas cifras con las que nos apedreamos son un reflejo de la sociedad castellano-leonesa; si lo son, qué medidas hay que tomar para corregirlas, y si no lo son también habrá que decirlo o mirar a ver por qué se está

pag. 1655

produciendo esa situación de desequilibrio en las cifras. Por lo tanto, respeto que las suyas sean correctas, respéteme también que las mías lo sean.

Una aclaración, porque me ha estado diciendo reiteradamente éstos son los datos que yo tengo; dice es que Canarias fue por el 151 o fue por el 143. Le aclaro correctamente el término. Por el 151 fueron tres Comunidades y por el 143, con Ley Orgánica de Transferencia, las famosas LOTRAVA y LOTRACA, las Comunidades de Valencia y Canarias. Con lo cual, a través de esas leyes orgánicas que se aprobaron en el mismo momento que se aprobó el Estatuto, esas dos Comunidades adquirieron el mismo nivel de competencias que si hubieran ido por el 151. Por lo tanto, a nivel competencial hay cinco Comunidades homogéneas, que son las que le he citado, y hay otras doce que van por el 143 y, por lo tanto, tampoco se puede comparar el tema canario. Pero como ha salido varias veces yo creo que tampoco nuestros compañeros de Canarias se han sabido explicar. El problema de su voto no, no es un voto no a ese modelo de financiación que está consensuado y acordado y que a todos nos ha parecido, incluso con el tema del artículo 15 de la LOFCA que citaba antes, como un encuentro entre los diversos intereses contrapuestos de las diecisiete Comunidades españolas. Es que su problema está en su propio sistema de financiación, porque Canarias está realmente fuera del sistema fiscal y financiero, incluso de incentivos, incluso de conexión con la Comunidad Económica Europea, y ahí es donde está el problema y el problema es de adecuar en este momento, cuando empieza a verse panorama global de financiación, cómo se incardina la Comunidad Canaria con el resto de las Comunidades en un esquema de igualdad. Esa es la razón, señor Montoya, y no otra y eso es lo que, realmente, a lo mejor ha faltado explicación.

Voy a finalizar con dos referencias a algunas cuestiones que ha dicho el señor Alonso Rodríguez y es... la primera la siguiente. Nuestro partido, por ahora y creo que por siempre, por su propia formación como partido y por dónde proceder y de dónde procede este partido, nunca se tomará ni propondrá medidas de irracionalidad como las que en esta tribuna usted estaba diciendo. Primera cuestión.

Segunda cuestión. Tengo que decirle que yo seré Presidente -si los votos de esta Cámara así me lo otorgan, lo mismo que lo ha sido mi antecesor-, de todos los castellanos y leoneses, pero no por eso renunciaremos, ni él ni yo, a ser socialistas. Muchas gracias, señor Presidente.


EL SEÑOR PRESIDENTE (SEÑOR LLAMAZARES FERNANDEZ):

Muchas gracias, señor Nalda.

La sesión se reanudará mañana a las diez y media de la mañana. La votación tendrá lugar a las doce de la mañana, si para esa hora se ha terminado ya el debate. Si no se hubiera terminado el debate tendrá lugar la votación inmediatamente después de la terminación del debate.

Se interrumpe la sesión.

(Se suspende la sesión a las veintiuna horas).


DS(P) nº 47/1 del 13/11/1986

CVE="DSPLN-01-000047"





Diario de Sesiones de las Cortes de Castilla y León
I Legislatura
Pleno de las Cortes
DS(P) nº 47/1 del 13/11/1986
CVE: DSPLN-01-000047

DS(P) nº 47/1 del 13/11/1986. Pleno de las Cortes
Sesión Celebrada el día 13 de noviembre de 1986, en FUENSALDAÑA
Bajo la Presidencia de: Dionisio Llamazares Fernández
Pags. 1627-1658

ORDEN DEL DÍA:

1. Debate de Investidura del Candidato a la Presidencia de la Junta de Castilla y León.

SUMARIO:

 **  Se inicia la sesión a las once horas veinte minutos.

 **  El Presidente, Sr. Llamazares Fernández, reanuda la sesión.

 **  Intervención del Procurador Sr. Bosque Hita (Grupo Popular).

 **  Contestación del Sr. Nalda García, Candidato a la Presidencia de la Junta de Castilla y León.

 **  En turno de réplica, interviene el Procurador Sr. Bosque Hita (Grupo Popular).

 **  En turno de dúplica, interviene el Sr. Nalda García, Candidato a la Presidencia de la Junta de Castilla y León.

 **  El Presidente, Sr. Llamazares Fernández, suspende la sesión.

 **  Se suspende la sesión a las dieciocho horas cinco minutos, y se reanuda a las diecinueve horas veinte minutos.

 **  El Presidente, Sr. Llamazares Fernández, reanuda la sesión.

 **  Intervención del Procurador Sr. De Fernando Alonso (Grupo Mixto).

 **  Intervención del Procurador Sr. Montoya Ramos (Grupo Mixto).

 **  Intervención del Procurador Sr. Alonso Rodríguez (Grupo Mixto).

 **  El Presidente, Sr. Llamazares Fernández, ruega al Sr. Procurador vaya dando por terminada su intervención.

 **  Continúa el Sr. Alonso Rodríguez.

 **  El Presidente, Sr. Llamazares Fernández, indica al Sr. Procurador que ha pasado el minuto de gracia y le ruega abandone la tribuna de oradores.

 **  Continúa el Sr. Alonso Rodríguez con su intervención.

 **  El Presidente, Sr. Llamazares Fernández, ruega al Sr. Procurador abandone la tribuna de oradores.

 **  Contestación del Sr. Nalda García, Candidato a la Presidencia de la Junta de Castilla y León, a los miembros del Grupo Mixto.

 **  En turno de réplica, interviene el Procurador Sr. De Fernando Alonso.

 **  En turno de réplica, interviene el Procurador Sr. Montoya Ramos.

 **  En turno de réplica, interviene el Procurador Sr. Alonso Rodríguez.

 **  El Presidente, Sr. Llamazares Fernández, indica al Sr. Procurador que ha agotado el tiempo y le pide abandone la tribuna de oradores.

 **  En turno de dúplica, interviene el Sr. Nalda García, Candidato a la Presidencia de la Junta de Castilla y León.

 **  El Presidente, Sr. Llamazares Fernández, suspende la sesión.

 **  Se suspendió la sesión a las veintiuna horas.

pag. 1628

TEXTO:

(Se inicia la sesión a las once horas veinte minutos).


EL SEÑOR PRESIDENTE (SEÑOR LLAMAZARES FERNANDEZ):

Silencio, por favor. Vamos a comenzar. Silencio, por favor. Se reanuda la sesión. Tiene la palabra el señor Bosque Hita, Portavoz del Grupo Popular.


EL SEÑOR BOSQUE HITA:

Señor Presidente, Señorías. Estamos ante un problema de crisis institucional, creado por la incapacidad del Partido mayoritario en la Región, el Partido Socialista Obrero Español que está tratando a través del mismo de resolver sus propios errores y que de alguna manera nos están arrastrando a todos y a las Instituciones Autonómicas.

La situación no comienza hoy. La situación comenzó hace tres años y medio en la primera Investidura del Gobierno de Castilla y León. Entonces se conocía ya factores significativos en cuanto a la persona que se presentaba como candidato a la Presidencia de nuestra Junta. A partir de entonces, también pudimos conocer no solamente las posibles críticas de la Oposición o de ciertos sectores de opinión, sino que en el seno mismo del propio Partido Socialista ya comenzaron las primeras críticas a esta Junta y a estas personas.

Hoy todo es consecuencia de aquel primer planteamiento, de aquella primera nominación, porque los efectos posteriores eran previamente conocidos entonces por el propio Partido que proponía y después no han hecho otra cosa más que incrementar la responsabilidad de aquella decisión y llevarnos a las consecuencias reales del procesamiento de un Presidente de Gobierno, que yo creo que es insólito, nuevo, único en la Historia de las democracias, puesto que anteriormente a una situación de este tipo se han producido siempre las dimisiones de los afectados.

El mantenimiento del mismo, con todo el respeto a su persona, por parte del propio Partido no ha hecho otra cosa sino empeorar la situación y colocar a las Instituciones en grave peligro de credibilidad y de fortaleza ante el propio pueblo de Castilla y León.

Todo esto, unido a los propios problemas internos del partido mayoritario y a la falta de una clara política enraizada en los intereses y en los sentimientos de Castilla y León nos llevan hoy a esta situación de Investidura. Es cierto que se han utilizado todos los procedimientos para tratar de minimizar las situaciones y las consecuencias. Creo que a todos nos resulta muy fácil de recordar cómo, en cualquier otra circunstancia de cualquier otro partido que no sea el gobernante, los medios de comunicación, día a día, en primera página, reiteran constantemente los defectos, los problemas, las tensiones posibles internas, repito, de cualquier partido que no sea el gobernante. Hemos comprobado, ante una crisis tan delicada y difícil como la de las Instituciones de Castilla y León, cómo todo esto se ha minimizado y prácticamente ha pasado, salvo algunos medios de comunicación privados, ha pasado como una situación prácticamente sin mayor transcendencia.

Nuestro Grupo Parlamentario ha querido que esta crisis no afectase a las Cortes de Castilla y León, a esta Institución; hemos querido preservarla de los efectos de cuanto estaba ocurriendo y hemos querido hacerlo porque, por encima de todo, la preocupación de todos debe estar centrada en el prestigio de las Instituciones Autonómicas que, precisamente por su juventud, requiere la mayor atención, la mayor calidad de cuidados y la mayor disposición para evitar que queden salpicadas ante ninguna clase de circunstancias de partido o personales. No ha sido posible. Hemos contemplado cómo, por parte del partido mayoritario y de quienes tenían responsabilidades en la Junta saliente, se han producido incomparecencias, se han producido suspensiones de las mismas, se ha retrasado se ha impedido de alguna manera el proceso normal del trabajo en estas Cortes. Y nosotros pensamos que todas las Instituciones, especialmente las legislativas, especialmente las legislativas, deben ser Instituciones cuidadas, prestigiadas, mimadas, amparadas por todos los Grupos Políticos, porque en ellas reside precisamente la representación máxima del pueblo y el origen de todo poder.

Responsabilidad de todo ello, a nuestro Grupo no le cabe la menor idea: es el Partido Socialista Obrero Español de Castilla y León.

Y no valoramos personas. Necesariamente voy a tener que profundizar en situaciones que se relacionan con personas concretas, personas concretas que son dignísimas y que todo cuanto diga de ninguna de las maneras puede afectar ni a su dignidad, ni a su capacidad, ni a su inteligencia, ni a su honestidad, ni a su sentido de responsabilidad. Son personas cogidas en situaciones en las que su Partido no han debido utilizar de esta forma y han debido de respetar al tiempo que a las Instituciones, porque al final los efectos son los que estamos viviendo todos. Solamente cabe en estos momentos hacia ellos, hacia quienes resulten afectados por las consideraciones que desde mi Grupo Parlamentario he de hacer, sólo cabe para ellos el reconocimiento de la contradicción en que les coloca su propio Partido.

La crisis debió resolverse seriamente en su momento oportuno. En primer lugar, no debió producirse la primera nominación. Había antecedentes de que podía llegarse a una situación de este tipo. Sí se hizo entonces, a lo largo de los tres años y medio ha habido ocasiones y oportunidades en que, por parte del Partido Socialista, debieron tomarse las medidas adecuadas para evitar llegar a la situación en que hemos llegado. Hoy la situación nos aparece prácticamente como si fuera una especie de puente o de reserva, pero, desde luego, mal resulta. Y es incongruente, por la serie de razones que a continuación vamos a indicar. Parece ser, ya que se ha trabajado con las personas que hemos indicado, que el Partido Socialista

pag. 1629

no tiene hombres públicos en las condiciones adecuadas para poder gobernar Castilla y León.

Si las elecciones son el siete de Junio del próximo año quedan seis meses y medio aproximadamente. Pues, veámoslo, que puede ocurrir. Primero, será necesario ir a la designación de la nueva Junta. Tomarán posesión. Recibirán sus responsabilidades. Se producirá esa anunciada reestructuración de la Administración Autonómica. Comenzarán a conocer los responsables sus responsabilidades, sus funciones. Nos llegará la Navidad. Y no más tarde del mes de Abril, de principios de Abril del año próximo, se disolverán estas Cortes para dar lugar al proceso electoral que las renueve. Consecuencia: quedan tres meses, prácticamente, para poder hacer alguna clase de labor.

Pero todo esto con los Presupuestos del año ochenta y siete por medio. ¿No se querrá que en este tiempo se bloquee el trabajo de estas Cortes con estos Presupuestos, para evitar que las Cortes, en su función de control, puedan de alguna manera seguir dañando la imagen y la credibilidad del Partido Socialista gobernante? ¿No estará plantando una solución electoralista?

¿Y qué pasa con los Presupuestos? No se nos ha dicho. ¿Se van a cambiar los Presupuesto? ¿Se van a modificar?; sustancialmente, porque lo que se nos anunció era una modificación sustancial, requería una modificación sustancial. ¿Se van a retirar los Presupuestos? Son interrogantes que todos nos preguntamos.

Por esta duración, por estas circunstancias, por este escaso tiempo, parece ser que no quedaba otra posibilidad a la nueva Junta que tener que formar, que buscar un Gobierno de continuidad para gestionar con la mejor eficacia, para preparar el relevo de los gobiernos siguientes, del Gobierno siguiente; pero no era posible otra cosa, porque estas circunstancias de crisis y de tiempo no podían plantear de ninguna de las maneras un Gobierno con programa, con modificaciones importantes en los propios Presupuestos -y por otra parte, por ser los últimos de una Legislatura de alguna manera debieron ser consultados con la Oposición-, de contraer compromisos de envergadura, de incluso anunciar la posibilidad de nuevas leyes ante estas Cortes. No es presentable salvo que, saltando por encima de todas estas consideraciones lógicas, que estemos utilizando estos acontecimientos como primer acto electoral para el año mil novecientos ochenta y siete o como cortina que intente hacer olvidar lo anteriormente vivido por las Instituciones, que, por otro lado, está en la mente de tantos y está tan claro que es absolutamente imposible.

Pero parece ser que el Partido Socialista Obrero Español, incluso en su propia crisis, no podía ser congruente, no podía ser serio y honesto políticamente en el planteamiento de las soluciones de la crisis, ni podía ofrecer el candidato adecuado, al margen de la persona, que, en último término, no es otra cosa más que víctima de la situación y del compromiso en que le coloca su propio Partido. Por todo ello, se decide sacrificar intereses de la Comunidad Autónoma a una solución incongruente de partido, se parchea con ella una serie de problemas que no pueden ser ni mencionados, se toman posiciones ante las elecciones de mil novecientos ochenta y siete y se utilizan prácticamente los únicos materiales de que se dispone para construir la nueva solución.

¿Su Señoría no siente, de alguna manera, que ha sido embarcado? Si es así, hay que reconocer su valentía y también su sentido de la disciplina de partido.

Nuestra valoración de la Junta en los tres años y medio que han transcurrido es perfectamente conocida por los constantes pronunciamientos en que mi Grupo ha podido, de alguna manera, hacer constar cuál era la valoración que de la misma hacía, pero el Partido Socialista Obrero Español siempre nos decía..., nos rechazaba estas críticas por inoportunas, por catastrofistas, por sistemáticas, por demagógicas, y no eran ni una cosa ni otra. Ni han sido demagógicas, ni han sido catastrofistas, ni han sido sistemáticas. Recordemos que siempre hemos estado en disposición de cooperación y de ayuda y que cuando ha sido necesario, con discreción, contemplar situaciones que podían haber sido explotadas en profundidad políticamente, desde intereses de partido, nuestro Grupo, con una alteza de miras y con un respeto enorme a las Instituciones de gobierno de Castilla y León, ha sabido retener sus criterios precisamente en beneficio de esta positiva valoración de las Instituciones.

Nosotros entendemos que la propia división interna del partido está llevando a esta serie de situaciones. Ahora se ve confirmada, por otra parte, nuestra constante denuncia; todo esto que se nos ha reprochado de tener estas consideraciones, de inoportunas, de demagógicas, etcétera, etcétera, ahora resulta que nos encontramos con el discurso de investidura de Su Señoría en el que de alguna manera se vislumbran fuertes y duras críticas hacia la propia Junta de la que Su Señoría formaba parte. Y todo eso en razón de que, de alguna manera, se reconocen parcelas de opinión y de oposición que desde mi Grupo se han estado manteniendo. Recordamos la constante forma de repetir ese exceso de gasto que siempre se nos demostraba, de manera indemostrable, que es que era imposible reducir ese gasto, ese gasto corriente; ahora resulta que, por arte de birlibirloque, es perfectamente posible reducir ese gasto corriente.

Ante tanta burocracia como tantas veces mi Grupo ha estado insistiendo y que siempre se nos ha demostrado que era absolutamente necesaria para que las instituciones pudieran funcionar, hoy día parece ser que es posible reducir esa burocracia. Ante el concepto autonómico mantenido permanentemente por nosotros hoy parece encontrarse también una fórmula más aproximada a lo que decíamos.

Todo esto no es otra cosa que una crítica encubierta a la Junta, a su Junta, Señoría, que usted pertenecía a ella. La falta de entusiasmo del reconocimiento a los servicios

pag. 1630

prestados por la Junta anterior parece también que es una manera de subrayar esta consideración del señor candidato hacia la Junta saliente.

¿Y por qué vamos a reducirnos exclusivamente a los criterios expuestos por personas vinculadas a las instituciones, es decir, a la Junta?, ¿o a las Cortes?, si tenemos incluso las declaraciones del Secretario General del Partido Socialista en la Región, donde dice que ahora, ahora, la nueva Junta va a ser más honesta, más eficaz, va a tener menos coste, va a trabajar más y va a ser más rápida en la gestión. Señores, todo esto es demoledor para la Junta saliente; pero es que el candidato era miembro de la Junta saliente.

Dice Su Señoría que va a completar la oferta del programa del Partido Socialista hecho en las elecciones de mil novecientos ochenta y tres. Después de todo cuanto estamos diciendo y cuanto estamos conociendo, evidentemente, no es posible.

No puede olvidar Su Señoría que en la Junta anterior fue Vicepresidente y que en la Junta anterior fue Consejero de Presidencia y de Administración Territorial. Cuanto diga cambiando, modificando todo cuanto anteriormente se ha hecho no parece que sea una posición suficientemente lícita. ¿Es que se autocritica quizá Su Señoría? ¿Y su responsabilidad?

Por ejemplo, estamos ante los Presupuestos para mil novecientos ochenta y siete. Los Presupuestos llegan a estas Cortes después de haber sido aprobados por la Junta en su conjunto. Si algún Consejero no está conforme con los Presupuestos, antes de permitir que progresen con su respaldo el señor Consejero dimite. Pero lo que se ha enviado, dice, solamente cifras muy generales, algo tan curioso como lo siguiente..., y lo digo porque como se habla de la reducción de los gastos corrientes, pues, vamos a ver la historia de los Presupuestos del ochenta y cinco-ochenta y seis y la propuesta para el ochenta y siete. Y nos encontramos con que los gastos corrientes en el año ochenta y cinco eran el cincuenta y dos coma ocho en los Presupuestos, mientras que los gastos de capital eran el cuarenta y siete coma dos. Pero en el ochenta y seis se produce una modificación -modificación curiosa-, porque se incrementa un punto los gastos corrientes y disminuye un punto los gastos de capital -cincuenta y tres coma seis los primeros, cuarenta y seis coma cuatro los siguientes-, pero vamos a contemplar los Presupuestos que el señor Consejero ha aprobado para que vengan a estas Cortes. Y nos encontramos con la sorpresa de que de nuevo vuelve a incrementarse el gasto corriente -pasa al cincuenta y cuatro coma cinco-, mientras que los gastos de capital disminuyen al cuarenta y cinco coma cinco; menos gastos corrientes indiscutiblemente. ¿Cómo es posible esta contradicción?

En Gobierno de continuidad que no tiene otra función que la gestión de seis meses -que, analizados desde el punto de vista en que lo hice anteriormente, prácticamente quedan reducidos a tres meses-, lo que normalmente se hace es conservar el equipo, dar sentido de continuidad y, si los Presupuestos están en marcha de alguna manera, conservarlos, sobre todo si se ha tenido parte en la confección de los mismos y se han aceptado. ¿Cómo es posible que se diga que se van a cambiar ahora?, ¿cuándo?, ¿cómo? Desde luego, cualquier medida, la que quiera que sea, por incongruente que parezca debe de ser urgente y rápida. Al final, parece ser que todo nos va dando la razón.

En un Gobierno de continuidad que ha de hacer una gestión, y cuando se produce en razón de la obligada dimisión del Presidente, lo normal es que se conserve todo lo demás menos el Presidente, para poder hacer frente a este limitadísimo tiempo de vida. Pues, aquí, se cambia todo menos, al parecer, la parcela más criticada, más reconsiderada que el propio candidato ha hecho en su discurso de investidura: es el área de Economía y Hacienda; y, por favor, estoy hablando según informaciones que llegan de todos los lugares y que, por supuesto, si no llegan de todos los lugares y que, por supuesto, si no han de confirmarse yo no tendré ningún inconveniente en rectificar cuanto pueda decir alrededor del tema.

Es criticable la permanencia de esa área después del discurso del Presidente...; con otro discurso hubiera sido distinto, pero con el discurso del Presidente es perfectamente planteable el problema de la continuidad del señor Consejero de Economía, si es que va a continuar, por su política de presupuestos y también por su política sobre la propia financiación de la Autonomía.

En este tema tan grave como es la financiación de la Autonomía se ha aceptado la imposición del Gobierno Central, con unos criterios que se han modificado a peor a lo largo de las discusiones y que hacen daño irreparable a los intereses directos de la propia Comunidad de Castilla y León. Recordemos cómo Canarias, gobierno socialista Señorías, votó en contra de este sistema de financiación... Me van a decir que el que las Comunidades gobernadas por Coalición Popular, pues, se han abstenido, es lógico, tiene que estar en contra. Pero hay una cosa también muy significativa que se va a enlazar con algunas consideraciones que haré más adelante y es la propia posición de Cataluña. Cataluña se encuentra alborozada, se lleva prácticamente más de cincuenta..., casi cincuenta mil millones de pesetas más de los que inicialmente estaban previstos que se llevase. ¡Ahí, eso sí, vamos a tranquilizarnos: hay una promesa del Gobierno Central y una aceptación de nuestra Junta de negociar una posible nueva aportación, de entre seiscientos y mil quinientos millones de pesetas, para ver si es posible que de alguna manera lleguemos hasta la media del incremento de las aportaciones o de la financiación del resto de las Autonomías. Es decir, una Autonomía de las menos desarrolladas que acepta, como el no va más de lo conseguido, llegar si es posible a igualarse con esa media de incremento de la financiación. pag. 1631

Por ese camino, desde luego, no vamos a conseguir aminorar las distancias con las regiones más desarrolladas.

Fondo de Compensación Interterritorial, por ejemplo. Recordemos cuanto alrededor de este Fondo de Compensación se ha producido. Tengo uno datos que creo que..., cuando los encuentre se los diré a Sus Señorías, para que observen los efectos del Fondo de Compensación Interterritorial en relación con la disminución de distancias en el desarrollo de nuestra Comunidad en relación con otras importantes.

Si les parece a Sus Señorías que todas estas noticias, en cuanto a Presupuestos y en cuanto a financiación, no aconsejan que el señor Paniagua no continúe en la Junta, díganme Sus Señorías a qué tenemos que esperar. Señor Paniagua, yo creo que es absolutamente honesto y necesario que diga, desde mi Grupo, que no es posible su continuidad.

Por otro lado, viendo las cosas desde el punto de vista del interés general, estamos pendientes en mi Grupo, también, que se produzca una respuesta a nuestra interrogación sobre que se nos fije, por parte de la Junta, los criterios respecto a la financiación de las Comunidades Autónomas que se sostienen, que se han sostenido frente al Gobierno y cómo se pretende que, a través de este procedimiento, se haga la justicia debida a nuestra Comunidad. No hemos tenido aún respuesta; esperemos que no tarde en producirse.

Pero veamos, señor candidato, cuáles son las responsabilidades propias en relación con la Junta anterior; responsabilidades directas de Su Señoría: Función Pública..., yo no voy a ir más que a unos pequeños detalles y, además, en la medida de lo posible los más cercanos. Por ejemplo, a esa compañía internacional con sucursal española, que se llama "Hay Ibérica" se le hace el encargo de que nos haga un estudio en profundidad del tema de nuestra Función Pública, de nuestros puestos de trabajo, de nuestros funcionarios. El diecisiete de Agosto terminaba el plazo de entrega del trabajo de esta compañía. Lógicamente, si este año era el primero en que había que hacer una Oferta Pública de Empleo debiera de haberse esperado, como es natural, a que esto se produjese. Pues no, señores, desde el mes de Enero se está produciendo esta Oferta Pública de Empleo sin tener para nada en consideración los resultados de este trabajo que para algo se habrá pedido, digo yo.

Aumento de la burocracia en mil novecientos ochenta y seis. Pues, miren ustedes, nada menos que mil trescientos puestos nuevos. Delegados Provinciales, no se ha hablado nada; en el discurso de investidura del señor candidato yo esperaba que se hicieran algunas consideraciones, puesto que se habló de la disminución del gasto corriente, de disminución de la complicación administrativa y burocrática, etcétera, etcétera. Imagino que habrá alguna respuesta para esto.

Se habla, por el contrario, de que desaparezca la Oficina del Portavoz y sus consecuencias provinciales, así como los sistemas de apoyo a la Presidencia. Pero no se queden ustedes satisfechos con esta situación; habrá otros procedimientos para cubrir estas funciones que van a dejar de ser cubiertas por unos organismos que van a desaparecer.

En último término, si se cumplieran estas cosas, es una mínima parte de lo que nosotros venimos pidiendo y que se nos viene diciendo, de manera constante y permanente, que no es posible.

En estos momentos hay doscientos quince altos cargos y gabinetes. Su Señoría en su Consejería en el año ochenta y seis, tenía cuarenta altos cargos y miembros de gabinete. Pues, para el ochenta y siete, en los Presupuestos, figuran cuarenta y siete; hay un incentivo de siete. Bueno, qué decir si en esta sola Consejería tiene más nivel de altos cargos y gabinete que otras tres Consejerías juntas.

¿Se cumplen las condiciones de contratación, de mérito, capacidad, objetividad, profesionalidad, etcétera, etcétera? Pues, vamos a ver. ¿Por qué, entonces, la abogacía del Estado presentó el recurso correspondiente ante decisiones de la propia Junta?, ¿por qué la U.G.T. habla de no limpieza en las oposiciones a guarderías?, ¿por qué los letrados de la Junta no han emitido el informe, que fue aprobado en Comisión en estas Cortes el día quince de Noviembre del ochenta y cinco, sobre legislación aplicada o de aplicación a los contratos administrativos hechos?

Sueldos de altos cargos en el ochenta y cinco, que es lo que se puede controlar porque el Presupuesto del ochenta y seis no se ha terminado y no tenemos la liquidación. Sobre lo presupuestado hay un incrementos del veinte por ciento en sueldos de altos cargos. Alguien dirá: bueno, pero es que esto se refiere porque no se había tenido en cuenta por error los trienios. Bueno, miren, Señorías, el señor Presidente de la Junta no creo que estuviera afectado por el tema de los trienios. Pero qué voy a decir, qué va a decir la oposición si el propio P.S.O.E. ya ha criticado todas estas cosas.

Sobre Administración Territorial y Autonómica, la Ley, que ya popularmente se llama "Ley Nalda"..., por supuesto, afortunadamente es bastante distinta del primer intento de aprobación de una Ley Nalda; de todas maneras le queda mucho por acercarse. Pero, lo que ayer nos decía Su Señoría verdaderamente quiere decir que hay un giro de concepto, de criterio, hay un acercamiento a nuestras tesis. Cuando usted habla de Corporaciones Locales, ¿está utilizando esa denominación genérica con lo cual se está, de alguna manera, camuflando la consideración adecuada de las Diputaciones?, ¿está usted hablando sólo de Ayuntamientos?, ¿o está hablando de Diputaciones y de Ayuntamientos? Consideraciones que de alguna manera es necesario que se expliquen y clarifiquen. De todas

pag. 1632

formas, si hay un cambio de posición, ¿está usted seguro que su partido le apoya en ese cambio?

La burocracia en estos momentos es más lenta, es más compleja y, en muchos aspectos, tiene hasta dos canales paralelos para resolver los problemas. Su reforma supone, desde luego, una reforma administrativa, una reorganización administrativa de la Junta, y supone, si es que no le hemos entendido mal, transferencias a Diputaciones y Ayuntamientos, y delegaciones de funciones a Diputaciones y Ayuntamientos, y, desde luego, una decidida y enérgica tarea de desburocratización.

En cuanto a promesas personales eran muy ambiciosas, pero de todas las maneras vamos a decirlas. Su Señoría, el dieciséis de Noviembre del ochenta y tres decía: "La Consejería va a intentar, y lo vamos a hacer con la ayuda de todos los ciudadanos, el programar un nuevo diseño de Castilla y León para lograr, en un futuro próximo, que esta Región pueda despegar de la situación menesterosa en que se encuentra en este momento". La realidad de hoy es que nuestra Comunidad cuenta con una renta inferior, relativamente, a la que en aquellos momentos constaba.

Luego, si hablamos de..., éstas eran responsabilidades directas, las compartidas con el resto de la Junta. Está el problema del sucursalismo, está perfectamente claro que la Junta, a lo largo de todo este tiempo, se ha movido orientada por los intereses que se indicaban desde Madrid -y luego vamos a verlo además en unas consideraciones que al caso voy a hacer y que acabo de recibir de la contemplación de la televisión regional-, y además, por si fuera poco, también hay una subordinación directa de la Junta, del Gobierno de Castilla y León, a la Ejecutiva Regional del Partido. Esto es algo que la prensa nos lo ha traído incluso hasta con fotografías.

Pero hay algunos ejemplos también importantes en relación con las intenciones manifestadas ayer. Comunicaciones; pues, no cabe la menor duda de la necesidad de comunicar todas nuestras tierras, pero, ¿dónde estaba esa buena voluntad cuando ustedes se opusieron rotundamente a que esto pudiera llegar a Madrid? No sé, no me atrevo a decir que estuvieran cumpliendo los deseos que le habían sido indicados desde el Gobierno Central, pero el hecho concreto es que sirvieron ustedes concretamente a los intereses del Gobierno Central, pero no a los intereses de la Comunidad de Castilla y León.

Habla del Plan de Carreteras, bueno, no quiero entrar en mayores detalles, pero todos sabemos perfectamente que el Plan de Carreteras adolece, en primer lugar, de un mal planteamiento de financiación que además no se está cumpliendo como estaba previsto. ¿Lo va a resolver Su Señoría en seis meses?

La Ley de Fondo de Compensación. Se rechazó en su tiempo nuestra propuesta también de que estas Cortes se pronunciasen para que con la fuerza del pronunciamiento de un Parlamento se pudiera ir hasta el Gobierno Central, diciendo que había que considerar los criterios expuestos en la Ley de Financiación de Comunidades Autónomas, y cuando esto se tradujese en su interpretación en la Ley del Fondo de Compensación Interterritorial, se tuviera en cuenta una interpretación adecuada a la filosofía, que marca la Constitución, no que se falseara la filosofía de la Constitución, que es lo que se está haciendo.

Y también ha participado en la aceptación de los procedimientos de financiación que el Gobierno Central ha establecido para las Autonomías; otras no han sido tan dóciles como ésta.

Por otro lado, con la responsabilidad que Su Señoría tenía en Administración Territorial, no puede olvidar que hay un artículo en la LOFCA, que es el número 15, que habla de que, cuando no se disponga de recursos precisos para alcanzar el nivel medio de prestación de servicios, el Estado, en sus Presupuestos, consignará las cantidades adecuadas. Quisiéramos conocer las gestiones y los planteamientos y las respuestas recibidas del Gobierno Central ante los requerimientos de la Junta en ese caso. Sabe Su Señoría, que como consecuencia de los efectos del Fondo de Compensación Interterritorial tal y como está resuelto -y voy a utilizar datos aportados por el Gobierno de Madrid, por supuesto no se tienen más que hasta el ochenta y cuatro, son tres años: ochenta y dos, ochenta y tres, ochenta y cuatro; el ochenta y cinco no se tiene todavía calculado y el ochenta y seis menos todavía-, las posibilidades, el nivel de desarrollo de Castilla y León ha disminuido en una décima. Dirán que no es mucho, pero, claro, si lo comparamos con el crecimiento de Cataluña o del País Vasco que, claro, regiones enormemente subdesarrolladas han conseguido crecer en ese tiempo, uno coma ocho Cataluña y dos coma uno País Vasco, me parece que ya podemos empezar a pensar que algo grave está ocurriendo con ese Fondo de Compensación del que tantas veces hemos hablado nosotros.

Podíamos entrar en la participación de tantas y tantas acciones. Solamente recordar que, cuando Su Señoría hacía mención a los temas de la Consejería de Educación y Cultura, que de todo cuanto habló precisamente habló de temas que no son de competencia de nuestra Comunidad. No sé si eso quiere decir que, en la medida de lo posible, van a reclamarse con urgencia la asunción de competencias para poder hablar de las mismas.

Hablaría, pues, yo qué sé, de Agricultura; ¡cuánto se puede decir!, cuanto se puede decir señor Consejero. Cámaras Agrarias, por ejemplo; ¿qué se va a hacer? ¿Se va a pedir la asunción de competencias por parte de nuestra Comunidad para hacer frente al problema gravísimo que va a crear, si se aprueba la Ley de Cámaras

pag. 1633

Agrarias que está en tramitación en estos momentos en el Parlamento Central?

En el plan contra incendios, muy importante y muy interesante cuanto dijo; absolutamente cierto, nadie puede modificarle un sólo punto. Solamente ocurre lo siguiente y es que en el año mil novecientos ochenta y seis se habían presupuestado seiscientos veinte millones de pesetas. ¡Ah!, pero para el ochenta y siete se han presupuestado seiscientos ochenta millones de pesetas; hagan ustedes la transformación de pesetas sesenta y seis a pesetas sesenta y siete y verán ustedes como prácticamente es la misma cantidad; no creo que con la misma cantidad se pueda hacer nada distinto de lo que ya se hizo. Hoy aquí sí que hay que hacer cosas y cuestan dinero, desde la limpieza y guardería de montes hasta repoblación, adquisición de material de defensa, dotaciones, etcétera, etcétera..., si es que...

Sanidad. ¡Qué diríamos! También responsabilidades compartidas. Vivienda, usted nos habló de vivienda. Bueno, todos conocemos el fracaso rotundo del Plan Cuatrienal de Viviendas. Habrá alguna posible solución para todo ello.

La reforma administrativa que nos propone sería válida si se contara con tiempo para ello, pero Su Señoría sabe que es perfectamente claro que, sólo con acomodar esta reforma administrativa y hacer encajar las piezas y comenzar a funcionar, se agota el escaso tiempo que nos queda. Por otro lado, esa reforma administrativa sería cierta si verdaderamente empezasen a disminuir organismos que no fueran sustituidos por otros, pero que es que en este caso son sustituidos por otros.

Resumiendo. Por todo cuanto he dicho no es usted el candidato y no porque usted no reúna condiciones. He dicho al principio que todo cuanto pudiera decir no afectaba en absoluto ni a la consideración ni al valor de las personas, sino a las circunstancias en que le coloca su partido. Usted presenta un programa irrealizable en estos momentos, hay una serie de contradicciones, no tiene usted respaldo adecuado de su propio partido, hay una provisionalidad manifiesta que usted no ha aceptado pero que está ahí; hay que reconocer que solamente tiene una posibilidad, que es la de hacer una buena gestión y administración. Y decía antes que, viendo la televisión, había recibido una información que para mí ha resultado, en principio, sorprendente; luego después perfectamente congruente con cuanto conocemos. Preguntaban al señor Secretario General Regional del Partido que si es verdad que no contaba usted con suficientes apoyos en el partido y todos hemos podido conocer que usted cuenta con perfectos apoyos: el del señor Alfonso Guerra, el de Ministros del Gobierno y el de altas autoridades del Partido Socialista en Madrid. Pero señor, ¿y los apoyos a nivel regional?; si existen, ¿por qué no se dice?, y si no existen, ¿por qué se le nomina? ¿Comprenden por qué hablamos de sucursalismo?

Su programa. Pues, es bonito, es declaratorio, es demagógico, es electoralista, es aparentemente conciliador con la Oposición; pero, si se profundiza, mientas no se clarifiquen cosas esa conciliación no aparece. Quiere aparecer que no es un programa de transición; sí lo es. No habla una sola vez de progreso y una sola vez sí habla de solidaridad: en la lucha contra incendios.

En las supresiones de organismos, ¿ha contado usted con los directamente afectados? No me refiero funcionarios; hay sectores sociales y económicos que pueden quedar afectados por todo ello.

Miren ustedes, esto que usted nos dice es como eso que pasa con los malos estudiantes: todo el curso de veraneo y unos días antes de los exámenes finales en el mes de Junio, unas cuantas noches en vela estudiando y metiendo codos, se pretende aprobar el curso. Pero esto se lo digo a usted, pero se lo digo también al Partido Socialista Obrero Español en Castilla y León: lo que no se ha hecho en tres años y medio no es posible intentar hacerlo en unos mermados seis meses como dijimos anteriormente.

Repetimos una vez más: por sus responsabilidades en la anterior Junta, por la incongruencia del planteamiento con que se va a dar por su partido solución a esta crisis, por todo ello, repetimos, y con todo el respeto a su persona, no es el candidato adecuado. Así parecen creerlo importantes sectores del Partido Socialista, anteriores miembros de la Junta, altos cargos de la misma. Si es mentira todo esto, por favor, dígaseme, demuéstreseme y yo rectifico con gusto, porque me gusta siempre ser justo con todas mis apreciaciones.

De su discurso olvida que, para la precaria situación en que se encuentra, lo primero que tiene que hacer es poner los pies en el suelo y no estar en las nubes. Tiene que tener conciencia de sus limitaciones y no son limitaciones personales, repito; sus limitaciones vienen del tiempo que le queda, de la autoridad con que puede ejercerlo por las precarias ayudas que tiene -por muy importantes que sean las de Madrid, parece que también, de alguna manera, tendrá usted que considerar su propia posición-, por la clase de respaldo que viene de estas escasas ayudas dentro de la Comunidad y porque su función no puede ser otra cosa más que gestora y administradora hasta que pueda usted entregar, en debida forma, el gobierno de esta Comunidad a quien corresponda después de las elecciones, que nosotros pensamos, dirán ustedes que ilusionadamente nada más, creemos que justificadamente, que seremos nosotros.

Pero para todo eso, puesto que debe de ser consciente de sus limitaciones, nosotros entendemos que debe buscar apoyo y comprensión. Para ello debe limitarse a lo lógico y debe de limitarse a lo posible con una humildad realista, y con esta humildad realista pedir las ayudas necesarias, pedir comprensión para la posición en que se encuentra y ofrecer la mejor disposición para recibir los apoyos o las ayudas que yo le aseguro que, provenientes

pag. 1634

de mi Grupo serán serias, honestas y exclusivamente dirigidas a la mejora de las circunstancias de nuestra Comunidad.

Pero no ha pedido usted eso a nadie, ni a los sectores económicos, o sociales, o políticos de la Comunidad, pero tampoco lo ha pedido a los Grupos representados aquí, y recuerde Su Señoría cómo, de manera constante, mi Grupo ha estado ofreciendo siempre una leal colaboración, siempre que esto no significase para ustedes que la leal colaboración consistía en aceptar sin más cuanto ustedes nos fueran a proponer; esta oferta nuestra se ha repetido siempre y se repite hoy. Hace escasos días el señor Aznar repetía esto también: ofrecía colaboración para ayudar a la resolución de la crisis. Nosotros estamos dispuestos a apoyar para un planteamiento de Gobierno honesto, serio y limitado a las posibilidades que usted tiene en estos momentos y siempre que haya una leal correspondencia por su parte. Así le reiteraríamos nuestro apoyo -por supuesto, por Castilla y León, no por el Partido Socialista que parece ser que le ampara, según dice-, para remediar en la medida de lo posible la postura de los tres años. Usted tiene ambiciones de tratar de preparar la asignatura pendiente en los últimos días de curso antes de examinarse; bueno, no tendríamos inconveniente en ayudar a reparar todo lo que a lo largo de tres años ha podido ser, desde luego, porque entendemos también que esta crisis debe resolverse y el partido que le sostiene a usted no tiene otra solución al parecer.

Pero, para ello, antes, señor candidato, debe definirse como un Gobierno de simple gestión pero rigurosa, debe reconocer sus responsabilidades, debe admitir su corta provisionalidad, debe de romper las contradicciones que hemos indicado. Hablar de todo para no resolver nada, hacer un planteamiento aparentemente pragmático pero que no significa otra cosa más que una continuidad incluso incrementada posiblemente de la burocracia. Una autonomía que luego parece que quizá pueda quedarse sólo en cierta descentralización, unas carreras administrativas que se sustituyen por la libre designación, una continuidad que luego se aparece aquí como rectificación y reforma, nos parece todo la misma letra de antes pero quizá con distinta música.

Crítica de la Junta; por favor, fue parte de ella. Reforma o retira los Presupuestos; si los había aprobado anteriormente. Reduce el gasto corriente; pero si es que crece. Si Su Señoría está en condiciones de poder contestar afirmativamente a los requerimientos que mi Grupo le hace, entonces, mi Grupo estaría dispuesto a votarle favorablemente. De otra manera, lo sentimos, pero no podrá tener el voto favorable de nuestro Grupo. Muchas gracias.

(Aplausos).


EL SEÑOR PRESIDENTE (SEÑOR LLAMAZARES FERNANDEZ):

Muchas gracias. Tiene la palabra el señor Nalda García.


EL SEÑOR NALDA GARCIA:

Señor Presidente, Señorías. En primer lugar, yo quisiera dar una palabra de agradecimiento al Portavoz del Grupo Popular por todas las palabras de aliento personal que ha vertido, porque realmente, a lo largo de todo su discurso, si las hubiera ido entresacando, pues, hubieran sido francamente favorables a una inmensa mayoría, al menos, de las ideas que ayer, pragmáticamente según usted, se vertieron en el discurso de investidura; pero tengo que hacerle una advertencia inicial, y además yo creo que la opinión pública me conoce de otra manera: He sido de las personas que no he necesitado jamás el empacho final para aprobar un examen; esto es conocido. Es más, soy de los que normalmente he ido trabajando día a día para aprobar con normalidad, con una cierta dignidad a veces, las asignaturas. De todas formas, creo que esa forma de ser la he mantenido y me parece que esta asignatura a la que todos..., y yo como candidato me he estado brindando a Sus Señorías, creo que también la aprobaré con el mismo margen. Y de verdad no tengo ninguna preocupación por el empacho final, porque creo que a lo largo de estos ocho meses, que son más, usted reconoce que son más incluso de lo que muchos cursos escolares, pues creo que tendré suficiente tiempo para poder aprobar muchas de esas cosas que aquí se han dicho ayer.

Pero es más. Yo le diría, señor Bosque Hita, no se preocupe. Si ustedes están tan seguros de que son los que van a recibir el testigo, pues, hombre, deberían aplaudir precisamente el que yo siguiera en las nubes, no debería de haberme reconvenido por eso, sino haber dicho: vamos a apoyar a este chico, porque cuanto más alto se suba posiblemente el batacazo será mayor, y que me hubiera dejado cometer errores, porque eso les va a beneficiar. Yo, señor Procurador, creo que es precisamente todo lo contrario lo que les preocupa, y por eso es su intento durante todo el discurso, no de dar un modelo alternativo de Comunidad, porque aquí no ha habido, por parte de su Grupo, un modelo alternativo de Comunidad -cuestión a la que ya nos tienen totalmente acostumbrados por otra parte-, aquí lo que ha habido es un intento de desprestigio de una institución, para mí..., yo no voy a decir sagrada, pero sí una institución a la cual pertenezco y a la que pertenezco conscientemente, sin ningún interés ni mediato ni inmediato nunca, y que siempre se dedicó a ofrecer al pueblo español una mejora en las condiciones de vida de todos los ciudadanos; me estoy refiriendo, por supuesto, al Partido Socialista Obrero Español, del cual me declaro orgullosamente ser militante del mismo. Haber colaborado con todos mis compañeros en la construcción de una alternativa para este país que ha permitido consolidar las libertades y la Democracia, que ha permitido también, al mismo tiempo, responsabilizarme en el cumplimiento de unos objetivos y poner en marcha..., y yo creo que esto es lo que tanto al candidato y Presidente actual como a mí ahora como candidato nos unió, como quedé ayer perfectamente claro, que es el programa, que son las ideas, que es el proyecto de los socialistas el que ofreció a Castilla y León en mil pag. 1635

novecientos ochenta y tres, que recibió un respaldo mayoritario y a ése es al que estrictamente me debo y orgullosamente subo a esta tribuna..., por supuesto, como usted muy bien dice, sabiendo que estoy embarcado, pero la cuestión no es el saber que estás embarcado. La cuestión más importante es saber que te toca llevar el timón y a mis compañeros, a todos ellos, les toca remar para seguir adelante con el objetivo que nos habíamos marcado.

Dicho esto, que en el fondo viene a condensar todo su discurso, quiero ir desgranando, al menos reflexionando, sobre alguno de los punto que ha ido..., no sé, contando o reiterando a lo largo de su intervención.

El tema de la crisis institucional. Yo creo que eso es todo lo contrario lo que se ha producido. Lo que se ha dado muestras es de unas Instituciones consolidadas, de unas Instituciones capaces de soportar una posible crisis, en un momento dado, del tipo, del rango y de la altura que se quiera. Creo que eso es lo que aquí se ha demostrado; y en eso, Señoría, ha colaborado usted también, porque recuerdo que éramos partícipes ambos en la Junta de Portavoces de esta Cámara, yo representando al Gobierno, usted representando a su Grupo Parlamentario. Yo creo que allí en aquellas reuniones de la Junta de Portavoces se quedó muy claro cuál era la continuidad de las Instituciones, cuál era el vigor de estas Instituciones y cómo realmente también las Cortes y también la Junta de Castilla y León habían podido y han sabido superar una situación que era nueva y que, sin embargo, en otros países europeos es carta de naturaleza de todos los días y no pasa nada, y no pasa nada porque realmente, lo mismo que aquí, las Instituciones han seguido funcionando. Lo que pasa es que las Instituciones funcionan, pero no al interés particular de cada uno de nosotros. Hombre, posiblemente a mí me hubiera interesado que hubiera comparecido no sé qué Consejero o no sé cuál alto cargo. Pero, evidentemente, y todos éramos conscientes y creo que eso es el verdadero valor de las instituciones en la democracia, tienen que comparecer aquellas personas que en un momento dado pueden coger compromisos y pueden responder a esos compromisos frente a las Cortes.

En ese sentido, quiero decirles, para que no tengan ningún trauma ni se preocupen por ese cronograma que nos ha hecho Su Señoría un poco acortado en el tiempo, que en cuanto el Gobierno esté constituido pedirán todos los Consejeros su comparecencia en las Comisiones respectivas, para explicar, puntual, y les den cumplida satisfacción a todas Sus Señorías de las líneas concretas de decisión que vayan a tomar en el próximo período.

Yo creo que no es bueno, ayer me lo decía uno de sus colegas, usar ese método..., que no sé cómo me dijo que se llamaba, creo que se llamaba el método de "Hollendorg", en resumidas cuentas, en nuestras casas, por aquí, por estas tierras, se suele decir el "diálogo de sordos"; yo creo que no es bueno eso, no es bueno que ustedes digan una cosa y nosotros digamos otra y aquí ninguno nos escuchemos. Porque no es bueno que aquí se diga que nosotros tenemos unos problemas internos, que no están visibles, que no se cumplen en la realidad, que hay un todo solidario del hacer de nuestro partido, y no se tenga en absoluto nada respecto de otras crisis, que yo no voy a andar en ellas ni siquiera las voy a citar; solamente quiero decir que existen, que se cuentan, que aparecen. Por favor, seamos sobre esto mucho más discretos, porque "en todas las casas -fíjese-, cuecen habas", en algunas a calderadas; pero realmente, por favor, no intenten proyectar hacia otros aquellos problemas que tienen ustedes internamente. Dejen que la institución, que el partido político..., y eso no es sucursalismo, eso es simplemente que lo que reconoce la Constitución como formadores de la opinión política del pueblo español actúe en consecuencia, y es que los partidos políticos tienen que tomar decididamente sus responsabilidades. Y eso no es sucursalismo; eso es simplemmente, vuelvo a repetir, ejercicio del principio constitucional que dice que los partidos políticos son los que forman la mayoría y la voluntad política del pueblo español.

Los plazos, lo he citado. Creo que les ha acortado excesivamente; al final, evidentemente, mi curso de nueve meses me le quedaba reducido escasamente a un mes; yo creo que vamos a tener alguno más. Y usted me decía: "llegan las navidades". Y yo le digo, un poco en todo de broma: ¡hombre! y, por favor, los Reyes, los Reyes Magos; y resulta que a lo mejor podemos tener algo, algún cierto grado de conexión con este proyecto mágico, que usted decía que era el proyecto que yo presenté ayer, y casualmente, pues, somos premiados por los Reyes, también, con ese tiempo, ese tiempo suficiente que Su Señoría no ha querido concederme. Yo de verdad les insisto que hay tiempo, que muchas de esas actuaciones son actuaciones inscritas justamente en el período que toca correr y que me va a tocar gobernar; que algunas de ellas, por supuesto, se proyectan mucho más allá, pero yo creo que ésas que se proyectan más allá no están hipotecando en absoluto ningún futuro de ningún partido político que concurra a la arena electoral y revalide la voluntad del pueblo en las próximas elecciones de mil novecientos ochenta y siete. Yo creo que se están cerrando determinadas cuestiones y yo ayer, al final de mi discurso, si ustedes se daban cuenta, decía "y desde él se pueden proyectar hacia otras iniciativas"; ¡ojalá! sean ustedes, porque también de esa manera se estará demostrando la estabilidad de las instituciones, pero no queda..., no me queda remedio que decir que, evidentemente, lo que nosotros pretendemos es que quien se consolide, quien vuelva a coger el testigo, sean gentes de nuestro Partido Socialista Obrero Español.

Y por eso no se preocupe Su Señoría, no vamos a bloquear en absoluto los Presupuestos de mil novecientos ochenta y siete. Yo creo que ayer quedó bastante claro y me parece que sin ningún ánimo de no consensuar o de

pag. 1636

no acordar, que dice Su Señoría..., dice "se tendría que haber acordado con la Oposición"; pero, por favor, ¿dónde se tiene que acordar con la oposición más que dentro de las paredes de esta Cámara? Por lo tanto, los Presupuestos, dentro del debate Parlamentario presupuestario, serán acordados; algunas enmiendas serán recibidas, otras serán rechazadas, pero éste es el juego de la concurrencia de pareceres diferentes y esos pareceres diferentes, en algún momento dado, unos triunfan y otros pierden, pero eso no puede decirse que no acuerda con la Oposición. Lo que ocurre es que se acuerda dentro de los marcos democráticos y parlamentarios.

Le digo más. Ayer yo decía que estudiaría el Gobierno cuáles serían los modos y formas mejores para adecuar el Presupuesto a la realidad que estaba exponiendo y decía "con la colaboración de Sus Señorías"; por supuesto, con la de todas Sus Señorías, ése es el punto fundamental. Y creo de verdad que, si esa colaboración existe, esas modificaciones pueden realizarse con muy poco costo sobre..., es decir, costo temporal, sobre el calendario ya establecido por esta Cámara.

Me hablaba de algunas de mis implicaciones en la gestión anterior y sobre todo hacía una valoración negativa de la posible continuidad de los responsables de la Consejería de Economía y Hacienda, y los metía, en cierto modo, en un carro que es el de decir: ustedes son responsables de la financiación autonómica, ustedes son responsables -y a mí en particular usted me lo podía decir mucho más directamente-, de parte del articulado o de los parámetros que se usan en la Ley del Fondo de Compensación Interterritorial y hay algunas otras cosas. Y quiero decirle que sí, pero que me siento también realmente satisfecho de esa implicación mía en..., tanto en lo que significa la Ley del Fondo de Compensación Interterritorial como lo que va a significar la nueva financiación autonómica. Miren, Señorías, donde se acuerda la financiación autonómica, en definitiva, no es en el Consejo de Política Financiera -el Consejo de Política Fiscal y Financiera es un órgano de consenso entre responsables de Economía y Hacienda-, donde se acuerda esto es las Comisiones Mixtas. Yo les ruego, y tomen nota porque hay unos representantes de su Grupo que algunas veces no acuden, yo les ruego que el día veintisiete, tomen nota, el día veintisiete hay Comisión Mixta, el próximo día veintisiete. Entonces, en ese momento se va a ver si realmente lo que ustedes hoy han vertido aquí sin mayor contrapeso, y no tengo tampoco ninguna gana de desilusionarles en lo que ustedes han dicho, va a ser o no realidad. Les puedo asegurar que, por ejemplo, un tema muy importante, que también Su Señoría ha citado pero que no lo ha ligado a la financiación, es precisamente uno de los puntos que a nosotros más nos ha preocupado. Miren ustedes, la financiación autonómica -¡fíjense! lo que voy a decir..., y no es verdad que vaya a ser eso-, se podría cerrar como se quisiera salvo con una condición: que dentro de un período oportuno -período oportuno que se fija hasta mil novecientos ochenta y ocho y que, por lo tanto, entrará en mil novecientos ochenta y ocho-, se pusiera en marcha el artículo 15 de la Ley Orgánica de Financiación de Comunidades Autónomas. Pues, miren ustedes, ha sido a propuesta de Castilla y León, consta en las Actas del Consejo de Política Fiscal y Financiera, y ha sido asumido por el gobierno de la Nación y ha sido apoyado también por otras Comunidades Autónomas, el artículo 15 de la LOFCA va a ser una realidad en el plazo prudente, posiblemente, de un año. Y es un tema que puede parecer, a lo mejor, a los no entendidos, y me permitirán por eso que lo explique, que puede parecer que no tenga importancia. Miren, ese artículo significa los fondos necesarios para la nivelación en servicios mínimos en todas las Comunidades Autónomas. Por eso el que les diga que se podía cerrar como se quisiera, siempre que el artículo 15 de la LOFCA fuese una garantía de que su cumplimiento se iba a implementar. Y yo creo que esa garantía se va a tener, se tiene ya desde las Actas del Consejo, pero es más: va a constar también en el Acta de la Comisión Mixta de Castilla y León con el Gobierno del Estado.

Creo que por eso es por lo que, de verdad, mis participaciones en esas actividades y las participaciones también del Consejero de Economía y del conjunto del resto de los Consejeros de la Junta son una participación solidaria y una participación positiva sobre el hacer y sobre la gestión para esta Comunidad.

Con eso me permito hacerle una valoración que ustedes han hecho negativa, y que yo creo que en cualquier otro país habituado más posiblemente a estos cambios y a estas situaciones o a situaciones análogas, pues, puede que lo valoren de otra manera a como lo hacen Sus Señorías. Ustedes dicen "es que no hay continuidad", aunque luego a lo largo de su disertación ha parecido que todo era continuidad y que lo único que era mi discurso era una cortina de humo para envolver o para cambiar la música -creo que ha dicho usted la misma letra con distinta música-, ya es algo el que la música sea diferente, yo creo que ya es importante tener distintas músicas. Y lo mejor por eso, porque hay distintas músicas, hay distintas formas de llevar la orquesta, hay, pues..., personas, las primeras figuras a lo mejor de alguna orquesta, que no se adecuan convenientemente a la batuta del director; eso, lógicamente, en cualquier país, pues, está en el respeto plural tanto a la decisión de unos para que digan que no siguen con la batuta de su director como también el respeto al propio director, entiendo yo, de que pueda hacer los cambios que estime oportunos en su equipo. Esta es la cuestión y eso es como hay que valorarlo. Esto no es una valoración de una crisis, es la valoración de un procedimiento normal de ejecución; cuando hay un cambio en el responsable de la orquesta algunos de los que tienen unos ciertos grados de responsabilidad pueden no sentirse a gusto. Entonces, lo que hay que ser es muy respetuoso con esas decisiones y, por lo tanto, acogerlas, agradecerles toda la labor y toda la

pag. 1637

colaboración que han tenido con uno y después, también, seguirles pidiendo que mantengan la misma estrecha colaboración, la misma estrecha dedicación, el mismo esfuerzo, desde otros puestos, pero el mismo esfuerzo que han puesto desde esas tareas de Gobierno, porque al final quien está detrás de todo ello, aunque a Su Señoría le parezca que es el culpable, quien está detrás es ese Partido Socialista Obrero Español.

Ha dado usted luego algunos datos y yo creo que no responden totalmente a la realidad. Por ejemplo, cuando usted ha hablado de que nuestra Comunidad Autónoma ha seguido perdiendo..., bueno, pues, tengo que decirle y voy a darle una serie que me imagino que ustedes la tendrán como bastante fiable, no voy a dar el Instituto Nacional de Estadística, que coincide con ella, pero para que ustedes estén mucho más tranquilos, las series históricas del Banco de Bilbao dicen que la productividad, el incremento de productividad en nuestra Comunidad Autónoma hasta el año ochenta y tres, y en los períodos setenta y nueve-ochenta y tres, ha crecido por encima de la media con que crecía el resto de la Comunidad Nacional. Bueno, pues, yo creo que eso se tiene que ver. ¿En qué se ve? Evidentemente, y no creo que haya que salir ni ser muy ciegos para salir a nuestros medios y a las calles y ver que, realmente, el nivel de renta en esta Comunidad Autónoma ha crecido también por encima de la media nacional. Por ejemplo, el crecimiento anual acumulado de Valor Añadido Bruto en España ha sido del doce coma noventa y siete, mientras que en la Comunidad de Castilla y León es del trece coma sesenta y cuatro.

Y creo que..., le he debido entender mal, pero usted ha dicho: ¡hombre!, cuando vemos que unas "Comunidades Subdesarrolladas", creo que se ha confundido y ha sido el léxico, del nerviosismo del hablar que siempre nos producen estos micrófonos; como Cataluña y el País Vasco crecen el uno coma cero cuatro y nosotros..., o el uno coma cuatro, y nosotros crecemos aproximadamente el uno, ha dicho usted, o algo así. Bueno, yo creo..., quiero decirle que la dinámica económica no es una dinámica de un día, que los deterioros económicos, la depauperación de un territorio de siglos -no me voy a referir a los últimos años-, de siglos, la no incursión por el camino de la historia de muchos de nuestros antepasados en estas tierras de Castilla y León, no lo podemos resolver con ninguna varita mágica ni tampoco con que yo me suba a esta tribuna y preconice un plan ideal de actuación. Lo que nosotros tenemos que hacer desde esta tribuna yo creo que es un poco lo que les ofrecí ayer a Sus Señorías. Hay que establecer un crecimiento sostenido, pero para establecer ese crecimiento sostenido yo creo que tenemos que preguntarnos todos, todos, y en eso la colaboración también de Sus Señorías, la colaboración de los agentes sociales a los que me tendré que dirigir de ahora en adelante, pero que hasta ahora yo no he podido nada más que dirigirme a mis colegas de las Administraciones Locales, los agentes sociales también tendrán que colaborar en poner los pasos, los fundamentos, para ese crecimiento sostenido. De ahí..., no sé si ésa sería la parte de las nubes, de ahí mi llamada a la Universidad, mi llamada a aquellas personas que en este momento y más preocupadamente pueden estar, desde la esfera del intelecto, en cuáles sean las soluciones futuras para la colectividad, porque es sólo a través de eso como podemos, en el fondo, producir y programar actividades que renueven la confianza de nuestros ciudadanos y que les permita salir de la situación menesterosa en que, evidentemente, han transcurrido durante muchos años. Pero quiero asegurarles, y yo creo que en eso todos los ciudadanos son conscientes, que ha habido muchos esfuerzos realizados a lo largo de estos años y que ha mejorado sensiblemente el nivel de bienestar de esta Comunidad Autónoma.

Los datos que ha facilitado usted respecto de mi Consejería no quisiera yo en este momento entrar en ello, entre otras cosas porque me parecería, por mi parte, arrogante y pretencioso. Miren, si..., fíjese, casi voy a pecar de ello. Si en alguno de los aspectos ha habido en esta Cámara un mayor grado de consenso entre los Grupos Políticos -y hemos tenido luego, también un mayor grado de acercamiento con los que desde diversas o desde diversos idearios políticos gestionan en las Administraciones Públicas-, son las dos leyes que he tenido el honor de presentar ante esta Cámara: la Ley de Función Pública -por supuesto contando con el beneplácito en muchos de los temas, posiblemente los más enriquecedores sin lugar a dudas, yo se lo concedo que sea así, de Sus Señorías-, y la Ley de Relaciones, está en un trámite de desarrollo y, evidentemente, he tenido que realizarlo desde una postura crítica, una postura crítica coherente con lo que le decía al principio, con que no soy de los de aprobación al final de los cursos, una postura crítica porque me gusta saber y yo mismo autocriticarme autocensurarme, posiblemente, en algunas de las limitaciones que yo mismo me he impuesto. Pero le tengo que decir que esa Ley de Relaciones está teniendo un franco y colaborador apoyo por las Corporaciones Locales que se están viendo afectadas.

¡Si no hay ningún giro!, señor Bosque Hita; siento tener que desilusionarle en eso. Usted ha citado un párrafo de uno de mis discursos o de mis charlas en esta Cámara. Si ustedes repasan todos los habidos en la Comisión de Administración Territorial de estas Cortes y los producidos también en los Plenos de esta Cámara verán que el hilo del discurso ha sido siempre el mismo: nuestra Comunidad Autónoma se incardinará, crecerá, se hará sangre y carne en nuestros ciudadanos, siempre que sepamos aglutinar alrededor de la Comunidad Autónoma a todas las Administraciones Locales que tienen una incidencia y un marcado protagonismo en las esferas más próximas al ciudadano. Ese ha sido continuamente el leit motiv de mis intervenciones. Por lo tanto, el hilo se ha mantenido; puedo en eso también darles la razón en alguna de las cuestiones que se me critican, en el que una vez que

pag. 1638

veo el horizonte soy bastante cabezota para seguir manteniendo el rumbo para llegar a ese horizonte y, por lo tanto, hemos llegado a él. Se ha llegado a tener esa Ley de Relaciones y esa Ley de Relaciones es la que yo les decía ayer que tendríamos que justificar y que acelerar para que fuera posible el mayor grado posible de cumplimiento antes de las próximas elecciones. Y usted me preguntaba: "¿contará para ello con el apoyo del Partido Socialista Obrero Español?" Por supuesto, pero si eso era uno de los puntos programáticos del programa de mil novecientos ochenta y tres. Lo que ocurría es que si yo no hiciera eso estaría renunciando a una de las parcelas más importantes y más queridas de nuestro partido. Y se va a contar, por lo tanto, Señoría, con ese apoyo.

Y le digo más. Yo creo que también por las..., algunas manifestaciones que se me hacen llegar, también se va a contar para su dinamización y para el cumplimiento de ese objetivo con el apoyo de las Corporaciones Locales, estén servidas por quien estén servidas, porque al final y después de los debates de esta Cámara, yo también soy coherente con las cuestiones que usted ha planteado al final y sé que nos va a unir en el servicio al ciudadano mucho más que los términos que nos separan.

Mire, sobre otros aspectos que usted ha citado, pormenorizando posiblemente el número de funcionarios, de la acción pública en concreto respecto de la Oferta de Empleo Público y si tenían que estar o no las relaciones de puestos de trabajo previamente aprobadas, yo quiero decirle que creo que Su Señoría confunde realmente los planos, porque además yo ya lo he explicado en esta Cámara y he explicado que hubo un acuerdo del Consejo de la Función Pública, en el que están representadas todas las centrales sindicales y la Administración de la Comunidad, por el que se vio que era positivo que no se esperara a las relaciones de puestos de trabajo, porque ése es un tema mucho más delicado y que debe de llevar el tiempo pausado que sea preciso y que, sin embargo, no se puede paralizar a la Comunidad Autónoma, y como no se podía paralizar a la Comunidad Autónoma, de conformidad con las plantillas de presupuestarias aprobadas por Sus Señorías en los Presupuestos de mil novecientos ochenta y seis, se construyó la Oferta de Empleo Público que está teniendo lugar por los cauces que la Ley de Función Pública establece.

Y quiero hacerle una valoración, porque usted ha hecho una valoración negativa, en el sentido de que se encargó a una empresa..., por cierto, que como era internacional a usted le ha parecido mal. Yo lo que quiero decirle es que es una empresa que ha concurrido con otras al concurso para la clasificación de puestos de trabajo y que lo está realizando de conformidad, pero con la prudencia necesaria para que esto no produzca ninguna perturbación en su aplicación al conjunto del personal al servicio de la Administración de Castilla y León. Por lo tanto, los informes de esta empresa consultora serán incorporados con las relaciones de puestos de trabajo y serán sometidos, en el Consejo de la Función Pública, al conocimiento, al debate, a la discusión, incluso si es necesario a la modificación de las centrales representativas, sindicales, representativas de los intereses laborales. Yo creo que eso le puede tranquilizar a Su Señoría, pero creo que también y por si acaso le quedara alguna inquietud respecto del Plan de Función Pública quiero asegurarle que esas relaciones de puestos de trabajo y esa clasificación de los puestos, así como el nuevo sistema retributivo pensamos puede ser realidad antes de finalizar la primavera de mil novecientos ochenta y siete, con lo cual todos nuestros funcionarios podrán ver perfectamente consolidadas su situaciones, podrán también tener el reajuste y el equilibrio en niveles, coeficientes, etcétera, tanto de los órganos de la Administración Central como de los órganos de la Administración Periférica. Pero eso sólo se puede hacer si contamos con el esfuerzo, el trabajo de todos, también la colaboración de esta Cámara. Yo creo que en eso la vamos a lograr, en eso se han dado pasos ya, importantes, y creo que en ello también estarán Sus Señorías de acuerdo con mi valoración.

No quiero contestarle, por supuesto, a ninguna de las otras valoraciones que usted ha hecho, respecto de personas que incluso no pueden defenderse en esta Sala o respecto de aquéllas que, pudiéndolo, estimamos mejor en la prudencia del silencio, revestirnos de la dignidad suficiente para poder continuar, en nombre del Partido Socialista Obrero Español, al frente de la Comunidad Autónoma por los ocho meses próximos; pero estén seguros Sus Señorías que haremos todo lo posible para que sea también en las próximas elecciones. Muchas gracias.

(Aplausos)


EL SEÑOR PRESIDENTE (SEÑOR LLAMAZARES FERNANDEZ):

Tiene la palabra el Señor Bosque Hita.


EL SEÑOR BOSQUE HITA:

Señor Presidente, Señorías. Voy a hacer una consideración alrededor de la advertencia con la que comenzó su respuesta..., bueno, debió haber sido respuesta, creo que no lo ha sido, a mis palabras.

Su Señoría es posible que, personalmente, haya aprobado siempre las asignaturas con un trabajo continuado y constante, pero yo juzgaba también al Partido Socialista, no a usted solo. Y usted solo, dentro de las funciones que el Partido Socialista le afecta, no puede de ninguna manera hacer resaltar por encima de todo las virtudes personales propias, porque éstas vienen condicionadas por la propia circunstancia del partido al que sirven.

Insiste usted en los ocho meses. Bueno, yo he hecho un calendario muy sencillo. Si las elecciones tienen que ser el siete de Junio, según personas autorizadas por el Gobierno Central, quiere decir que son cinco meses del año que viene más mes y medio del presente; son seis meses y medio, no son ocho. Ustedes podrán tratar de querer alcanzar todo el tiempo posible, pero son seis pag. 1639

meses y medio y en seis meses y medio tiene usted unas Navidades; si tiene usted que hacer todo lo que pretende hacer, que es cambiar la estructura de la propia Junta en una serie de asuntos importantes, hacer asumir las nuevas responsabilidades, encajar esa organización, esa Administración y empezar a funcionar, y ¿qué pretende usted hacer a partir de primeros de Abril cuando se disuelva esta Cámara?, porque no va a tener ni siquiera el control ni el respaldo de un Parlamento donde es mayoritario. No creo que ese tiempo pretenda también usted crear nueva política, ni desarrollar programas importantes; no puede usted hacer otra cosa más que gestionar seriamente lo que se le entrega.

Nuestro interés en todo momento ha sido exclusivamente el de Castilla y León, no ha habido por nuestra parte ningunos planteamientos de aprovechamiento partidista, que en muchos momentos hubiéramos podido hacerlo y siempre nos hemos resistido a ello; no voy a mencionar aquí recuerdos incluso de incitaciones de su propio partido haciéndome constar que por qué no tomábamos ciertas medidas que tenían interés para lo que usted estaba gestionando dentro de la Comunidad. Y nos hemos negado rotundamente a participar en esa clase de situaciones.

Que no hemos presentado alternativa; pero explíquenme ustedes cómo pueden pedir a una Oposición que haga una alternativa de Gobierno para seis meses, que quedan reducidos a tres. Por favor, ustedes pueden no ser serios pero nosotros sí lo somos.

No tratamos de desprestigiar a nadie. Tratamos de decir clara y concretamente cuál es la objetiva situación y realidad del momento que viven nuestras Instituciones hoy.

De sucursalismo, para qué vamos a hablar. Creo que hemos dado absolutas pruebas de lo que estábamos diciendo. Está el tema del Fondo de Compensación, está el tema de los Ferrocarriles, está el tema de la afectación de las imposiciones de Madrid en la financiación, están montones de situaciones, que hemos repetido siempre se han presentado y que las hemos repetido en esta Cámara. Si eso no es sucursalismo lo normal hubiera sido que hubieran ustedes, en defensa de los intereses de Castilla y León, planteado una posición como la que ha mantenido Canarias y Canarias no es de las más perjudicadas.

La verdad es que creo que Su Señoría no ha entendido nada de lo que le he dicho. En primer lugar, porque no me ha respondido prácticamente a nada y, en segundo lugar, porque decirnos a nosotros que siempre han estado concordando porque las cosas se han aprobado en esta Cámara, las leyes se han aprobado en este Parlamento con la mayoría correspondiente, por favor; que han aceptado algunas enmiendas que podían valer, por favor, señores, ¿eso es concordar?, ¿eso es pedir colaboración?, ¿eso es ir a resolver los problemas comunes de la Comunidad, importantes, contando con las fuerzas políticas antes de plantear aquí, por el procedimiento de mayoría, la aprobación de las leyes?

Y también nos reprochan a nosotros que en el Consejo de Política Fiscal y Financiera somos parte en la afectación de la financiación que se nos ha hecho, porque participamos en una Comisión Mixta. Bueno, señores, esto me parece que no tiene ni siquiera la posibilidad de ser medio presentado ante nadie.

El artículo 15 de la LOFCA no tiene nada menos que una vigencia de seis años, aproximadamente. Bueno, a mí me parece muy bien que dentro de un año vayan ustedes a tratar de empezar a ponerlo en marcha, pero, ¿qué han hecho en los seis años que han transcurrido hasta ahora?, ¿no les parece a ustedes que es natural y lógico que estemos permanentemente insistiendo en este problema?; seis años es mucho tiempo para que no se haya planteado.

Bueno, no cabe duda que las situaciones de crisis se producen en todos los regímenes democráticos, en todos los países del mundo y en todas las épocas y circunstancias, pero yo le rogaría a Su Señoría -y lamento que me obligue a entrar de nuevo en el tema-, yo le rogaría a Su Señoría que me indique en qué momento y circunstancia un Presidente de Gobierno ha sido procesado siendo Presidente de Gobierno.

Sí, nosotros estamos, como todos los Grupos Políticos, como es natural, necesitados de aceptar todo cuanto se resuelva por procedimientos democráticos. Nosotros, no cabe la menor duda que estamos obligados también a respetar las decisiones políticas que tomen las personas vinculadas a responsabilidades y que no quieren seguir vinculadas, pero también estamos en nuestro derecho de valorar, porque tiene una valoración política, de valorar esas posturas y esas posiciones; no nos lo discuta, por favor.

Hablamos del Fondo de Compensación Interterritorial y no no sé si Su Señoría no lo ha entendido o no lo ha querido entender. El Fondo de Compensación Interterritorial es un Fondo que crea la Constitución precisamente para hacer que las Comunidades menos desarrolladas acorten distancias en relación con las más desarrolladas y para eso la Ley Orgánica de Financiación de Comunidades Autónomas establece unos criterios que, cuando se traducen después en la Ley del Fondo, resulta que los criterios quedan gravísimamente deformados para los intereses de Castilla y León. Porque cuando habla del criterio de población en la LOFCA, la Ley del Fondo resulta que lo transforma de otra manera distinta, de tal forma que es..., que el tema de renta per cápita y luego se transforma en la Ley del Fondo en una consideración alrededor de la población, con lo cual las más pobladas reciben mucho más. Pero más todavía. Todos los demás criterios establecidos en la Ley Orgánica de Financiación la Ley del Fondo, a la hora de su aplicación, dice "y los que queden por encima de la media no se les aplica este criterio", menos ¿cuál?, el que perjudica gravemente a

pag.1640

Castilla y León: el de la renta, que al transformarla en una renta de relación con la población resulta que nos perjudica y ahí, entonces, es cuando no se hace la aplicación de los que quedan por encima de la media. Pues, muy bien. Si el Fondo se ha creado para eso, si el Fondo está para acortar distancias, señor Consejero, señor candidato, entonces, lo que es necesario es que sus efectos sean de acercamiento. Me está usted hablando con unos datos de productividad, me habla usted con unos datos de renta relativa, etcétera. En primer lugar, los que me da son del año ochenta y tres del Banco de Bilbao y estamos en el ochenta y seis, eso lo primero. Pero, en segundo lugar, lo único que nos puede valer, si estamos hablando de los efectos de la Ley del Fondo es de los efectos de la Ley del Fondo, y la Ley del Fondo, aplicada años ochenta y dos, ochenta y tres y ochenta y cuatro produce los efectos que le digo. Y lamento que en la discusión, que no me puse nervioso, no entendiera usted el tono de ironía con que dije "las subdesarrolladas Comunidades Autónomas de Cataluña y País Vasco".

De todas las maneras, los datos que nos ofrecía, sean del ochenta y tres, no valgan para desdecir lo que los propios datos del Gobierno me han proporcionado en orden de los efectos de aplicación del Fondo de Compensación Interterritorial, utilizando los datos que usted me da. Mire, hay un instrumento que lo mide perfectamente: es la calle. La calle es quien dice si vive mejor o vive peor, si tiene más o tiene menos, y sobre todo dígame Su Señoría dónde está la renta de nuestros agricultores.

Toda la teoría de la Ley de la Función Pública está perfectamente conocida, pero, bueno, de eso a la aplicación de la Ley ha mucha distancia. Yo he dado unos datos, yo he dado unas circunstancias, a eso no se me contesta; se me habla con la filosofía de la Ley, que podrá ser acertada o desacertada, pero el hecho concreto es que la filosofía aplicada a la realidad no se corresponde en absoluto.

Bueno, ya sabemos que se va a regular la situación de los funcionarios antes de que termine la primavera del ochenta y siete. El día siete de Junio son las elecciones autonómicas, Señorías; no parece que sea mala época para terminar de hacer una función que de alguna manera, pues, si es acertada, pues, por lo menos no desprestigia.

Señoría, yo hubiera preferido que me hubiera respondido a aquella serie de requerimientos y a aquella serie de datos con una serie de aportaciones adecuadas que hubieran podido, de alguna manera, desmontar cuanto yo le he dicho. Desgraciadamente, y con sentimiento, le digo que no ha habido nada de eso; lo lamento profundamente y como lo lamento profundamente, y no ha habido posibilidad de encontrar una fórmula por la cual mi Grupo pudiera respaldarse en razón de las consideraciones que anteriormente le hemos hecho, tengo necesariamente que reiterarle la indicación anterior: no podemos votar a su favor. Muchas gracias, señor Presidente.


EL SEÑOR PRESIDENTE (SEÑOR LLAMAZARES FERNANDEZ):

Muchas gracias. Tiene la palabra el señor Nalda García.


EL SEÑOR NALDA GARCIA:

Señor Presidente, Señorías. En primer lugar, también desde el no darles el agradecimiento a la postura de su Grupo, porque eso para nosotros significa un estímulo en las tareas que venimos haciendo. Por lo tanto, el no también tiene una carácter positivo y por eso se lo agradezco.

Algunas pequeñas cuestiones. He vuelto otra vez a reiterar el tema del tiempo y, claro, dice las Navidades, o sea, desgraciadamente, algunos en Navidades trabajamos, bueno, pues, tendremos que trabajar en Navidades, tendremos que hacer un mayor esfuerzo a lo mejor también con el turrón al lado, pero habrá que hacerlo. Lo que no podemos es, porque llega la Navidad o porque llega la fiesta, abandonar lo que son nuestras responsabilidades, nuestras tareas, nuestro compromiso con los Castellanos y Leoneses. Por lo tanto, tiempo, Señoría, hay tiempo siempre que se quiera sacar ese tiempo.

Mire, el tema que ha citado sobre el artículo 15, yo quisiera que usted repasara la Ley Orgánica de Financiación. En la Ley Orgánica de Financiación se establecen dos mecanismos: un mecanismo transitorio de financiación y un mecanismo definitivo de financiación. Resulta que los años que usted ha citado son de mecanismo transitorio y, por lo tanto, el artículo 15 forma parte del mecanismo definitivo de financiación. Y es, pues, en este momento, cuando se aprueba el mecanismo de financiación, cuando hay que implementar el artículo 15 y no antes. Por lo tanto, Señorías, no ha perdido el Gobierno de la Nación ni los que le antecedieron, porque también tienen su responsabilidad en tal caso, no, no, no han perdido ninguno de ellos el tiempo; se está haciendo en tiempo y forma cuando es debido, justamente cuando se empieza a funcionar con el sistema definitivo.

Ha citado un tema que a usted le es grato, el tema del Fondo de Compensación Interterritorial. Yo no voy a repetir aquí los debates que usted y yo tuvimos ya en otra Cámara, ni le voy a recordar tampoco otros parámetros, porque a lo mejor resulta que esos sí eran perjudiciales para Castilla y León. Pero usted ha citado uno, y yo aquí claramente manifiesto que es precisamente ese parámetro, el parámetro renta, el único..., salvo, por supuesto, el tema de la extensión, pero que es por una ponderación mucho menor -en cuanto a ponderadores el que más contribuye es el parámetro renta-, es el que más beneficia a Castilla y León, porque el reparto se hace inverso de la renta, es decir, a menor renta mayor proporción de reparto. Claro, yo no sé si Su Señoría se da cuenta de que en aquel debate en el que también usted intervino los compañeros y señorías representantes de un partido catalán precisamente lo que atacaron fue eso. Lo que se ataca de la Ley del Fondo es que el ponderador de

pag. 1641

la renta es mucho, es muy grande y, por lo tanto, hay una descompensación de esos territorios respecto de los territorios más desfavorecidos desde el punto de vista renta. Ahora, claro, que Su Señoría tiente otros parámetros que..., a los cuales tiene excesivo cariño, que ya una vez le demostramos que eran bastante erróneos, pues, en fin, ¡qué le vamos a hacer! El hecho real es que la Ley del Fondo está ahí, la Ley del Fondo ha servido para compensar no solamente en nivelación de servicios, que ha logrado una serie de dotaciones de infraestructura que de otra manera hubiera sido imposible, sino que también ha sido un mecanismo muy importante para la solidaridad entre las tierras de España.

Finalmente, ha dicho usted que para ver si esos parámetros que nosotros usamos, usan los economicistas, de los valores añadidos, de las medias ponderadas, etcétera, si éstos son válidos hay que salir a la calle. Perfecto, Procurador señor Bosque Hita, vamos a salir a la calle, usted mismo lo ha dicho, muy pronto, dentro de siete de ocho meses, si es posible y si es ésa la fecha, el día siete de Junio. Yo creo que la calle lo va a decir: entonces, en las urnas nos vamos a ver. Muchas gracias, señor Presidente.


EL SEÑOR PRESIDENTE (SEÑOR LLAMAZARES FERNANDEZ):

Muchas gracias. Se interrumpe la sesión por diez minutos.

(Se interrumpe la sesión a las dieciocho horas cincuenta y cinco minutos, reanudándose a las diecinueve horas veinte minutos).


EL SEÑOR PRESIDENTE (SEÑOR LLAMAZARES FERNANDEZ):

Tomen asiento Sus Señorías, por favor. Se reanuda la sesión.

Por el Grupo Mixto, tiene la palabra el señor De Fernando Alonso.


EL SEÑOR DE FERNANDO ALONSO:

Señor Presidente, señoras y señores Procuradores.

Señor candidato, convendrá conmigo en que estamos ante una investidura no muy normal. Yo, dadas las circunstancias que se han venido dando, la califico de una investidura sorpresas e inquietudes, sorpresa e inquietudes que empieza, en primer lugar, por la solución dada por el Partido Socialista Obrero Español a la crisis como consecuencia de la digna dimisión del señor Madrid. A mí no me preocuparía ningún problema de crisis del Partido Socialista si no estuviese convencido de que tal y como lo han resuelto el perjudicado va a ser el pueblo Castellano-Leonés, porque se prevé un cambio sustancial en todos los órganos administrativos. Yo le rogaría al señor candidato a la Presidencia, y pronto Presidente de la Junta, que hiciese lo imposible para que esto ocurra con el menor daño posible al pueblo Castellano-Leonés.

La segunda sorpresa de esta investidura viene, para mí, por su discurso de ayer y, lógicamente, a él es al que después me referiré. Y por si poco eran las sorpresas en estos ocho o diez días que llevamos viendo, ayer oímos todos las declaraciones de su Secretario General del Partido en Castilla y León; tampoco voy a entrar en ese tema, porque yo estoy aquí sólo y exclusivamente para contestar a su discurso de investidura.

En el año ochenta y tres, cuando se presentaba el candidato señor Madrid, yo al contestarle le decía, en primer lugar, que dado su discurso tenía que referirme más a lo que no había dicho, intencionadamente o no, que a lo que había dicho. Un poco de eso me ocurre con usted, aunque entiendo que usted ayer tenía menos programa que explicar porque, lógicamente, era continuar el programa que en el año ochenta y tres nos presentaron completo. Usted ha dicho que venía a culminar la terminación de ese programa; yo le querría preguntar si en esa culminación van temas pendientes como la potenciación de los ferrocarriles no radiales, la creación del Fondo de Compensación Regional, la Ley de Servicios Sociales, la formación del Consejo Económico-Social, la red sanitaria que iban ustedes a crear jerarquizando desde los hospitales hasta el centro de salud local; cuando el año ochenta y cuatro la pregunta que hice al Consejero de Bienestar, diciéndole si se tenía hecho un estudio sobre los centros de salud y adscripción a los hospitales, puesto que no iban a coincidir con las provincias, y se me contestó que aún no estaba hecho ese estudio.

Por otra parte, usted nos dijo o hizo un discurso en el que nos habló de continuidad con correcciones y nos habló de un Gobierno no de transición. Lo que ocurre, señor Nalda, es que las correcciones que usted nos anunció parecía que no provenían del Partido Socialista. Es decir, durante varios años en la discusión de los Presupuestos hemos mantenido el excesivo gasto en Presidencia, el excesivo gasto de la Oficina del Portavoz, otros temas que luego al sectorizar diré, porque son referidos a su discurso, y usted ayer nos viene a dar la razón. Yo, por eso, esas correcciones y esa continuidad no me encajan, por más que releo su discurso de ayer lo que más bien parece es un desmarque completo y absoluto del Gobierno anterior.

Usted nos habla de que no va a ser un Gobierno de transición; yo diría que qué hay que entender por un Gobierno de transición. Han estado hablando de los meses que le va a tocar trabajar, de si vienen las Navidades o los Reyes; lo que es cierto es que en Abril habrá una convocatoria de elecciones. Estamos en Noviembre: no nos ha aclarado usted..., aunque creo que sí, porque nos dijo ayer que todo lo que pensaba hacer lo iba a hacer con un ligero retoque, retoque -fueron sus palabras-, de los Presupuestos presentados. Mire usted, o no estudió bien lo que dijo o lo que dijo no lo puede hacer con un retoque; tiene que hacer un cambio sustancial de los Presupuestos, pero de los Presupuestos de una forma que cambien sustancialmente Presupuestos de cada Consejería, cosa que, por enmiendas, difícilmente vamos a hacer. Mi duda ahora se me plantea porque usted no lo ha aclarado: ¿van a retirar los Presupuestos presentados y

pag. 1642

presentar unos nuevos? Con lo cual, si esto es así, nos vemos al mes de Marzo, como mínimo, sin tener unos Presupuestos y en Abril se convocan las elecciones. ¿No va a retirar usted los Presupuestos? Entonces, perdóneme, señor candidato a Presidente, que dude mucho de lo que los trabajos que haga esta Cámara se vayan a respetar. Vamos a hacer un trabajo en la Cámara, de enmiendas, que se nos está prohibido pasar de una Consejería a otra. Si usted quiere hacer lo prometido cuando llegue la Junta, por acuerdo de la Junta, va a trasvasar de una Consejería a otra; quiere decirse, señores Procuradores, que el trabajo va a ser baldío, no digo otra palabra porque sería mucho peor.

Y concretando ya en su discurso, por tanto, como estábamos hablando de transición, yo creo que quiera usted o no es un gobierno de transición, gobierno de transición que debió hacerse con el menor coste, coste para el Castellano-Leonés como le he dicho antes, y, desgraciadamente, si la cadena de dimisiones o ceses continúa va a haber un cambio administrativo sufrido por todos.

Entre sus prioridades que ayer nombró eché de menos, porque además le conozco, no nombró la culminación del desarrollo estatutario. Usted sabe que nos quedan cosas pendientes en el Estatuto y algunas ligadas a la Consejería que usted dejó. Me extrañó; espero que en la réplica me aclare usted si está dispuesto, como prioridad absoluta al desarrollo estatutario las leyes que quedan pendientes, unas por leyes u otras por decretos, de cumplir lo que el Estatuto nos exige.

Fundamentalmente, usted se centraba en dos temas: cooperación y descentralización. Señor Nalda, dicho así dicho por don José Constantino Nalda fuera de este micrófono, yo le tendría que decir que estoy de acuerdo con usted. Pero dicho por el candidato del Partido Socialista aquí, perdone usted que no tiene credibilidad para mí, porque me han demostrado hasta ahora que así es. Hablamos de cooperación y colaboración en dos sentidos: con el Gobierno Central y con las Entidades Locales. ¿Qué está ocurriendo con el Gobierno Central y nuestra colaboración? El año pasado en los Presupuestos se lo dije: el Gobierno Central está tratando a la Junta de Castilla y León, que no a otros Gobiernos, de la misma forma que la Junta está tratando a las Entidades Locales, les está diciendo lo que tienen que hacer.

En unos presupuestos escasos como tenemos el año pasado se han destinado más de cien millones a solucionar problemas del INSALUD en los cuales no tenemos competencia. En los Presupuestos de este año me supongo irán otros cien millones para solucionar problemas del INSALUD en los cuales no tenemos competencias. Es decir, nosotros estamos haciendo aquello que el Gobierno Central es incapaz de cubrir. ¿Qué están haciendo con las Diputaciones? Pues, mire usted, que a través de convenios hasta ahora, al existir la Ley de Cooperación, las Diputaciones me ayuden a sacar aquello que yo no puedo, pero que el éxito y la propaganda es de la Junta y del Gobierno de la Junta.

¿Qué ha pasado con la primera puesta en práctica de la Ley de Cooperación?, en la cual sabe usted que colaboré activamente, que la voté a favor y dije que era la mejor ley posible, aunque no la mejor ley que habíamos perdido la oportunidad histórica, por no participar el Grupo Popular, en haber sacado quizá la mejor ley de España en ese sentido. Pero, claro, viene la aplicación y la ley que habla de cooperación, de delegación y de transferencias, que como cumpliremos el Estatuto, usted empieza a aplicarla por cooperación pero, ¿de qué forma? Bueno, los Presidentes de Diputaciones y los diputados provinciales lo pueden saber, no hace falta ningún político en las Diputaciones Provinciales, con los funcionarios basta, porque les marca usted y su Delegado Territorial a dónde y cómo debe ir el dinero; eso no es una cooperación, eso es una imposición.

Habló usted extensamente de la Función Pública..., veo que se me acaba el tiempo. Yo le felicito señor Nalda y estoy convencido de que usted sí va a querer aplicarla. Yo quiero recordarle una frase que usted me dijo en una Comisión, ante una Proposición No de Ley que yo presenté, exigiéndole a usted, como Consejero de Presidencia, la obligación de hacer cumplir la Ley de la Función Pública y por lo menos de intencionalidad política que todos los Grupos habíamos demostrado aquí a mediados de Diciembre, para que los cambios que se hayan producido en Enero, usted con habilidad aquel día me dijo: "cada palo que aguante su vela". Espero, señor candidato a la Presidencia, que muy pronto le traeré aquí alguna interpelación sobre el mismo tema, quizá más generalizado, y espero que entonces usted no me conteste eso y diga que usted, como Presidente, es el palo que aguanta todas las velas.

Habló de mejorar la gestión, yo le felicito también, creo que su voluntad es hacerlo; quisiera recordarle el año entero que se tira alguien para recibir una subvención, el... autónoma y tarda catorce meses en recibirlo, etcétera, etcétera. Como usted ha prometido agilizarlo, mi enhorabuena si lo consigue.

También mi enhorabuena por su intervención en lo forestal. Sabe usted que quizá ha sido mi obsesión a lo largo de todos estos años en la petición de más dinero para los Presupuestos. Apunte usted señor Nalda, que tendrá que duplicar, por eso decía que las ligeras correcciones no sirven, como mínimo duplicar para lo que usted dijo ayer.

Habló usted también dentro del sector agroalimentario, pero yo creo que los agricultores de esta Región que hayan leído o puedan leer su discurso se van a quedar muy tristes, porque usted no le dijo una sola palabra de política propia agraria que va a hacer la Junta. Mire usted, yo cada vez que en los pueblos van y dicen: no, están viniendo de la Delegación Territorial a hablarnos de Jóvenes Agricultores, de la agricultura de montaña; ésa es pag. 1643

la política nacional agraria, ésa es la política del Gobierno Central. ¿Qué política agraria propia de la Junta se va a hacer en el sector lácteo, en el sector de saneamiento ganadero, que nos urge ante la Comunidad? En el sector de regadíos, si vamos a seguir programando pantanos donde no hay ni río, ni hay vasos, etcétera, etcétera, haciéndolo sobre el mapa en vez de sobre el terreno.

Finalmente, porque ya el tiempo..., me quedan bastantes cosas por decirle. Yo le quisiera decir, señor Nalda, que desde la simpatía personal y la admiración que tengo por usted, si solamente me hubiese hecho caso de sus planteamientos en cuanto a las reformas, tendría que haberle votado sí. Pero usted terminó mal, usted terminó pidiéndonos a los Procuradores el voto afirmativo para culminar el programa socialista. Como yo estoy convencido que lo mejor que puede haber para esta Región es que no se culmine ese programa tengo que votarle en contra.

Por otra parte, usted dijo que todas las medidas iban encaminadas a conseguir el Plan de Desarrollo Regional. Plan de Desarrollo Regional, le recuerdo una vez más, que le hicieron en contra de un criterio aprobado por unanimidad de esta Cámara, que en un debate de la Región y una propuesta del Grupo Mixto se aprobó que ese Plan de Desarrollo Regional se hiciese por todas las fuerzas políticas y sociales de la Región conjuntamente. Eso dijo la resolución; ustedes lo hicieron solos, nosotros lo votamos en contra; como consideramos que es malo no podemos contribuir con nuestro voto a que se llegue hasta la consecución del Plan de Desarrollo Regional. Pero tenga usted en cuenta una cosa también señor Nalda. A lo largo de tres años y medio todos aquí nos hemos conocido; usted sabe que yo como Procurador y como representante del Centro Democrático y Social hemos colaborado activamente, apoyando unas veces, criticando otras o votando en contra, pero siempre con una meta: lo que considerábamos mejor para la Región. Así va a seguir usted disponiendo de nosotros. Muchas gracias.


EL SEÑOR PRESIDENTE (SEÑOR LLAMAZARES FERNANDEZ):

Muchas gracias. Tiene la palabra el señor Montoya Ramos.


EL SEÑOR MONTOYA RAMOS:

Señor Presidente, señoras y señores Procuradores. No es éste, ciertamente, el momento oportuno para proceder a una investidura, cuando nuestro mandato está finalizando y cuando debiera ser más momento de hacer balances, pero debemos aceptar las circunstancias. Y deslindando además actuaciones políticas de personales, yo querría aprovechar también esta circunstancia para decir a Demetrio Madrid que me alegraré cuando su problema tenga un final feliz, al mismo tiempo que quiero hacer un reconocimiento a su humanidad y a su espíritu dialogante, puesto de manifiesto en todos los años en que hemos tenido la suerte de coincidir o de disentir, más bien de disentir, en nuestra vida política.

Esta investidura es además muy particular, porque no se trata de un candidato de una nueva formación política, no hay nueva mayoría, sino sólo un cambio de persona dentro de un programa único, un mismo partido, han formado parte, tanto el señor Nalda como el señor Madrid, han formado parte de ese mismo partido, de ese mismo gobierno y han acudido a las elecciones generales autonómicas juntos.

No ha dicho..., o como ha dicho muy bien el señor Nalda en su discurso de lo que se trata es de cumplir un programa socialista, puesto en evidencia -esto lo añado yo-, en sus insuficiencias en estos tres años de Gobierno. No es trasladable, por tanto, la votación de Tordesillas. Existen suficientes matices diferenciales. Entonces, se trataba de aceptar un programa cuyo valor se suponía; hoy ya se conoce el resultado de su aplicación y el programa se ha demostrado insuficiente, razón por la que no le puedo apoyar, aunque el candidato me ofrezca la misma o, si quiere Su Señoría, superior credibilidad que el señor Madrid; no es un problema personal.

Quizá sea injusto condicionar mi voto a una opción de gobierno con la que el señor Nalda no se ha identificado, pero no puede bastar la buena voluntad y la sinceridad que yo he querido encontrar en el candidato, en su discurso de ayer, para que, sin una desvinculación más clara del programa original, yo pueda otorgarle mi voto. Y a pesar también de algunos atisbos voluntariosos de correcciones, como la supresión de organismos innecesarios, que valoro positivamente aunque todavía me parezcan insuficientes.

Es preciso, sin embargo, analizar el programa expuesto bajo el prisma del programa anterior del Gobierno, del programa socialista autonómico y de las innovaciones introducidas, y siempre a la luz de los problemas pendientes que yo voy brevemente a repasar.

Primero, la conciencia autonómica, que hoy, y es mi opinión, es menor que hace tres años. Se ha perdido la ilusión autonómica en lugar de incrementarse; estamos asistiendo impasibles a la sublimación del sentimiento autonómico en otras regiones que, con menor razón para ello que nosotros se llaman nacionalidades o incluso naciones, mientras nuestras gentes siguen diciendo "voy a Castilla y León" cuando se dirigen a una oficina de la Junta. Esto es para muchos Castilla y León: una simple reorganización administrativa. Los enfrentamientos institucionales tan frecuentes no han contribuido a otra cosa, y aunque la culpa de estos enfrentamientos me refiero, no siempre ha sido de la Junta, o si se quiere a veces ni culpa ha tenido, se ha mostrado, sin embargo, incapaz de evitar estas situaciones como era su obligación política. El señor Nalda ha expuesto la necesidad de cooperación. Yo espero que no sea demasiado tarde.

Paso por alto el tema irresoluto, quizá irresoluble, de la Capitalidad por no ser materia de la Junta, sino de estas Cortes, aunque también es cierto que echo en falta

pag. 1644

una definición por parte del candidato por la importancia que tiene para el desarrollo autonómico.

Y Cantabria y Rioja. Nuestro Estatuto obliga a considerar con carácter prioritario los convenios de cooperación con aquellas Comunidades Autónomas. Pues, bien ¿qué se ha hecho? Nada ¿Qué hay del programa del candidato sobre todo ello? Ni una sola palabra. Y el mandato estatutario es reflejo del pensamiento de quienes como yo mismo entendieron que hay que respetar, sí, la voluntad de cántabros y riojanos, pero hay también que intentar cambiar las voluntades para que se integren en esta Región como Castellanos que son.

Otros dos problemas que se han agravado: el sucursalismo y el centralismo. Cada vez dependemos más de Madrid, no contamos en las decisiones importantes, porque si contáramos el Fondo de Compensación Interterritorial, las decisiones del Consejo de Política Fiscal y Financiera serían otras, o, si se quiere, las decisiones de la Comisión Mixta de Transferencias. Y no se cerrarían sin replicar esos mil kilómetros de líneas férreas, aquéllos que además tienen mayor sentido social -paradoja de un gobierno socialista-, y además contribuyen al desarrollo de comarcas deprimidas, diciendo encima, como se ha dicho en este Hemiciclo sin enrojecer, que son contrarias a los intereses de nuestra Comunidad. La sintonía con el Gobierno Central es conveniente, pero teniéndola desde una situación de fortaleza que no se ha producido nunca.

Comprendo la alegría catalana con la nueva financiación autonómica, pero no comprendo, en cambio, cómo podemos sentirnos satisfechos nosotros. Tomando como base los datos que han sido publicados estos días por los periódicos, nos corresponden veintiuna cincuenta por pesetas por habitantes a los Castellano-Leoneses, mientras que a Canarias -Gobierno Socialista que ha votado en contra-, corresponden treinta y ocho pesetas por habitante, por ejemplo, y han votado en contra.

Y el centralismo. El centralismo replegado por la Junta ha sido brutal: no me canso de denunciarlo. Yo no cuestiono al candidato, como me ha preguntado alguien, por ser de Valladolid, pero tendrá que superar el síndrome de Valladolid, el del centralismo. Nuestra Conciencia regional no avanza y no es del todo ajeno a ella este síndrome de Valladolid. Las inversiones realizadas en edificios centrales, el aparato funcionarial existente, los nuevos organismos creados, el Instituto de Desarrollo, la Administración Pública, la Agencia de la Juventud, etcétera, todos tienen su sede en el área metropolitana de Valladolid y se impone un cambio de rumbo de ciento ochenta grados. Nuestra autonomía no puede consistir en Valladolid y ocho provincias menores. Hoy es preciso venir a Valladolid, en cambio, a resolver muchos problemas para los que antes no se iba a Madrid.

Para el programa económico del señor Nalda, el señor Nalda se ha remitido al Plan de Desarrollo; no es suficiente; el P.D.R. nació mal. Debió ser el reflejo colectivo de levantar nuestra Región y se convirtió en un documento oficialista, que ni siquiera ha cumplido el trámite de ser aprobado por estas Cortes. Carece del compromiso institucional de las fuerzas sociales y económicas, como por iniciativa del Grupo Mixto fue aprobado por unanimidad en esta Cámara. Hace falta un Plan de Desarrollo que engarce los problemas reales con un compromiso de gobierno mucho más definido, estableciendo prioridades. El Desarrollo Regional no se producirá si falta el esfuerzo y la ilusión de los dos millones y medio de Castellano-Leoneses.

La generación de riqueza es una necesidad imperiosa a la que no se ha referido el señor Nalda, porque los datos regionales son escalofriantes. He consultado una encuesta de población activa del primer trimestre de mil novecientos ochenta y tres y la he comparado con la de la misma fecha de mil novecientos ochenta y seis y éstos son los datos. Mientras España la población activa aumentó el tres con tres por ciento, en Castilla y León sólo el uno tres por ciento, a pesar de que nuestra población por kilómetro cuadrado es casi la tercera parte; pero los realmente activos disminuyeron el dos con ocho por ciento. Y los parados, que en el conjunto nacional aumentaron un veintiocho por ciento, en la Región pasaron de ciento quince a ciento cincuenta y ocho mil, es decir, un treinta y seis con nueve por ciento más; con cifras parciales que todavía son más desfavorables, en provincias como Zamora el paro aumentó el setenta y dos por ciento, el setenta y uno en Segovia, más del cincuenta en Valladolid y Palencia, etcétera.

En el informe económico que acompaña al Presupuesto para mil novecientos ochenta y siete se incluyen datos sobre el Valor Añadido Bruto y la Renta Interior Neta, aunque desgraciadamente no hay datos posteriores a mil novecientos ochenta y tres. Pero hay un párrafo lapidario: "la participación de nuestra Región en el Producto Nacional desde mil novecientos ochenta y cuatro muestra un deterioro paulatino, como consecuencia del menor ritmo de desarrollo operado en la Región". Desearía saber que este ritmo se ha invertido en este trienio, pero tengo personalmente mis dudas.

En el mismo informe puede leerse la renta per cápita; en todas las provincias es inferior a la nacional. Pero si acudimos a la fuente, a la publicación del Banco de Bilbao, comprobamos que los zamoranos, por ejemplo, tienen ingresos inferiores a la mitad que madrileños, mallorquines o alaveses. Para corregir este deterioro económico, para generar riqueza, hace falta imaginación por parte del Gobierno y participación de todos en el esfuerzo. Ni imaginación he creído ver en el programa ni alcanzo a comprender cómo se va a producir la confianza necesaria en empresarios y trabajadores para alcanzar la meta económica necesaria.

Le agradezco al señor Nalda un matiz de su discurso y que es una novedad en esta Cámara: ayer no estuvo triunfalista y esto puede ser un principio de acuerdo.

pag. 1645

El tiempo me impide, como sería mi deseo, hacer un análisis y preguntar sus soluciones para problemas planteados en el sector agrario, industrial, minero, etcétera, aunque quedan graves preguntas en el aire. ¿Será posible variar la tendencia industrial que ha disminuido en este trienio en dos mil puestos de trabajo?, ¿cómo vamos a mejorar las comunicaciones con los ferrocarriles parados?, ¿qué política de medio ambiente cabe mientras no exista una red de depuración que convierta en ríos o que ahora son cloacas?, ¿cómo superaremos el impacto económico producido por la entrada en la Comunidad Económica Europea, cuando nuestras importaciones han pasado de representar -datos del plan financiero de la Ley de Presupuestos-, del tres sesenta y ocho por ciento del conjunto nacional en mil novecientos ochenta y tres al dos cuarenta y tres por ciento en mil novecientos ochenta y cuatro?, ¿por qué no se trae a esta Cámara el definitivo Plan de Carreteras? Ninguna definición he oído tampoco sobre Riaño o sobre la regulación del Arlanza, definiendo, como sería necesario, inmediatamente, los embalses alternativos al Pantano de Retuerta.

La creatividad cultural está bajo mínimos. La acción cultural de la Junta ha sido, en muchos casos, de empresario de espectáculos, ruinosa además, y carente de interés formativo, haciendo un pésimo uso de los efectivos humanos de la Consejería de Educación y Cultura. Y en relación al deporte, debía hacerse ya un plan orientado a la Olimpiada del noventa y dos.

Quisiera haber oído una precisión que no he escuchado: el criterio sobre el apoyo a los nuevos centros universitarios que yo relaciono con el problema universitario burgalés. No hay ciudad en ninguna Comunidad Autónoma de la importancia de Burgos con tal penuria de centros universitarios.

El difícil equilibrio entre la Junta, Ayuntamiento y Diputaciones no está logrado, aunque la preocupación por resolverlos haya sido el hilo conductor del señor Nalda en su discurso y lo valoro positivamente; como valoro también positivamente le supresión de una Consejería y la Oficina del Portavoz. Los Delegados de Administración Territorial y los de la Consejería suprimida supongo que irán detrás y así empezaremos a superar la importante carga que significa los más de doscientos altos cargos hoy existentes. La Administración Autonómica requiere, evidentemente, toda la atención que le ha prestado Su Señoría, porque hay que dotarla del ritmo de que carece, pero nada se alcanzará si se actúa como hasta ahora. No existe en los funcionarios el orgullo de pertenecer a la Comunidad Autónoma y sería interesante hacer una encuesta para conocer cuántos funcionarios desearían, si pudieran, ser transferidos de nuevo a la Administración Central.

Su Señoría ha entendido, y lo ha entendido muy bien, que no basta con promulgar una Ley de la Función Pública, hay que ponerla en práctica con objetividad, sin que trascienda aquel espíritu de persecución contra los cuerpos de funcionarios, que yo no pude siquiera quitar el preámbulo de la Ley y que yo todavía no alcanzo a comprender cómo el señor Nalda defendió a ultranza. La objetividad consiste en profesionalizar la Función Pública, respetar los méritos de los más de quince mil personas que componen la plantilla autonómica, igualar las retribuciones de los órganos centrales y los periféricos, etcétera, y terminar de una vez por todas con que los contratados cobren más que los funcionarios, no sólo por la injusticia que supone sobre los que han hecho su ingreso en la Administración por la vía reglada, sino por su efecto desmoralizador.

Yo espero, y con esto termino, que estos meses del mandato de Su Señoría sean suficientes para llevar a los funcionarios la serenidad, la confianza y la ilusión necesaria para que su trabajo tenga la remuneración añadida de la satisfacción personal.

En resumen, existen todavía diferentes o suficientes diferencias entre las convicciones políticas del señor Nalda y las mías, tantas como separan al socialismo del liberalismo progresista con cuya filosofía yo me identifico. Es difícil que estas diferencias políticas puedan salvarse y yo pueda apoyar el programa expuesto. Y tampoco pretendo, teniendo en cuenta mi modesta representación, que su programa se modifique hasta el punto de satisfacerme a mí y a los que piensan como yo en Castilla y León que, evidentemente, somos muchos menos que los socialistas. Pero de la misma forma que yo espero que el señor Nalda, tan pronto como sea investido sin mi voto, gobierne para todos los Castellano-Leoneses quiero también decirle aquí, públicamente, que aunque no cuente con mi voto en su favor en este momento, y aunque con una vehemencia no menor que la suya yo defienda ahora y en el futuro mis propias ideas, nunca mi postura será la de obstrucción y en todos aquellos puntos de confluencia, que procuraré incluso reforzar, mi esfuerzo estará siempre al servicio de la Región, sin dejar de defender dentro de ella los intereses de los burgaleses, gracias a cuya confianza estoy en esta Cámara. Muchas gracias.


EL SEÑOR PRESIDENTE (SEÑOR LLAMAZARES FERNANDEZ):

Muchas gracias. Tiene la palabra el señor Alonso Rodríguez.


EL SEÑOR ALONSO RODRIGUEZ:

Señor Presidente, señoras y señores Procuradores. Decía Miguel de Cervantes "más lástima una onza de deshonra pública que una arroba de infamias secreta". Tan sólo una onza, digo yo, y aún sin probar, han acabado con la vida política de don Demetrio Madrid. Es verdad que lo sentimos. Por eso, antes que nada deseo manifestar nuestro agradecimiento por los servicios que ha prestado a la Comunidad de Castilla y León y también lamentar el poco apoyo de los que deberían haberle apoyado; no quisiera para mí ni para ninguno de ustedes tener que decir algún día la expresión del profeta Zacarías: "yo fui herido en la casa de los que me amaban". No quiero seguir por este

pag. 1646

camino, porque no quiero..., por respeto a la figura del Presidente saliente.

Y sin más preámbulos paso al tema que nos convoca. Mi intervención tendrá dos partes: en la primera una valoración sobre el programa presentado ayer por el candidato a Presidente, el señor Nalda. Y la segunda, nuestro pronunciamiento respecto a su candidatura.

Globlalmente, considero que ha sido un buen discurso, una buena teoría y con muchas cosas dignas de alabanzas y apoyo por nuestra parte y también lagunas o silencios, algunas graves, otras menos graves. Me explicaré.

Estamos muy de acuerdo en que lo importante es conseguir lo que puede denominarse vertebración de la Comunidad, término referido a la cooperación entre Administraciones y Corporaciones de esfuerzos, dando cuerpo al amplio marco jurídico de que disfruta hoy nuestra Comunidad. Nos parece absolutamente positivo la colaboración con las Diputaciones Provinciales y Ayuntamientos de más de veinte mil habitantes; estamos dispuestos a colaborar en ello.

Para conseguir el objetivo final de un auténtico servicio a la Comunidad de Castilla y León propone el señor Nalda los principios de objetividad, profesionalidad, publicidad y mérito. Absolutamente de acuerdo con esto. A estos criterios yo le añadiría uno más a fin de hacer posible los enunciados explícitamente: añadiría el de colaboración. La profesionalidad exige colaborar con las personas o instituciones que realmente valen o pueden aportar un servicio profesional, independientemente de que pertenezcan a un partido u otro; evidentemente, a ustedes les corresponde marcar las pautas, pero es necesario la colaboración. Esto mismo le exige la publicidad, es decir, el carácter abierto y transparente de la gestión, la profesionalidad y la objetividad.

El objetivo final no es obtener un rendimiento social o económico para los gestores, sino un servicio a la Comunidad del que ha de poder contar con la aportación de los mejores profesionales y las mejores instituciones, aunque estén adscritos a otras agrupaciones políticas y sobre todo si no pertenecen a ninguna en concreto. ¡Ojalá! lo de usted, lo que usted se propone llegue a ser verdad, porque son persistentes los rumores en nuestra sociedad de que la Administración Pública puede convertirse o se ha convertido ya en una finca particular; son muchos los que suelen aludir a algún caso concreto de su experiencia particular.

También consideramos muy acertada la pretensión de otorgar competencias y exigir responsabilidades. Es muy importante tener criterios claros, pero también lo es el de otorgar la capacidad de decisión a los gestores directos, es una prueba de confianza en ellos, permite una gestión más rápida y eficaz que ha de complementarse con un dar cuentas que impida abusos.

Consideramos también importantes las oficinas de información administrativa, de cara al ciudadano, pero es mucho más importante el ofrecer servicios principalmente de infraestructura. No se puede dar información sobre lo que no se tiene o se hace. ¿Para qué crear oficinas de información agraria si se carece de una infraestructura de investigación agropecuaria de cara a la selección de semillas, de productos agrícolas adaptados a nuestra geografía y que puedan competir en el Mercado Común? ¿Qué se está haciendo en este sentido? ¿Qué estudios hay, por ejemplo, sobre la industria del mueble que afecta a muchos núcleos de la provincia de Valladolid, cuyo diseño ya no está a la altura de lo que hoy es vendible? ¿No corresponde a la Junta el coordinar esfuerzos desde el diseño y financiación hasta promoción y comercialización? Es cierto que corresponde al sector privado, pero cuando algo afecta a toda una Región es preciso crear una infraestructura de planificación y colaboración. Son muchos los ejemplos que pueden aducirse. Lo que quiero decir es que no se puede comenzar la casa por el tejado; antes de crear lo que no se ve, los centros de información, hay que crear lo que no se ve..., antes de crear lo que se ve, quiero decir, los centros de información, hay que crear lo que no se ve: los servicios reales, la creación de programas y su ejecución. Hace falta mucha gente y no se puede contratar a todos los necesarios, pero sí es necesario el régimen de colaboración con especialistas y gabinetes de estudio.

También nos parece acertada la elección de objetivos preferenciales y evitarse actividades no estrictamente necesarias y no aconsejables con la escasez de recursos, pero esto ha de compaginarse con una fluidez en la Administración de los mismos, ya es francamente bochornoso que en esta Comunidad, en la que tanto está aún por hacer, hay que devolver dinero a la Administración Central del Estado porque no hemos sabido gastarlo, o que haya que hacer inversiones inútiles y gravosas con el dinero con el único propósito de cubrir el cupo de Presupuestos.

Consideramos también muy acertada la unificación de aquellas Administraciones que intervengan en los procesos de creación de empleo, a fin de obtener un mejor aprovechamiento de recursos, una simplificación del servicio burocrático y una reducción de gastos.

También consideramos positiva la intervención coordinada en la defensa de la naturaleza, pero el objetivo no es sólo impedir o paliar los deterioros, el objetivo ha de ser primordialmente positivo, creador. No basta atender a los incendios; un plan más global y urgente es el de la repoblación forestal, a fin de impedir la erosión progresiva de nuestras tierras, y crear cortinas de protección forestal en nuestros campos tan azotados por los vientos. Así se está trabajando en muchos países de Europa. ¿Es que tendremos que seguir repitiendo que los Castellanos, que el castellano es enemigo del árbol, porque como dice y advierte el dicho popular "quita tierra y no da pan"? La repoblación forestal es un trabajo urgente, no requiere una mano de obra cualificada y proporciona mucho empleo. pag. 1647

Respecto a sanidad y cultura estamos de acuerdo en lo beneficioso de la descentralización en orden a ofrecer un auténtico servicio social. En este sentido, considero que el objetivo no ha de ser el de socializar entidades u organismos, sino socializar servicios, los proporcionen entidades públicas o privadas. Todo lo que funciona bien y ofrece un buen servicio a la sociedad merece la pena que se apoye, particularmente, cuando cuentan con medios económicos propios deficientes y dedican su atención a los sectores sociales más desprotegidos. En este sentido, creo que es importante la palabra colaboración, exigir responsabilidades y controlar sí, pero colaborar.

Respecto a la actuación cultural, creemos que a los órganos públicos no les corresponde primordialmente crear cultura, sino ofrecer los medios para que los ciudadanos puedan crear y formar culturalmente a otros. A nosotros nos corresponde apoyar las iniciativas válidas allí donde se produzcan. Los organismos públicos deben cumplir una función subsidiaria allí donde sea necesario. La función de un Gobierno no es hacer cultura, sino promoverla. Usted habla de descentralización de la cultura en una escala que va desde el Gobierno Central a la Autonomía y de ésta a las Corporaciones Locales. Yo le sugiero descender un peldaño más y bajar desde las Corporaciones Locales a las asociaciones ciudadanas o populares.

En toda Europa se habla de recuperar el espacio social y cívico limitando los ámbitos de presencia de lo estatal o gubernamental. Esto nada tiene que ver con lo privado, sino precisamente con la autonomía de lo público, de lo social, ciudadano, popular, frente al Estado.

Respecto al tema de la sanidad también consideramos acertado su discurso. Me permito una sugerencia: se discute hoy si hay que dar preferencia a una medicina de investigación altamente tecnificada o más bien a una medicina de servicio social. En economía, usted sabe mejor que nadie que no hay milagros; si con los presupuestos se prima una, va en detrimento de la otra. Considero necesario lograr un equilibrio para lo que es necesario una coordinación y control de recursos. Tiene que empezar a desaparecer de los fondos de los hospitales esos aparatos que son nuevos y no están en uso.

Consideramos también que en su programa de presentación, como el que usted ha hecho, señor Nalda, no se pueden tocar todos los temas. A pesar de ello, queremos hacer notar su silencio sobre dos temas particularmente importantes en estos tiempos en que vivimos: el tema de la tercera edad y el tema de los jóvenes marginados.

Las personas mayores sencillamente viven, a Dios gracias, pero honradamente hay que decir que todavía no se ha tomado en serio una planificación específica de servicios y atención a este colectivo tan importante, en el que dentro de muy pocos años ingresaremos nosotros y que cada vez es más amplio.

El otro tema es de los muchísimos jóvenes de la periferia de nuestras ciudades, con escasos medios adquisitivos y sin apenas posibilidades de trabajo, y nuestra sociedad tecnológica y consumista les invita, y tienen derecho, a disfrutar de las mismas cosas que puede disfrutar un ciudadano normal. Para ello, frecuentemente no pueden contar con más medios que la delincuencia que tanto preocupa a los ciudadanos. Es necesario un plan conjunto de educación especial y trabajo especial para la prevención de la delincuencia y rehabilitación de aquéllos que con muy pocos años han caído en ella y viven en ella. No podemos dejar que su vida quede sentenciada nada más iniciarla.

Vayamos con otro punto. Estamos de acuerdo con el carácter beneficioso que representa para Castilla y León, así como para toda España, el ingreso en el Mercado Común. Como habían pronosticado algunos expertos, y hoy puede comprobarse en los agricultores y ganaderos, la integración en el primer momento no es beneficiosa para una zona con las característica agrarias, agropecuarias de la nuestra. De todos nuestros productos hay excedente en el Mercado Común, los derivados de la leche, los vinos y cereales. Esta es una cuestión muy importante. Reconocemos el esfuerzo que se ha hecho de cara a la presentación de proyectos para la obtención de subvenciones de los distintos organismos de la Comunidad Económica Europea, pero el trabajo primordial de la Junta no es el de hacer estudios económicos para mendigar ayudas -y que no falten-, sino hacer estudios que planifiquen agrariamente y de investigación de productos y técnicas de producción nuevas que puedan ser promocionadas por la Junta, a fin de que nuestro campo pueda ser competitivo en Europa.

Quiero pasarme algunos temas porque veo que va llegando el tema... Me restan muchos más temas, pero los dos principales sería la vertebración de Castilla y León y la relación con el Gobierno de la Nación.

Un tema candente y aún no cerrado es el de la vertebración y unidad de Castilla y León en una misma Comunidad Autonómica. Es conocido el descontento de un sector social de León, descontento que no podemos desoír. Todos sabemos que el mapa político de nuestra Comunidad Autónoma se hizo más bien desde arriba, porque en verdad era más bien escasa la conciencia nacionalista. Se dio la paradoja de que se construyó una nacionalidad sin apenas nacionalistas. Prescindiendo de los motivos que indujeron a la vinculación de estas dos regiones en una única Comunidad, lo que quiero señalar es que ésta es una asignatura pendiente y que no corresponde al Gobierno Central el determinar, sino a los Castellanos y Leoneses a quienes concierne directamente el tema. Nosotros somos los que hemos de decidir y sancionar definitivamente si queremos una Comunidad o dos, si queremos vertebrar definitivamente Castilla y León o preferimos una separación amistosa, con buenas relaciones de vecindad. Lo que está claro es que no puede construirse una Comunidad sólida si a las lógicas diferencias

pag. 1648

entre las distintas opciones ideológicas de los partidos hay que añadir sistemáticas oposiciones regionales. Creo que en beneficio de la convivencia es necesario que el pueblo de Castilla y León se pronuncie sobre el tema, al menos explícitamente nunca se lo han preguntado. Sea cual sea el resultado será lo que la mayoría considere más conveniente y eso es lo que importa; esto beneficiaría a todas.

Respecto al segundo tema o al segundo punto, le diré, señor Nalda, que he escuchado con mucho interés el inicio de su discurso... Al inicio de su discurso señalaba, en un breve párrafo, que el tema de las relaciones de nuestra Comunidad Autonómica con el Gobierno Central de la Nación lo dejaba para el final. Esperé.


EL SEÑOR PRESIDENTE (SEÑOR LLAMAZARES FERNANDEZ):

Ruego a Su Señoría vaya dando por terminada su intervención.


EL SEÑOR ALONSO RODRIGUEZ:

Un minuto, señor Presidente.

Esperé al final de su discurso y no oí más que silencio sobre el tema, salvo unas palabras genéricas que en modo alguno acentúan la palabra descentralización como la ha acentuado en otras partes de su discurso.

En mi calidad de representante de portavoz de un partido nacionalista considero este tema particularmente importante, sobre todo cuando, como he explicado al principio, abrigamos serios temores de lo que realmente significa este cambio de Presidente y de Gobierno a tan sólo unos meses de las elecciones. Le agradecería particularmente que explicara el carácter de nuestra vinculación o descentralización respecto al Gobierno Central. Hablar genéricamente sobre este tema es poco menos que decir nada para los tiempos que corren en la política nacional del Gobierno del partido que usted representa.

Ya he terminado mi valoración de su discurso, señor Nalda, pero permítame, antes de concluir, manifestar mi agrado por la supresión de la Oficina del Portavoz. Mi postura ha quedado clara a lo largo de las intervenciones que han tenido lugar durante estos últimos tres años. Le felicito.

Paso a manifestar ahora la intención del Partido Nacionalista de Castilla y león ante la propuesta de investidura de don José Constantino Nalda como Presidente de la Junta. Siento de veras que mi pronunciamiento no sea del agrado de usted, señor Nalda, pero es cuestión de principios. Aunque el programa lo considero aceptable teóricamente -y ojalá se cumpla en muchos de sus aspectos-, aunque valoramos positivamente la capacidad de gestión del candidato, sin embargo, dado el carácter nacionalista de nuestro partido, nos separa particularmente el tema de las relaciones en el Gobierno Central, tema en el que vemos encuadrado también el de la innecesaria y onerosa dimisión del anterior Presidente. No se nos oculta el intento del Gobierno Central de controlar y sujetar desde Madrid a las Autonomías y nos tememos mucho que usted haya sido llamado a representar el papel de fiel servidor de sus intereses centralistas del Gobierno de la Nación, legítimo, aunque...


EL SEÑOR PRESIDENTE (SEÑOR LLAMAZARES FERNANDEZ):

Señor Alonso Rodríguez...,


EL SEÑOR ALONSO RODRIGUEZ:

Un segundo, señor Presidente.

... aunque ...


EL SEÑOR PRESIDENTE (SEÑOR LLAMAZARES FERNANDEZ):

Ha pasado el minuto de gracia. Ruego abandone la tribuna de oradores.


EL SEÑOR ALONSO RODRIGUEZ:

La postura del Partido Nacionalista será de abstención.


EL SEÑOR PRESIDENTE (SEÑOR LLAMAZARES FERNANDEZ):

Por favor, abandone la tribuna de oradores... (parte de la intervención sin micrófono).

Tiene la palabra el señor Nalda García.


EL SEÑOR NALDA GARCIA.:

Señor Presidente, Señorías. Ya había indicado a los tres Portavoces que han tenido el uso de la palabra que procuraría realizar dos bloques dentro del Grupo Mixto, incluso, pues, por agilización del debate. Entonces, en este momento paso a contestar a los tres oradores que han, que me han precedido, empezando por el señor De Fernando y en el orden realmente en que se han ido produciendo las intervenciones.

Inicialmente ha hecho una valoración sobre sus sorpresas e inquietudes y hacía una..., planteaba un tema que sí que creo que deba de darle cumplida satisfacción, porque parece..., con toda la sinceridad lo exponía ante la Cámara, y es si la posible crisis, la posible sustitución en la Presidencia de la Junta de Castilla y León sería algo que fuese a pagar el pueblo castellano-leonés. Yo quiero dejar perfectamente claro -y con esto también contesto algunas otras cuestiones planteadas en alguna de las intervenciones-, que la voluntad expresa tanto en mi discurso de investidura como ahora en este momento ante Sus Señorías es la de la culminación, como muy bien dice usted y como digo también yo en el discurso, del programa ofrecido por los socialistas en mil novecientos ochenta y tres. Por lo tanto, eso quiere decir que si en aquel momento ese programa contó con la mayoría del pueblo castellano-leonés, ese pueblo castellano-leonés va a verse cumplidamente satisfecho en sus ilusiones y en sus aspiraciones y a ello, no le quepa a usted la menor duda, voy a entregar, como les decía ayer, lo mejor de mi mismo. Y es evidente que eso se puede hacer estableciendo..., como usted mismo señalaba y usted mismo indicaba, incluso me instaba a algunas correcciones; luego, por lo tanto, la continuidad es compatible con aquellas correcciones que sean precisas para a lo mejor acelerar más ese cumplimiento del programa y eso puede ser una corrección, o incluso para implementar algunas otras

pag. 1649

actividades que no hayan podido realizarse hasta la actualidad.

Y con eso quiero indicarle que la línea de actuación planteada ayer con carácter genérico tienen que inscribirlo dentro de la misma línea de austeridad que se ha mantenido reiteradamente por la Junta de Castilla y León ante esta Cámara. Lo que ocurre es que, evidentemente, esas líneas de austeridad pueden sentirse o afectarse, o verse modificadas en función también del responsable que tenga, en un momento dado, que presentar ante ustedes el conjunto global de la acción de Gobierno. Yo creo que todas Sus Señorías permitirán y convendrán conmigo en que al menos esa persona que tiene que hacer de nuevo, o que tiene que ponerse o asumir unas responsabilidades de andadura de este Gobierno Regional, pueda tener la posibilidad de ajustar convenientemente esas medidas para que conduzcan a mayor grado de austeridad en función de los criterios que el nuevo Gobierno establezca.

Y creo que se confundió. Ayer, si relee usted el discurso, no dije en ningún momento la palabra retoque, la palabra retoque sobre los Presupuestos. Hablé de modificaciones presupuestarias y dije también que, contando con la colaboración de Sus Señorías, podríamos estudiar qué modificaciones presupuestarias fuesen las más convenientes para que el presupuesto tuviera la adecuada tramitación, su adecuada aprobación e incluso, posteriormente, la adecuada gestión que creo que eso es lo más importante para Castilla y León. Por lo tanto, yo creo que dentro de eso es como hay que inscribir el acuerdo y que en ningún modo podemos establecer a priori, en este momento, cuál sea el mejor procedimiento. Yo estimo que el procedimiento dentro del curso normal establecido por la Cámara puede tener cabida sin tener que hacer ninguna otra cuestión de mayor calado, aunque Su Señoría puede entender que sí, es decir..., de todas formas lo que sí que quiero que quede perfectamente claro es nuestra disposición para estudiar con ustedes, con la Cámara, cuál sea el mejor procedimiento que nos lleve a ajustar el presupuesto del ochenta y siete a las nuevas previsiones que tenga el Gobierno que presida.

Me ha pedido que..., sobre algunos temas estatutarios y usted me dice que le extrañaba dada mi condición particular. Pues, yo le tengo que decir claramente, por si acaso, por si no ha quedado perfectamente explícito en mi discurso, que se dará prioridad al cumplimiento del Estatuto, pero en todos sus términos, en todos sus términos. Porque el Estatuto de Autonomía de Castilla y León hay que entenderlo dentro del paquete constitucional que informa el Estado y, por lo tanto, desde esa perspectiva habrá también que realizar los desarrollos que sean oportunos del Estatuto y en esa..., en la medida que ello sea preciso yo creo y sé que lo voy a contar con la colaboración de Su Señoría; por ejemplo, en alguna de las leyes que usted ha citado y que yo mismo ayer también cité, aunque, evidentemente, dentro del conjunto general del discurso pueden haber pasado desapercibidas, pero algunas de ellas, sobre todo aquélla que tiene una mayor incidencia sobre los aspectos sociales y que, por lo tanto, va a afectar a una población posiblemente más necesitada, va a tener rápida y adecuada respuesta, me imagino, con el acuerdo también de esta Cámara.

Ha tenido una valoración que..., yo no me gustaría que siguiera insistiendo sobre ella y le voy a razonar por qué. Ha entendido, o por lo menos cree como negativo el que desde la Comunidad Autónoma se colabore aportando financiación a determinadas actividades que desarrolle el Estado dentro del territorio de la Comunidad Autónoma. Mire, mi opinión es todo lo contrario. Mi opinión es que si realmente los responsables de la Comunidad Autónoma estamos dispuestos a que mejoren, en todos sus indicadores y sus frentes, las necesidades o las prioridades de la Comunidad no debemos hacer ascos a la colaboración sea con quien sea y en las condiciones que sean precisas, todo ello si redunda en beneficio de colectivos importantes. Yo me atrevería a decir si Su Señoría hubiera estado en el caso de la Junta de Castilla y León, si se hubiera negado a facilitar una colaboración al INSALUD, por ejemplo, para poner en marcha determinados servicios asistenciales en un espacio territorial de la Comunidad particularmente sensible, lo cual conllevaba a un retraso en el programa, mientras que la colaboración de la Junta ha hecho realidad que esos ciudadanos de ese territorio puedan tener una asistencia correcta mucho más pronto. A mí me parece que se pueden decir unas cosas, pero realmente en el momento en que uno tiene la responsabilidad de atender a los ciudadanos en sus aspiraciones, en ese momento hay, a veces, que perder algunos pruritos para dedicarse con entrega y con seguridad a la resolución de los problemas. Quiero afirmar, por si ayer no quedó suficientemente claro, que la Junta de Castilla y León que presida estará siempre dispuesta a mantener esa misma línea de actuación. Cualquier actividad, aunque sea competencia de la Administración del Estado, que para que su implementación en la Comunidad pueda adelantarse, pueda rectificarse, o pueda acomodarse a los intereses de la colectividad de Castilla y León, necesite el apoyo de esta Comunidad y de esta Junta tendrá el apoyo de la Junta.

Mire, algunas de las afirmaciones que ha hecho respecto del desarrollo de la Ley de Relaciones no coincide exactamente con la opinión que consta en las actas, que es público y notorio puesto que se ha dicho ante los medios de información, que tienen los responsables provinciales que han acudido ya a las reuniones del Consejo de Cooperación de Provincias; no coincide en absoluto su valoración. Es posible que a lo mejor usted no posee datos completos sobre la materia pero yo también le tengo que dar, que abundar sobre el discurso de ayer en que tampoco yo estoy satisfecho del cumplimiento total que estamos haciendo. Y es más, les voy a decir una frase textual. En una de las últimas reuniones se decía por uno de los Presidentes de Diputación allí presentes que estaban satisfechos y que, bueno, que esto era el inicio del camino y que se iba por buen camino.

pag. 1650

Cuando yo intervine le dije: mire, de lo que podemos estar satisfechos es que estamos poniendo los jalones de dirección, estamos indicando el camino, pero todavía no hemos entrado en él. Esa es la postura real y ésa es la postura realista de ayer de mi discurso y de lo que yo ahora quiero transmitirles sobre esas afirmaciones por usted realizadas.

Recibo, por supuesto, con satisfacción, que eso siempre le agrada a uno, cuantas felicitaciones y enhorabuenas, y con esto también contesto a todos los demás que lo han hecho, se han producido por los tres intervinientes. Pero el hacer cumplir la legalidad fue ayer una frase expresa de mi discurso. Yo creo que dije exactamente algo así como que todas aquellas pautas o comportamientos que se alejasen del cumplimiento de la legalidad serían corregidas. Por lo tanto, yo creo, señor De Fernando, que ahí tiene usted un cierto grado de satisfacción.

El señor Montoya Ramos ha hecho una intervención a la que yo no estaba acostumbrado, y ésa es la verdad, porque en el fondo siempre, desde su postura liberal y en principio como buen liberal, es en cierto modo optimista. Sin embargo, lo de hoy ha sido no el liberal progresismo, sino el liberal catastrofismo. Yo creo que desde esa postura es muy difícil que nos podamos entender. Es posible que a usted, bueno, le agraden determinadas formas de ser de mi carácter -y se lo agradezco también-, pero no podemos debatir sobre unos datos que han sido totalmente tergiversados; unas veces se usaban datos absolutos, otras veces datos relativos. Le voy a dar uno simplemente, uno, "como muestra bien vale un botón" dicen en nuestras tierras. Miren, la financiación por habitante que usted decía..., y como ha dicho la cifra y esto ha salido y me imagino que lo conocen los ciudadanos yo quiero también quedarla aquí perfectamente clara. La financiación por habitante que se propone para mil novecientos ochenta y siete supone para Castilla y León del orden de veintitrés mil pesetas por habitante. Eso sí que es correcto, no las veintitrés que usted decía, veintitrés mil. Y ahora diríamos, bueno, ¿y eso en qué orden nos coloca? Pues, fíjense, en el orden tercero de las Comunidades Autónomas del 143; es decir, la primera Comunidad es Extremadura, la segunda Comunidad en pesetas por habitante Castilla-La Mancha, la tercera Castilla y León y luego siguen el resto, que se las podía dar también a Su Señoría para que lo tuviera.

Pero yo creo que ése sí que es un comportamiento solidario, yo creo que en eso sí que la financiación también, de las Comunidades Autónomas, no solamente es la Ley del Fondo, sino el conjunto general de la financiación autonómica está cumpliendo el principio de solidaridad. Y, por favor, no me mezcle usted las pesetas por habitante de las Comunidades del artículo 143 con las pesetas por habitante de las Comunidades del artículo 151, entre otras razones porque usted mismo sabe que el nivel competencial es totalmente diferente. Nuestra Comunidad, por ejemplo, no tiene todavía la transferencia de Educación y es un paquete muy importante siempre de la actividad del Estado. Y tampoco nuestra Comunidad tiene la transferencia de la Sanidad General, el INSALUD, que también es otro paquete muy importante de la actividad del Estado. Por lo tanto..., sin embargo, si quieren les voy a dar las pesetas por habitante de Cataluña, pero ¡ojo!, sabiendo que Cataluña tiene todo ese paquete de competencias, competencias en Educación y Sanidad para cuatro millones largos de habitantes, casi cinco millones de habitantes. Cataluña tiene treinta y seis mil pesetas por habitante. Bueno, yo creo que, cuando las cifras se dan deben de darse con corrección. Entonces, yo, por favor, no quisiera entrar en ese debate minucioso de la cifra, porque posiblemente pudiéramos todos confundirnos.

Yo creo que éste es un planteamiento de fondo político, yo creo que usted ha estado hablando continuamente de la modernidad y hablaba desde su postura, según dice, progresista. Es que desde esa misma modernidad es desde la que hay que entender el discurso pronunciado por mí ayer.

Cuando usted habla de las universidades. Mire usted, los criterios de las Universidades no hay que irse a criterios localistas, lo que hay que irse es a criterios de capacidad de investigación de esas Universidades, lo que hay que irse es a criterios de funcionalidad de la Universidad, lo que irse es a criterios de valor añadido que entregan esas Universidades. Y yo creo que en eso, si lo discutimos fríamente y sin el calor de esta sala, a lo mejor llegamos a muchos acuerdos, porque para ello no hay que inventar nada y usted lo sabe. Simplemente tenemos que traer algunos modelos que parece ser que funcionan en esos mundos de Dios y donde jamás se plantearon esos tratamientos localistas. Sí que se planteó una Universidad eficaz, no solamente transmisora de enseñanzas y productora de títulos, sino una universidad capaz de producir ideas, de entregar nuevas orientaciones, de producir un nivel de calidad en la investigación al que todos los universitarios de este país estamos aspirando. Pero lo que ocurre es que el desperdigamiento, esto no puede conducir nunca a la eficacia. Hay que conducir a la eficacia por las vías precisamente que otros pueblos han andado antes y eso sí que es hacer modernidad. Por lo tanto, señor Montoya, yo le pediría que, lejos de buscar matices localistas en las personas, en los grupos, busquemos la eficacia en las gestiones; empiece a abandonar los síndromes de no sé dónde, porque hay otros síndromes también. Yo creo que debemos perder de vista toda esta situación, porque con eso usted al final a lo que conduce a la gente es al desasosiego, al desánimo, y luego dice, hombre, cómo van los empresarios, cómo van a producir, pero si en la letra de su discurso es imposible que usted produzca la confianza necesaria porque lo está viendo todo con unos cristales cubiertos de humo, de manera que lo veo absolutamente negro; desde esa perspectiva, señor Montoya, le pediría de verdad que empezara

pag. 1651

por lo menos a ir matizando, a pasar a un gris en su color de gafas, porque ya ahí, dentro de ese gris, pues, a lo mejor todos pegábamos el empujón y de verdad aparecía ese esfuerzo solidario que permita salir a esta Región adelante.

Hay algunas cuestiones que ha planteado el señor Alonso Rodríguez, en las cuelas realmente, es decir, en todas aquellas que ha coincidido, pues, evidentemente, yo paso, pero sí que me gustaría hacer dos matizaciones.

Se ha afirmado una vez que ha habido que devolver no sé qué cantidades, yo no sé cuáles serán sus datos, porque no ha sabido gestionar o porque no ha podido o porque..., no sé cómo lo ha dicho Su Señoría, la Junta de Castilla y León materias transferidas o créditos transferidos. Tengo que afirmar con toda la rotundidad que eso no ha ocurrido nunca. Por el contrario, hemos incorporado, y Sus Señorías lo conocen, muchos créditos que, no gestionados en tiempo y forma en su debido momento por los ministerios o los gestores correspondiente, se han incorporado a los presupuestos de la Comunidad Autónoma. Primera cuestión que yo quería, por lo menos, quedarle perfectamente clara.

Segunda cuestión. Yo creo que en este momento el mapa autonómico hay que decir claramente que está cerrado, porque así lo establecen las sentencias del Tribunal Constitucional y por otra razón Señoría: porque cerrado este tema nos pondremos a trabajar todos juntos para sacar una colectividad, que está por encima de los intereses particulares de cada uno de nosotros, sacarla adelante de su situación de siglos. Ese es el problema ésa es nuestra Comunidad: Castilla y León juntos, porque forman una unidad solidaria desde hace miles de años y desde ese momento y desde esa actitud hay que ponerse a trabajar solidariamente juntos para sacar todo el territorio de la Comunidad adelante.

Finalmente, yo quiero terminar con una matización muy breve, que es un poco al hilo de una de las palabras o de las frases dichas por el señor De Fernando. Se lo he dicho al Grupo Popular, se lo digo a ustedes también. Los que me digan no en la investidura agradecido también a ello, porque eso también lo entiendo positivo para nosotros y para nuestro Grupo. Los que dicen abstención también agradecidos a su postura, porque en ningún momento sé que van a renunciar, ni unos ni otros, a ese aspecto crítico que ustedes han estado desarrollando hasta aquí. Pero, mire, de verdad, si iban a decir sí por mi humilde persona no lo digan, porque yo aquí no soy más que una persona a la que el Partido Socialista Obrero Español le encomienda en un momento dado una tarea. Y es esa tarea ese programa, el que yo deseo llevar a cabo y en función de él es en el que deseo que ustedes se pronuncien con total libertad. Muchas gracias, señor Presidente.


EL SEÑOR PRESIDENTE (SEÑOR LLAMAZARES FERNANDEZ):

Muchas gracias. Tiene la palabra el señor De Fernando.


EL SEÑOR DE FERNANDO ALONSO:

Señor Nalda, voy a contestarle por el orden en que me ha hecho referencia.

Habla usted, en primer lugar, de la crisis y yo creo que no me ha entendido lo que yo le he dicho. Usted dirá la crisis..., y voy a decirle sus palabras textuales: "que después será la voluntad expresa la culminación del programa socialista"; eso ya lo sé yo, eso ya lo he dicho yo, que usted lo dijo en último lugar. Mi preocupación por la forma en que el Partido Socialista Obrero Español ha hecho esta crisis no es por la culminación o no del programa, ¡ojalá! ¡ojalá!, que eso llevase a la consecución... terminación del programa. Mi preocupación es por lo puramente administrativo. Y le he dicho que a ver si usted tiene el acierto de parar alguna cadena más de dimisiones, o de nuevos nombramientos de los que entren, porque a mí no me preocupa el aspecto político que ustedes en su programa, sea Consejero más de un sector o más de otro; me da igual. Lo que me preocupa es el ciudadano que tiene pendiente durante doce meses de cobrar una subvención y ahora se le retrase otros doce, me preocupa el ciudadano que tiene pendiente algo puramente administrativo. Y lo dije al principio de mi intervención: si esta crisis producida por la digna dimisión del Presidente, señor Madrid, se hubiese resuelto con la Presidencia, pues, esto no habría ocurrido. El problema es las consecuencias posteriores y eso es mi preocupación.

Ha dicho usted luego una cosa totalmente contradictoria en su discurso de ayer. Ayer, y lo he dicho antes, usted se desmarcaba, pero bastante claramente, de la línea de actuación del Gobierno anterior y viene usted ahora a decirme que el Gobierno que forme va a seguir con la misma línea de austeridad; apañados estamos, señor Nalda, ahí sí que tiene usted una grave contradicción. Si de algo hemos acusado aquí, en estas Cortes, todos los Grupos de la oposición era de falta de austeridad. Y usted ayer empezó diciendo: voy a suprimir el órgano asesor del Presidente, voy a suprimir la Oficina del Portavoz, es decir, los gastos que considerábamos..., y ahora viene usted a decir que van a seguir en la misma austeridad; apañados vamos.

Cuando yo he dicho ligeros retoques, no, usted dijo la palabra ligeras modificaciones. Mi preocupación hoy sigue sin contestarme. Yo creo que no se pueden hacer apaños en las Cortes en los Presupuestos. Usted presenta una refundición de dos Consejerías, usted nos va a presentar, si continúan esos Presupuestos, una discusión de unos Presupuestos que van a ser imposibles de cumplir y le he dicho que yo a ese juego no me ofrezco. Según la Ley de Presupuestos y cada vez que hemos querido intervenir se nos ha contestado que era siguiendo igual que la Ley Presupuestaria española. Bueno, yo me niego a participar en un juego de acuerdos donde nos vayamos a saltar la ley, dónde aquí, por no retirar los Presupuestos, vayamos a cambiarlo. Usted puede hacer dos cosas: retirar los Presupuestos y presentar otros nuevos

pag. 1652

por Consejerías, o si entran en discusión, tal y como están los discutiremos tal y como marca la ley y no caben más apaños.

Yo comprendo su problema. Si usted los retira hasta Marzo no los va a tener; un mes para aplicarlos. Si no los retira, se lo he dicho antes, imposible; usted necesita, para lo que dijo ayer, para lo que apuntó, mil millones más de pesetas en Agricultura. Claro, usted puede tener la salida de que luego la Junta de Consejeros acuerda el trasvase; bueno, pero es que si eso lo vamos a pensar de antemano yo me niego a trabajar en los Presupuestos.

Me ha hablado de los servicios sociales, que cuando yo le he dicho, de las cosas pendientes que le quedaban, yo le aconsejaría, señor Nalda, que el anteproyecto de ley o el borrador de ley que haya lo retire, por su propia filosofía. Parece, a mi entender, difícil de entender que una Ley de Servicios Sociales dirigida por un partido, propuesta por un partido socialista parta de una filosofía política de que en Castilla y León no hay pobres. Mire usted, ésa es la filosofía del anteproyecto que ustedes tienen; retírelo, empiécelo, cambie de filosofía y contará con nuestro apoyo.

Y hay una cuestión, dos cuestiones me quedan, señor Presidente, se me está acabando el tiempo. Una, mire usted, me ha dicho la opinión de un Presidente de Diputación o representante y la asumo. Yo comparto la suya, señor Nalda, estamos en el inicio, no en el buen camino. Desde luego, yo le puedo decir una cosa: sin saber quién ha sido ese Presidente de la Diputación, si hubiese sido del C.D.S. yo le hubiese dicho "dedíquese a funcionario". Un señor que es capaz de decir que estamos en el buen camino de cooperación, llamándole usted... porque no sabe distribuir el dinero que va de aquí, que se lo... con su Delegado, dedíquese a funcionario, señor Presidente. Estoy más bien con usted, estamos en el inicio, pero un inicio, señor Nalda, que cuando se hace una descentralización administrativa es con un criterio central: ahorrar costos, y la sorpresa en los Presupuestos del ochenta y siete es que en su Consejería de Presidencia va un aumento de costos en personal para atender el servicio de centralización; curioso. Señores, no descentralicemos; si nos va a costar más dinero a los castellano-leoneses no... Así viene, señor Nalda, en sus Presupuestos: aumento de personal para atender a los servicios de cooperación con las Diputaciones. O sea, que ahora que descentralizamos servicios nos cuesta más dinero.

Finalmente, le diría que no comparto su opinión en cuanto a la colaboración del Estado, del Gobierno, no del Estado, bajo sus premisas. Yo quisiera verle si el Gobierno de la Nación fuese de un Grupo distinto al suyo. Estamos en una lucha permanente, lucha leal, Instituciones Autonómicas-Gobierno a la hora de las transferencias. En Castilla y León todos reconocemos nuestra escasez de recursos y no tenemos para atender lo nuestro, y vuelvo a decir: más de cien millones al año se dedican a lo que el INSALUD debía hacer. Hombre, mire usted, si yo hago un esfuerzo hágalo usted; no, el INSALUD se ahorra todo y todo lo ponemos nosotros.

Finalmente, señor Nalda, quizá no me entendió cuando yo le dije a José Constantino Nalda fuera de aquí, fuera de aquí, yo le hubiese creído la totalidad de las cosas que dijo. No era distinto que mi voto fuese por ser el señor Nalda o el candidato del partido socialista. Lo que le dije: señor Nalda, como partido y por sus actuaciones han perdido nuestra credibilidad, permítame que al menos me quede la duda que en aquello que usted ha dicho está totalmente de acuerdo conmigo, o yo con usted, dude porque lo ha dicho en este estrado, como candidato del partido socialista, no como José Constantino Nalda. Muchas gracias, Presidente.


EL SEÑOR PRESIDENTE (SEÑOR LLAMAZARES FERNANDEZ):

Muchas gracias. Tiene la palabra el señor Montoya Ramos.


EL SEÑOR MONTOYA RAMOS:

Señor Presidente, señoras y señores Procuradores. El señor Nalda me ha acusado de hacer catastrofismo, me ha llamado liberal catastrofista y no sé qué cosas más. Señor Nalda, yo no he hecho catastrofismo, no no he hecho catastrofismo. Yo he señalado unos datos que usted no me ha contradicho más que en un punto, en la financiación autonómica. Efectivamente, yo he dicho unas cifras que se referían a miles de pesetas por habitantes y yo he dicho pesetas, tiene usted razón. Esto no desvaloriza, sin embargo, que la financiación por habitante en nuestra Región sean veintidós mil quinientas o veintitrés mil, como usted ha dicho, y sin embargo, en Cataluña, usted también lo ha dicho, son treinta y seis mil, yo no lo he señalado y también sé que allí tienen otras competencias a través del artículo..., asumidas a través del artículo 151. Yo no sé si Canarias también es otra Comunidad Autónoma que ha ido por el 151, a lo mejor yo tengo un lapsus en estos momentos y me parece que no, y yo tengo unos datos publicados por la prensa, que tampoco sé si son ciertos, tampoco sé si son ciertos porque no tengo más fuente de información: "El Norte de Castilla", tengo aquí los datos. Y en Canarias, para una población que yo he apreciado según las estadísticas de un millón y medio aproximadamente de personas, tiene sesenta y ocho mil pesetas, sesenta y ocho millones quinientas sesenta y siete mil pesetas, según datos de "El Norte de Castilla"; a lo mejor están equivocados, a lo mejor Canarias no fue por el 143 y fue por el 151, a lo mejor Canarias tampoco tiene gobierno socialista. Yo no sé, a lo mejor yo estoy equivocado, pero yo le he señalado estos datos comparativos con una simple comparación y, sin embargo, los canarios votaron en contra, votaron en contra. A mí me parece que esto es digno de señalarse y yo lo quiero señalar.

Nada me ha dicho, en cambio, de los datos que le he dicho sobre el paro, que yo he tomado como comparación el primer trimestre de las encuestas de población activa del Instituto Nacional de Estadística, porque las del segundo pag. 1653

trimestre eran más desfavorables. Y además si yo hubiera utilizado las del segundo trimestre ha habido un cambio de sistema y hubieran estado deformadas, por eso he utilizado las del primer trimestre del sesenta y tres..., del ochenta y tres y las del primer trimestre del ochenta y seis; si hubiéramos tomado las del segundo eran todavía más desfavorables, el paro ya no era el treinta y seis con nueve por ciento de aumento sino el cincuenta y tres y pico. Entonces, estos son los datos; ahora, señalar estos datos..., usted me dice que "usted es un pesimista". Pues, mire usted, a lo mejor yo soy más optimista que usted, Señoría, que no se ha atrevido a tomar estos datos. Yo me he atrevido a tomar estos datos y yo quisiera que usted entendiera que en mi pesimismo lo que hay es un atisbo de esperanza. Yo lo que he querido decir es que esto es lo que hay que superar y que yo lo que quiero y lo que deseo es que el Gobierno que usted va a presidir lo supere. Hay esta esperanza, hay esta esperanza al recoger estos datos en mí; si usted no lo ha sabido ver, si usted, por el contrario, prefiere esconder la cabeza debajo del ala y huir de la realidad, pues, yo lo siento mucho, pero yo he querido tomar unos datos, apoyarme en ellos, en los mismos que me he apoyado para decir que la población activa en el sector industria ha disminuido en este período en dos mil personas. Estos son los datos del Instituto Nacional de Estadística; pueden estar mal. Yo, si usted lo quiere, le dejo los datos como han sido tomados y usted tendrá la ocasión de comprobarlos, pero no me diga que yo los tergiverso, porque yo no he tergiversado ningún dato.

Me ha contestado a muy pocas cosas más. Yo planteo aquí una serie de problemas; el tiempo de que dispongo es muy corto y lo he tenido que hacer deprisa y he tenido que dejar puntear alguno de ellos. Usted me ha cogido el tema de la Universidad y me ha acusado de falta de modernismo, porque la Universidad hay que hacerla con criterios funcionalistas, me ha dicho, hay que tener en cuenta el valor añadido, hay que tener en cuenta los modelos que funcionan para una Universidad eficaz. Entiendo que todo eso hay que tenerlo en cuenta y no se lo discuto, pero al mismo tiempo, hay unas demandas, hay unas demandas de centros universitarios en sitios concretos de nuestra ciudad, de nuestra Autonomía, que no se oponen a estos principios o yo entiendo que no se oponen a esos principios, que de alguna forma tienen que ser atendidas no por nosotros, sino por la Administración Central, pero también de alguna forma nosotros tenemos que presionar a esta Administración Central para que lo atienda.

Nada me ha dicho de los ferrocarriles, que es otro tema del cual nosotros tenemos que presionar a la Administración Central y que no podemos cruzarnos de brazos por esos mil kilómetros de ferrocarriles cerrados. Si decir esto es ser pesimista, pues, sí, yo soy un pesimista. Pero a mí me parece que es mucho más pesimismo el que demuestra Su Señoría cuando dice, nos decía ayer en su discurso..., yo no tengo aquí la frase textual, pero nos hablaba algo así que los castellano-leoneses vivirán y gozarán en tanto en cuanto existan, el mejor funcionamiento de las Administraciones Autonómicas, una cosa así creo que nos decía usted en su discurso de ayer. Bueno, yo, sin embargo, no tengo esa confianza que usted tiene en el buen funcionamiento de la Administración Autonómica, que no quiere decir que no lo desee que funcione, pero que no es suficiente porque la vida y el gozo de los castellano-leoneses están en muchas más cosas además de en el buen funcionamiento de la Administración Autonómica. Y ahí se diferencia, pues, también mi espíritu liberal de su espíritu más centralista, más intervencionista, más paternalista si quiere; ahí está la creencia en una acción pública, en una actuación privada, que es lo que yo digo que he echado en falta en su discurso, que no se cuenta con los millones, con los dos millones y medio de castellano-leoneses, a los que se les dice: ustedes vivirán mejor y ustedes gozarán en tanto en cuanto la Administración Autonómica que nosotros vamos a dar va a ser mejor. Y yo digo, señor Nalda, no es eso; habrá que procurar a que estos castellanos-leoneses vivan y gocen mejor porque nosotros les vamos a ayudar a ese esfuerzo, que van a hacer ellos también, para conseguir esa vida digna y ese goce de esa felicidad que tanto usted como yo les deseamos.

Y pocas cosas más, pocas cosas más me ha contestado Su Señoría de todo lo que yo he apuntado en mi breve intervención. Comprendo que es una breve intervención que he tenido que hacer, pues, con cierta ligereza, porque el tiempo, la premura del tiempo me lo exigía, a lo mejor con alguna imprecisión como ésta que me ha señalado, pero que no hay ninguna imprecisión en los fundamentos, en lo básico, no hay ninguna imprecisión. Y que a mí me hubiera gustado haber escuchado de su boca esa esperanza que usted dice que a mí me falta y que yo he querido esta tarde y aquí venir a buscarla y encontrarla justamente en el programa de Gobierno que usted, con ese equipo que va a formar, nos pueda ofrecer. Nada más y muchas gracias.


EL SEÑOR PRESIDENTE (SEÑOR LLAMAZARES FERNANDEZ):

Tiene la palabra el señor Alonso Rodríguez.


EL SEÑOR ALONSO RODRIGUEZ:

Señor Presidente, señoras y señores Procuradores. Señor Nalda, yo voy a repetir una frase que solía decirme con mucha frecuencia don Claudio Sánchez Albornoz: "Castilla y León vive un proceso pintoresco y grotesco". Yo le digo a usted, extrapolando más o menos el sentido, que aquí no hay nada cerrado y para mí considero cerrado el proceso autonómico de Castilla y León en las nueve provincias; iría a más: a Logroño y Santander si en eso usted..., estamos de acuerdo.

Pero, bueno, el hecho viene así. Si a usted le dicen que hay que organizar de que León sea independiente usted acepta y no me diga que no, porque yo tengo..., al lado suyo hay algún Consejero que le ha puesto pues muy mal pues es un íntimo amigo. Vamos a hablar claro y sincero.

Todavía aquí no tenemos la Capitalidad de la Comunidad de Castilla y León y eso es preocupante, porque miles de funcionarios todavía no saben dónde comprar su piso de vivienda, porque el día menos pensado se la

pag. 1654

pueden llevar a Burgos y no pueden hacer una inversión que consideran para toda la vida. Aquí no hemos cerrado todavía cuál es la Capitalidad de Castilla y León y nos obliga el Estatuto, en la primera sesión creo recordar, nos obliga a tomar el acuerdo sobre la Capitalidad, por tres cuartas partes que aquí es difícil que se pongan de acuerdo..., aunque aquí todos van a ganar las elecciones, porque hace cosa de pocos meses aquí había un Procurador de mi Grupo que su partido iba a ganar las elecciones y sacó lo mismo que los nacionalistas, muy pocos votos... y todo el mundo, ustedes estaban preocupados de que ganara. Vamos a ser sinceros.


EL SEÑOR PRESIDENTE (SEÑOR LLAMAZARES FERNANDEZ):

Silencio por favor.


EL SEÑOR ALONSO RODRIGUEZ: Y

Y usted no es un militante simple del Partido Socialista, señor Nalda, olvídeselo. Desde mañana que usted -esperemos y deseemos para que esto no se alargue mucho en el sentido, en el bochorno que estamos dando a nivel de fuera de la Comunidad de Castilla y León-, es el Presidente de la Comunidad y es el Presidente de todos los castellanos y cualquier falta que usted cometa, que sea pública, nos afectará a todos los castellanos; no lo olvide. No puede ser un simple miembro del Partido Socialista, es el Presidente de la Comunidad de Castilla y León; en su casa será marido pero fuera de casa es el Presidente de la Comunidad.


EL SEÑOR PRESIDENTE (SEÑOR LLAMAZARES FERNANDEZ):

Silencio, por favor. Recuerdo a la Cámara que la dignidad de la Cámara no solamente depende de quien tiene el uso de la palabra, sino también de quien escucha. Puede continuar.


EL SEÑOR ALONSO RODRIGUEZ:

No hay duda de que el estatus social de cada persona va unido al comportamiento y al cargo que ocupe en cada circunstancia. Yo me refería en buen aspecto que usted, cuando va a casa, es padre de familia y es miembro de una Comunidad cerrada; cuando sale a la calle, se sube en el coche oficial y va a la Junta es usted Presidente de toda la Comunidad, eso quiero indicar que va al sentido de mis palabras; hay personas que a lo mejor, pues, no están capacitadas para comprender lo que quería decir, pero es en ese sentido de la palabra, que usted... Bueno, que yo siento envidia, envidia, cuando hablo con un Presidente de una Comunidad de primera como es Cataluña, y yo he cenado con el señor Presidente de la Comunidad, Pujol, y con un miembro ministro de su gobierno, el señor Ordóñez, y cuando el señor Ordóñez le dijo "cómo me dirijo a usted, como venerable o como presidente..." o tal, dice "a mí me da lo mismo que te dirijas como quieras, yo sé que soy el Presidente y como tal me comporto".


EL SEÑOR PRESIDENTE (SEÑOR LLAMAZARES FERNANDEZ):

Señor Alonso Rodríguez, se le ha terminado el tiempo. Abandone la tribuna de oradores, por favor.


EL SEÑOR ALONSO RODRIGUEZ:

Vale, gracias.


EL SEÑOR PRESIDENTE (SEÑOR LLAMAZARES FERNANDEZ):

Tiene la palabra el señor Nalda García. Silencio por favor.


EL SEÑOR NALDA GARCIA:

Muchas gracias, señor Presidente, Señorías. Muy brevemente para contestar, por la cordialidad y la cortesía, a algunas de estas últimas intervenciones.

Yo creo que el señor De Fernando coincidirá que algunos de esos ejemplos que ha puesto no son de hoy, algunos de esos ejemplos es posible que puedan empezar a tener soluciones, pero son problemas que vienen arrastrándose y muchas veces no debidos a voluntad de ningún modo de los responsables de la Junta. Hay otras causas que usted conoce también, y otros defectos que hay que corregir y que habrá que intentar hacer el esfuerzo para su corrección.

Mire, yo creo que en cuanto al tema de la modificación presupuestaria, que sigue insistiendo y que ya me promete, pues, el cataclismo de su no colaboración, tengo que decirle, evidentemente, que está haciendo unos apriorismos sin ningún justificado previo, sin ninguna cuestión que lo pueda justificar. Y está además viendo malas intenciones por todos los sitios o que alguien le va a intentar a usted manipular, usar. Es decir, yo creo que todo eso es bastante dramático lo que usted plantea, pero en modo alguno obedece ni a la realidad de lo expuesto por mí ayer ni lo que he dicho tampoco hoy en esta tribuna.

Me da unos consejos que le agradezco. Hombre, si somos a veces tan ocultistas y oscurantistas, pues, me extraña que usted ya conozca el anteproyecto de ley, de verdad, o algo ha ocurrido; o es que somos excesivamente transparentes a veces y tenemos suficientes lazos y conexiones. Yo lo que le puedo asegurar, señor De Fernando, es que ese proyecto de ley, cuando llegue a esta Cámara como tal proyecto, vendrá de conformidad con lo que ya han aprobado estas Cámaras y que ya existe en la legislación que nosotros mismos nos hemos dado para todo ese sistema donde se impliquen las relaciones entre Administraciones.

Le vuelvo a agradecer lo que decía. Dice, bueno, es que la actitud del Partido Socialista me ha hecho que yo haya perdido la confianza. Perdóneme que le diga: es que para mí el CDS todavía no la ha ganado.

Señor Montoya, dos aclaraciones. Realmente, la población activa regional, yo le voy a decir, es una cantidad muy pequeña, minúscula, pero ha crecido, del segundo trimestre del ochenta y uno al segundo trimestre del ochenta y seis, en diecisiete mil setecientas personas, en todo el ámbito de esos trimestres. Por eso le estoy diciendo que no se pueden utilizar cifras parciales; usted trae unas, yo otras, y ¿qué?, aquí al final, ¿quién se entera? Usted me enseña un papel, yo le enseño otro. Mire, de verdad, lo que tenemos que hacer sobre esas cifras, en lugar de apedrearnos con ellas, es sentarnos a reflexionar sobre si ellas están realmente reflejando la realidad de la Región. Y ayer hice un llamamiento claro en el cual tienen que intervenir los agentes sociales y tienen que intervenir agentes económicos. Y ese llamamiento claro creo que nos puede dar la solución de si todas esas cifras con las que nos apedreamos son un reflejo de la sociedad castellano-leonesa; si lo son, qué medidas hay que tomar para corregirlas, y si no lo son también habrá que decirlo o mirar a ver por qué se está

pag. 1655

produciendo esa situación de desequilibrio en las cifras. Por lo tanto, respeto que las suyas sean correctas, respéteme también que las mías lo sean.

Una aclaración, porque me ha estado diciendo reiteradamente éstos son los datos que yo tengo; dice es que Canarias fue por el 151 o fue por el 143. Le aclaro correctamente el término. Por el 151 fueron tres Comunidades y por el 143, con Ley Orgánica de Transferencia, las famosas LOTRAVA y LOTRACA, las Comunidades de Valencia y Canarias. Con lo cual, a través de esas leyes orgánicas que se aprobaron en el mismo momento que se aprobó el Estatuto, esas dos Comunidades adquirieron el mismo nivel de competencias que si hubieran ido por el 151. Por lo tanto, a nivel competencial hay cinco Comunidades homogéneas, que son las que le he citado, y hay otras doce que van por el 143 y, por lo tanto, tampoco se puede comparar el tema canario. Pero como ha salido varias veces yo creo que tampoco nuestros compañeros de Canarias se han sabido explicar. El problema de su voto no, no es un voto no a ese modelo de financiación que está consensuado y acordado y que a todos nos ha parecido, incluso con el tema del artículo 15 de la LOFCA que citaba antes, como un encuentro entre los diversos intereses contrapuestos de las diecisiete Comunidades españolas. Es que su problema está en su propio sistema de financiación, porque Canarias está realmente fuera del sistema fiscal y financiero, incluso de incentivos, incluso de conexión con la Comunidad Económica Europea, y ahí es donde está el problema y el problema es de adecuar en este momento, cuando empieza a verse panorama global de financiación, cómo se incardina la Comunidad Canaria con el resto de las Comunidades en un esquema de igualdad. Esa es la razón, señor Montoya, y no otra y eso es lo que, realmente, a lo mejor ha faltado explicación.

Voy a finalizar con dos referencias a algunas cuestiones que ha dicho el señor Alonso Rodríguez y es... la primera la siguiente. Nuestro partido, por ahora y creo que por siempre, por su propia formación como partido y por dónde proceder y de dónde procede este partido, nunca se tomará ni propondrá medidas de irracionalidad como las que en esta tribuna usted estaba diciendo. Primera cuestión.

Segunda cuestión. Tengo que decirle que yo seré Presidente -si los votos de esta Cámara así me lo otorgan, lo mismo que lo ha sido mi antecesor-, de todos los castellanos y leoneses, pero no por eso renunciaremos, ni él ni yo, a ser socialistas. Muchas gracias, señor Presidente.


EL SEÑOR PRESIDENTE (SEÑOR LLAMAZARES FERNANDEZ):

Muchas gracias, señor Nalda.

La sesión se reanudará mañana a las diez y media de la mañana. La votación tendrá lugar a las doce de la mañana, si para esa hora se ha terminado ya el debate. Si no se hubiera terminado el debate tendrá lugar la votación inmediatamente después de la terminación del debate.

Se interrumpe la sesión.

(Se suspende la sesión a las veintiuna horas).


CVE="DSPLN-01-000047"



Sede de las Cortes de Castilla y León