Ángel Ibáñez, acompañado por el vicepresidente primero de las Cortes, Ramiro Ruiz Medrano, y los procuradores Salvador Cruz, del Grupo Parlamentario Popular; Pedro González, del Grupo Parlamentario Socialista; y Luis Fuentes, del Grupo Parlamentario Ciudadanos, ha querido resaltar la predisposición de la “casa de todos” para acoger las diversas sensibilidades y realidades sociales, puesto que “las instituciones deben trabajar no solo por la plena incorporación de los gitanos a todos los ámbitos de la sociedad, sino también por el reconocimiento de su cultura en aras de combatir los estereotipos, los prejuicios y la discriminación”.
Así, el presidente de las Cortes ha insistido en que “una sociedad rica en valores es también una sociedad que apuesta por la diversidad, y está en nuestra tarea proteger la identidad del pueblo gitano como respuesta a la constante búsqueda de la igualdad de derechos y la cohesión social. Su cultura es patrimonio de todos los castellanos y leoneses y así hemos querido celebrarlo en el Día Internacional del Pueblo Gitano, escuchando a sus representantes e intercambiando impresiones sobre el presente y el futuro de sus gentes”.
Lectura de manifiesto
En representación de los colectivos que han participado en el acto, Montse Escudero ha sido la encargada de presentar el 8 de abril como Día Internacional del Pueblo Gitano, al evocar que “esta fecha recuerda el Congreso Mundial Roma/Gitano celebrado en Londres el 8 de abril de 1971, en el que se instituyó la bandera y el himno gitano” y al rememorar “la historia del pueblo gitano y su recorrido europeo desde la India, y a aquellos gitanos y gitanas que fueron víctimas del genocidio nazi y de distintas persecuciones a lo largo de los siglos”.
Posteriormente, han tomado la palabra Carmen Jiménez y Rafael Borja, quienes han leído un manifiesto en el que han repasado los avances sociales, el reconocimiento y la participación que ha logrado el pueblo gitano en los últimos 40 años “en ese marco de convivencia y cohesión que supone nuestra Constitución”. No obstante, en ese comunicado también se ha querido resaltar que “así todo, la brecha de desigualdad persiste. La comunidad gitana está sobrerrepresentada en los índices de pobreza y exclusión social; las tasas de fracaso y abandono escolar son mucho más altas entre el alumnado gitano que en la media española; la tasa de desempleo de la población gitana y el nivel de precariedad en el empleo están muy por encima de los porcentajes medios, por poner sólo algunos ejemplos. En definitiva, la igualdad de oportunidades no es una realidad para una buena parte de la comunidad gitana”. Por ese motivo, el manifiesto concluye afirmando que “debemos seguir apostando por políticas, iniciativas y programas que contribuyan a asegurar esos derechos sociales para todas las personas gitanas, sin dejar a nadie atrás, para que puedan ejercer plenamente su ciudadanía”.