En su discurso, el presidente se ha referido a la “preocupación” de los ciudadanos con la política actual y ha querido destacar la “importancia” y el peso que tiene y que tendrá el Estatuto de Autonomía para revertir esta situación. Un Estatuto que nació del “acuerdo, del diálogo y del consenso”. Tres valores esenciales que se deben utilizar para “abandonar la bronca y la crispación” y poder así “centrarnos en las personas”, especialmente en las más débiles, en las que padecen enfermedades, en las “víctimas de la exclusión social” y en las que sufren la “pobreza energética”, ha puntualizado.
Luis Fuentes ha abogado por ser “ambicioso” para alcanzar las metas del siglo XXI, como la igualdad, la despoblación o el cambio climático. Unos retos que también pasan por darle importancia a los hijos, para que “echen raíces” y Castilla y León pueda “retener el talento y frenar el envejecimiento”. En este contexto, resulta fundamental otorgarle un papel fundamental “a la educación y a las Universidades”. Una potente herramienta que permite cambiar “lo que no funciona” y centrarnos en “las infraestructuras o el emprendimiento”, ha añadido.
Finalmente, se ha comprometido a seguir luchando contra la violencia machista para lograr la igualdad de género y acabar con la brecha salarial. Una igualdad con la que ha recordado el papel de CERMI en estos 20 años y su papel como “agente activo en la legislación en materias como la Salud Pública o la Seguridad Alimentaria” y que permite mejorar la calidad de vida de 250.000 personas en Castilla y León y dar empleo a otras 8.000.
Fuentes ha reconocido el gran trabajo que se ha hecho hasta el momento en esta materia y se ha comprometido a “no parar” porque todavía queda “mucho por hacer” en materia de accesibilidad. “No queremos que seáis más ni menos que nadie, queremos que seáis iguales”, ha concluido.